Sony lleva más de diez años intentando que Nathan Drake dé el salto a la gran pantalla. Por los despachos del estudio han pasado un sinfín de directores, de guionistas y de potenciales protagonistas (curiosamente Mark Wahlberg fue uno de los que más cerca estuvo, pero ya volveremos a él) que nunca llegaron a dar con una idea que realmente fuese a contentar a los fans de una de las franquicias de videojuegos más importantes de PlayStation (y ahora también PC) a la vez que funcionase como una película. Fue Tom Holland con su loquísima idea de una historia de origen para James Bond quien llevó a los ejecutivos del estudio a pensar que quizás hacer otra película con el Nathan Drake que ya conocemos de los píxeles era redundante. Los juegos de 'Uncharted' ya son maravillosas películas de aventuras, con el valor añadido de hacernos protagonistas de la acción. ¿Pero y si la película sirviera para cubrir huecos que no hemos visto en los juegos, a la vez que permiten darnos un Nathan diferente por estar en un punto vital diferente? Por fin encontraron un hilo que merecía la pena tirar, y encima con el actor estrella del estudio, el joven que les ha llevado a batir récords de taquilla en plena pandemia.
Así se convirtió Tom Holland en un Nate de 25 años que trabaja como camarero y carterista aficionado en un bar de Nueva York. Allí se cruza por primera vez con Victor Sullivan, Sully para los amigos, que aprecia el talento de Drake para quedarse con lo que no es suyo y le ofrece un golpe mucho mayor. Muchísimo mayor. El tesoro de Magallanes. Supuestamente el botín más grande de la historia que jamás ha sido encontrado. Aquí comienza la carrera como cazatesoros de Nate, y esa amistad entre dos de los personajes más carismáticos que nos han dado los videojuegos en los últimos años.
Ruben Fleischer ('Venom') ha sido finalmente quien ha tomado las riendas de este proyecto y lo ha llevado a buen puerto. En varias entrevistas ha remarcado que su principal objetivo era hacer primero una buena película y no centrarse antes en contentar a los fans de los juegos. Por eso han optado por no adaptar una de las aventuras que ya conocíamos sino crear una enteramente nueva, aunque esté plagada de reminiscencias a la saga creada por Naughty Dog. 'Uncharted' es, primero, una película de aventuras de corte muy clásico, y en eso es un auténtico triunfo. Los videojuegos también lo eran. Tenemos todo lo que un fan de Indiana Jones podría pedir: localizaciones repartidas por el mundo, mapas, diarios llenos de enigmas, datos históricos random, tesoros, llaves, cerraduras, pasadizos secretos, trampas... Hasta la transición de un lugar a otro es un avión recorriendo el globo terráqueo.
La película es de una escala gigantesca y cuenta con un ritmo estupendo que sabe aprovechar las algo menos de dos horas que dura. Junto a Nate viajaremos de Nueva York a escenarios como una Barcelona que ocupa mucha parte del metraje (y que nos da momentos maravillosos como una persecución por Montjuic) o la costa de Filipinas. Tenemos peleas, tenemos escenas de acción que son un espectáculo visual por muy "fantasmada" que sean, y tenemos una búsqueda del tesoro que no tiene mayor pretensión de hacernos disfrutar. Fleischer y el equipo de la cinta han logrado que la película sea accesible a cualquier espectador, conozca o no los videojuegos. Aunque obviamente no inventa nada que no hayamos visto en otras películas de aventuras previas (el videojuego tampoco huyó nunca de las comparaciones con Indy o con 'Tomb Raider'), al no ser un género precisamente muy prolífico últimamente, lo que consigue es una buena sensación de déjà vu, de que apetecía un montón una aventura así, un viaje por el mundo en busca de tesoros. Siguiendo la estela de 'La búsqueda (National Treasure)' o de los propios videojuegos, 'Uncharted' es una fantástica actualización del género sin obviar lo que hace a estas películas tan divertidas.
Pero no se olvida para nada de los fans que sí han recorrido un montón de kilómetros junto a Nathan Drake. 'Uncharted' consigue tenernos tan entretenidos que los que hemos jugado a los videojuegos viviremos pocas veces esa extraña sensación de no tener el mando en la mano y estar tomando las decisiones. Pero la película sabe mantener el ADN del juego. Toda ella es una búsqueda de guiños y Easter Eggs a detalles de la franquicia, desde la recreación directa de la escena del avión de 'Uncharted 3', digna de cualquier película de Tom Cruise (aunque en esta haya mucha más "magia del cine" involucrada), a detalles del vestuario de Nate, localizaciones como el orfanato donde se criaron los hermanos Drake, e incluso el cameo del Nathan Drake original: Nolan North. El uso del tema principal de la banda sonora del videojuego es un auténtico subidón.
Tu amigo y vecino... ¿Nate?
Más allá de los guiños, 'Uncharted' funciona relativamente bien como "episodio desconocido" de la historia de Nathan. Aunque toma varios elementos de 'Uncharted 4', como la subasta, descarta el flashback del primer encuentro entre Nate y Sully y cuenta su propia historia en la que la desconfianza es la primera lección que tiene que aprender Nathan del mundo en el que se va a meter. Cuando conocemos a este Nate cinematográfico encontramos a un joven inteligente, muy seguro de sí mismo y con bastantes buenos reflejos. Pero también es un inocentón que irá viendo cómo su nuevo compinche, y todo el que se cruza en la búsqueda del tesoro, tiran a ser bastante egoístas y por muy buena relación que forjen siempre hay que tener un punto de duda. Nunca te puedes fiar de un ladrón, aunque creas que es tu aliado. Este toque más naif es el principal cambio respecto a los videojuegos, un viaje al pasado para entender cómo Nathan Drake se convierte en la persona que llegará a ser. Y aunque esta versión tiene potencial, no puede escapar de un gran problema: Tom Holland. Y no quiero que se me entienda mal. El actor está volcado en el personaje al 200%, y sigue siendo un gustazo verlo en pantalla. Pero aunque valoro que haya intentado cambiar su forma de moverse para parecer más adulto, o que se haya machacado en el gimnasio para ganar más masa muscular, al ser una versión a medio cocer de Nathan Drake no me quito de la cabeza a Peter Parker cuando le veo. Tanto él como la película, que por alguna razón busca constantemente la excusa para ponerle una bebida alcohólica en la mano, intentan huir de la imagen de niño que tenemos de él, pero su cara, su complexión y que le acabemos de ver hace tan poco de nuevo como Spider-Man no consigue que disociemos los dos personajes y sigamos viendo a nuestro amigo y vecino. Incluso en el tema de la violencia, pasamos del letal Nathan Drake que deja un reguero de cadáveres a su paso (como impera en los videojuegos) a un Nate más inexperto en esa materia pero que llega hasta a pedir perdón a uno de los matones que golpea. De nuevo, Holland ha hecho todo lo que ha podido, y aunque me encanta conocer un poco más del pasado del personaje, y funcionaría como canon dentro de la franquicia, no soy capaz de ver cómo él se convertirá en el Nathan Drake de los videojuegos.
Pero por suerte lo que sí han conseguido es que él y Mark Wahlberg tengan una química maravillosa, que es en realidad de los retos más complicados que tenían en una adaptación de 'Uncharted'. Ambos se lanzan y devuelven las pullas con mucho estilo y Wahlberg sorprende para bien como Victor Sullivan, aunque no tenga todavía el bigote tan característico del personaje. Qué curioso es Hollywood. Por culpa de tantos retrasos, el que iba a hacer de Nathan Drake ha acabado haciendo de un estupendo Sully, que encaja estupendamente las bromas sobre su edad. Hablando de bromas, la película no peca de basarse en chistes constantes, como parecían augurar los tráilers.
La película de 'Uncharted' también tiene un cierto problema con sus personajes femeninos y los villanos. Sophia Ali se convierte en Chloe Frazer, otra buscadora de tesoros que también viene de los videojuegos, y que se aliará a regañadientes con Nate y Sully para seguir la pista del oro de Magallanes. Tati Gabrielle es Braddock, una mercenaria contratada para encontrar el tesoro en nombre de la familia Moncada, quienes creen que el botín les pertenece por herencia. Los dos personajes tienen el mismo problema de que son bastante típicos, quizás más el de Gabrielle, rozando el que se pudieran eliminar de la película y no pasaría nada. Una pena sobre todo por Chloe, que en los videojuegos logra destacar bastante, y que aquí se queda solo en aptitudes que no acaban de explotar. Capitaneando la casa Moncada tenemos a Antonio Banderas, que tampoco tiene mucho espacio para lucirse y que acaba dando una interpretación que mezcla varias cadencias que ya le hemos visto antes. Igualmente, el actor sabe cómo aprovechar un par de momentos, sobre todo una conversación con Nathan, para dejarnos ver que sería un villano estupendo si le dejaran.
A la película de 'Uncharted' le ocurre un poco lo que al primer videojuego de la saga, en el que muchos supimos ver el potencial que luego Naughty Dog desplegaría a lo grande a partir del segundo. Ruben Fleischer consigue unas bases sólidas para crear una saga de aventuras que vuelva a revitalizar el género gracias a saber darnos lo que buscamos de ellas (viajes, tesoros, acción desenfadada) y a haber encontrado dos actores que quizás no son el Nate y el Sully que tenemos en la cabeza pero que pueden llegar a serlo con el tiempo y que, sobre todo, sí que cuentan con la química necesaria para llevar la saga a cuestas. Cuando llegan las dos escenas postcréditos y se avanza lo que está por venir, la sensación es de que nos subiríamos a cualquier barco, avión o coche con ellos, a pesar de que sabemos que acabarán estrellados en una escena absolutamente espectacular. Pero a eso hemos venido, a correr peligro. Con o sin un mando en la mano.
'Uncharted' está en cines desde el viernes 11 de febrero.
Nota: 7
Lo mejor: Como película de aventuras funciona a las mil maravillas. Está llena de guiños a los videojuegos, pero no hay que conocerlos para disfrutarla. La química que tienen Tom Holland y Mark Wahlberg.
Lo peor: Tom Holland no logra quitarse de encima el halo "Peter Parker". Los villanos y los personajes de Sophia Ali y Tati Gabrielle son bastante planos.