Productor, director de vídeos musicales y documentalista, el gaditano Alexis Morante se lanza al largometraje de ficción con 'El universo de Óliver', título que adapta la novela homónima de Miguel Ángel González, quien participa también en el guion. Una mirada honesta a la España de los años 80, con la que el realizador evoca la mirada social del cine ochentero, al tener un espíritu que recuerda al de la emblemática 'Cuenta conmigo' de Rob Reiner y que rememora que esa década no fue nada fácil para la sociedad española, en pleno momento de desindustrialización y otros cambios sociales y políticos provocados por el ingreso de España en la UE.
Aunque sea una adaptación de una novela, es imposible no pensar que hay cierta mirada nostálgica y autobiográfica en 'El universo de Óliver', dado está ambientada en 1985, en un momento en el director vivía su plena infancia. Una sensación que se remarca más al tener como protagonista al hijo preadolescente de una familia gaditana que deja Madrid para afincarse en el antiguo pueblo del padre del clan, en Campo de Gibraltar. Ya desde el momento en el que Morante, quien firma el guion junto con Miguel Ángel González (autor del libro), Ignacio del Moral y Raúl Santos, opta por tener como protagonistas a una familia de clase trabajadora y que el escenario sea un pueblo de provincias, provoca que la cinta se vea desde una perspectiva social.
Más allá de las malas decisiones del cabeza de familia (percibiéndose también una sutil crítica a una figura patriarcal que ya en los 80 daba síntomas de desgaste), 'El universo de Óliver' busca traer ese espíritu de drama social combinado con los elementos fantásticos propios de las películas de la época, aunque la cinta esté más cerca de 'Cuenta conmigo', sus niños protagonistas también evocan a 'Los Goonies' y a 'E.T., el extraterrestre', especialmente en sus secuencias más cercanas a la ensoñación, que muestra esa mirada esperanzadora propia de la infancia, que es capaz de ver la luz incluso en los momentos más adversos.
Una mirada entrañable y honesta a esos niños de la España de los 80 y sus familias
Ese encanto, más el enfoque social adulto, convierten a 'El universo de Óliver' en una propuesta atípica en la industria española, aunque cada vez más habitual, pues la ópera prima de Morante sigue el camino trazado por la intimista propuesta de Manu Gómez con 'Érase una vez en Euskadi', también una ópera prima que narraba con una mirada costumbrista a esa España de los 80, contando también desde otra perspectiva el auge del terrorismo en País Vasco, bajo la mirada de niños vascos procedentes de familias andaluzas que llegaron a la región en busca de un mejor futuro.
Largometraje familiar y drama social al mismo tiempo, 'El universo de Óliver' consigue ser una propuesta notable gracias también a sus personajes protagonistas. El joven Rubén Fulgencio funciona como niño soñador que espera al cometa Halley; mientras que sus padres, interpretados por unos estupendos Salva Reina y María León, reflejan muy bien la situación de una familia de clase trabajadora en el que el progenitor tenía tantas ambiciones aspiracionales que se le olvidó que no había, como dice el refrán, 'construir la casa desde el tejado', mientras que Morante muestra la fuerza de esas madres de los años 80, auténticas superheroínas que supieron adaptarse a los cambios que estaban por llegar; mención especial para Pedro Casablanc, que recuerda lo importantes que han sido siempre los abuelos en la sociedad española.
Puede que no sea esa película que revolucione el género, pero 'El universo de Óliver' tiene ese toque especial que le caracteriza a producciones en las que se ha puesto mucho mimo y entrega. Una notable ópera prima que pone en órbita a un director que ha sabido mirar desde otra perspectiva a una década tan idealizada como son los años 80.
Nota: 7
Lo mejor: La mezcla entre fantasía y drama social.
Lo peor: Al principio le cuesta arrancar y situar al público en la trama.
