Santiago Segura está en modo Marvel. Por quinto año consecutivo, regresa a la gran pantalla para la temporada estival. Ya el pasado 2022, el actor y director vino por partida doble con la tercera entrega de 'Padre no hay más que uno' y la segunda de 'A todo tren', aunque esta segunda no la dirigía él y el protagonismo lo cedió a Paz Vega y Paz Padilla. En esta ocasión, hay un cambio sustancial: el madrileño se atreve con una propuesta completamente original en 'Vacaciones de verano'.
Con el guiño a la mítica canción de Fórmula V, 'Vacaciones de verano' no es un remake de un éxito extranjero, como lo fueron las primeras entregas de 'Padre no hay más que uno' y 'A todo tren'. Eso sí, en este salto sin red, Santiago Segura, quien vuelve a contar con Marta González de Vega como coguionista y cuenta con un papel en la cinta, opta por traer parte de los elementos que triunfaron en sus anteriores películas. Destaca sobre todo el tándem que monta con Leo Harlem, con quien busca reproducir ese feeling que tuvieron en 'A todo tren'.
Esa apuesta funciona en ciertos momentos, como también el volver a contar con un auténtico batallón de niños, los cuales parecen estar sacados de una de las entregas de 'El pequeño Nicolás'. Hay situaciones muy cómicas, de humor muy físico que consiguen el equilibrio en ser una película de ambición familiar, aunque con ciertas situaciones algo ácidas. Por otro lado, la cinta tiene perfiles muy concretos de personajes, cada uno es diferente, lo que permite ver cierta coralidad en su trama.
Entretenimiento familiar de evasión
Ahora bien, eso no quita que la fórmula se sienta algo vista, cosa lógica tras venir de dos sagas potentes (especialmente la de 'Padre no hay más que uno', que logrado tener una identidad propia muy concreta). Eso sí, no impide que el filme se disfrute, Segura sabe hacer funcionar los resortes, aunque estos sean viejos conocidos. Y, al final, eso es lo que importa.
'Vacaciones de verano' funciona como divertimento justo para esta temporada, consigue tener el alma de esa producción pensada para todos los públicos con la que evadirse un momento tanto de las tórridas temperaturas del verano como de la situación social y política que se está viviendo. Un momento de puro entretenimiento en lo que Segura sabe ofrecer lo mejor de su estilo de cine, por cierto, ya imitado aunque sin llegar a los buenos resultados que ha logrado su sello original.
Lo mejor: Ciertas secuencias de humor más físico.
Lo peor: La fórmula comienza a sentirse ya vista.