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CRÍTICA

'Upon Entry (La llegada)': La bienvenida más honesta

Crítica de 'Upon Entry (La llegada)', ópera prima de Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez. Protagonizada por Alberto Ammann y Bruna Cusí. Premio al mejor actor en el 26 Festival de Málaga.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 18 de Junio 2023 | 10:10
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Upon Entry (La llegada)': La bienvenida más honesta

A finales del año pasado, los venezolanos Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez estrenaron en el Tallinn Black Nights Film Festival su ópera prima, 'Upon Entry (La llegada)', donde obtuvieron el Premio FIPRESCI y con la que iniciaron así su andadura ya más con la mirada puesta en la temporada de premios del año siguiente, especialmente en un 2022 marcado por debuts potentes como el de Carlota Pereda con 'Cerdita', Mikel Gurrea con 'Suro', Elena López Riera con 'El agua', Avelina Prat con 'Vasil' o, sobre todo, Alauda Ruiz de Azúa con 'Cinco lobitos'.

'Upon Entry (La llegada)': La bienvenida más honesta

Y fue un certero movimiento, dado que la cinta causó sensación en la pasada 26ª edición del Festival de Málaga, donde se alzó con el premio al mejor actor para Alberto Ammann. Su estreno ahora en el inicio del verano marca ya el inicio de llegada de películas a las que tener en cuenta de cara a la temporada de premios que está por venir (y que realmente ya comenzó de manera sibilina con la Berlinale y de manera mucho más contundente en Cannes). Y, la verdad, aunque suene prematuro decirlo, se está ante uno de los mejores largometrajes españoles de este año.

'Upon Entry', en apenas 77 minutos, consigue atrapar completamente al público con una puesta en escena austera y minimalista, gracias a una premisa directa y frontal. Una pareja de treintañeros, él es un urbanista de origen venezolano que lleva ya unos radiados en Barcelona y ella es una bailarina y profesora de danza que deja su Barcelona natal, busca nuevas oportunidades laborales en Estados Unidos. Todo parece marchar bien, tienen sus visados aprobados, todo está verificado, sólo tocar hacer una escala en Nueva York para llegar a Miami, donde piensan instalarse.

Upon Entry

Por un cambio burocrático, que se revelará a lo largo del film, ambos son retenidos en la aduana, en la zona de inmigración del aeropuerto de Nueva York, donde tendrán que vivir un nuevo proceso de inspección. La premisa, en realidad, es el retrato de la vida misma de millones de migrantes en que llegan tanto a Estados Unidos como a otros países desarrollados. La historia está basada en las vivencias de los propios directores, de nacionalidad venezolana, los cuales han tenido (tanto ellos como sus familiares) que vivir inspecciones más humillantes incluso de las que se reflejan en la cinta, que ya de por sí es incómoda.

Un thriller de fuerte crítica social y sobre la realidad kafkiana que viven millones de migrantes

Rojas y Vásquez, quienes también firman el guion, componen un brillante thriller psicológica y de una situación digna de 'El proceso' de Kafka. Un malentendido puede provocar un auténtico infierno y más si se intenta entrar en Estados Unidos, donde todo viajero es sospechoso de terrorismo o de querer quedarse ilegalmente en el 'país de las oportunidades'. El tándem de cineasta desnuda el mito del 'sueño americano' y muestra la impunidad con la que puede actuar la policía estadounidense frente al viajero, dado que el cuerpo policial del país norteamericano tiene potestad de manipular y de mentir con tal de 'proteger la seguridad ciudadana', cosa que no sucede en otros países. Lo que provoca un tipo de violencia policial psicológica, de las que apenas se ven en la gran pantalla.

Upon Entry

Eso se refleja en la manera en la que tratan a Elena, la bailarina encarnada por Bruna Cusí, ciudadana española, o sea, europea, proveniente del Primer Mundo y la cual no se libra de la humillación y el terror que imponen unos interrogatorios impropios de un país democrático. Es, por otro lado, fascinante cómo Rojas y Vásquez saben perfilar las diferencias de reacción entre Elena y su novio, Diego, quien muestra un talante más comedido, acostumbrado ya a haber tenido que vivir interrogatorios similares, dada su condición de ciudadano sudamericano, proveniente de ese 'Segundo Mundo' de los países considerados en desarrollo.

Se inicia así un auténtico cuento de terror, en el que sólo hacen falta una sala de interrogatorios, dos policías en actitud amenazante y dos ciudadanos normales que buscan una oportunidad en un país de espíritu inhóspito. Rojas y Vásquez manejan a la perfección los tiempos, con una trama sublime en la que se van revelando poco a poco los datos y con un giro narrativo que provoca que lo que parecía solamente un vil retrato de la falta de humanidad de los procesos aduaneros (esos interrogatorios no suceden si lo que viene de España o Venezuela son artículos de lujo o materias prima), se torne también en algo más profundo.

Upon Entry

Por un lado, es un potente thriller social, en el que deja en evidencia una serie de praxis que invitan a cuestionar sobre las inspecciones migratorias. Por otro lado, tiene tintes de comedia negra, en la que la pareja protagonista vive una situación que bien podría haber creado Ruben Östlund. Es más, en este evento desafortunado, bien podría compararse el cruel interrogatorio con el falso alud que se vive en 'Fuerza mayor', en el que se ven las reacciones más primitivas, aquellas que la mente no puede controlar.

Un sublime debut

La combinación resulta brillante y más con una puesta en escena austera que incrementa la sensación de claustrofobia (y que bien podría adaptarse al teatro, algo que deberían también plantearse los cineastas). No obstante, esto no hubiera sido posible sin su reparto. Bruna Cusí está magnífica, aunque quien deslumbra es Alberto Ammann. El argentino se mimetiza en esa generación de venezolanos que han tenido que huir del país por el régimen bolivariano que ha provocado una crisis económica, democrática y migratoria sin precedentes. El intérprete muestra a un buen hombre que se ha visto envuelto en una serie de situaciones que harán dudar al público sobre su honestidad.

Mención para Laura Gómez y Ben Temple, quienes representan las dos caras de la violencia policial estadounidense. Ella es el poli malo, en el que se muestra una sibilina crítica a aquellos hijos de inmigrantes que se vuelve tremendamente feroces con aquellos que podrían ser como sus padres, reflejando así la lógica de que un colectivo oprimido muy probablemente tenderá a oprimir a otro. Él es el poli bueno, arrogante y con la creencia de que vive en el mejor país del mundo, hasta el punto de que se intuye de que no sería capaz de ubicar España en un mapa.

'Upon Entry (La llegada)' en apenas 77 minutos es capaz de atrapar; gracias a unos cineastas que tienen muy claro qué quieren narrar, mostrando una habilidad fascinante para crear diferentes capas en su relato. Con el añadido de un elenco de actores magnífico, se está ante uno de los mejores debuts del año.

8
Lo mejor: La tensión y la claustrofobia que los directores mantienen hasta el final. La sublime interpretación de Alberto Ammann.
Lo peor: Da la impresión de que es comedida en su crítica, podría haber cargado más las tintas.
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