Después de rodar 'Caras y lugares', la gran cineasta Agnès Varda realizó el que se considera su gran despedida del séptimo arte: 'Varda por Agnès', documental que la directora mostró fuera de competición en el 69º Festival Internacional de Cine de Berlín, antes de fallecer a los 90 años el 29 de marzo de este año. Ahora llega a salas comerciales el que es un tributo a su propia carrera, una retrospectiva de sus diferentes vidas, como cineasta, como fotógrafa, como artista, como mujer, un largometraje con el que da una auténtica clase magistral de cine.
La cineasta se sienta delante de un teatro, rodeada de público, para explicar su visión sobre el cine. Inspiración, creación, compartir son las tres palabras que guiaron su vida como cineasta. Agnès Varda hace un repaso a su filmografía, así como también a lo que ha vivido a lo largo de su carrera, que empezó en 1955 con su ópera prima, 'La Pointe Courte', considerada la piedra angular de la Nouvelle Vague. Una artista que nunca perdió la curiosidad, que reflexionó con seriedad sobre los problemas de la vida, mostrando con su mirada cinematográfica las vidas de muchas personas olvidadas por el sistema, siempre con una mirada esperanzadora y creyendo en la bondad del ser humano.
Clase magistral de cine
Desde el inicio de los créditos iniciales, elegantes y evocadores, Varda comienza con su clase magistral, reuniendo a un buen número de asistentes; la cineasta, con mirada humilde pese a la importancia de su legado, comienza su parlamento. 'Varda por Agnès' es un auténtico ejercicio de legado cinematográfico, en el que la realizadora hace una retrospectiva de una forma propia de una profesional que es conocedora de su propio legado, mirándolo desde la memoria y explicándolo de la manera en que entiende el cine.
Inspiración, creación, compartir, las tres palabras con las que define su mirada. Varda explica cómo esos tres pilares han influido en su carrera tanto cinematográfica, como de fotógrafa y artista plástica. En ese viaje, puede conocerse la obra de una mujer que siempre tuvo curiosidad, que nunca se cansó de crear, incombustible hasta el final, ya que el repaso de su obra no es tanto unas memorias, sino más bien un repaso que sirve para conocer cómo ha ido evolucionando su manera de ver el cine y la vida, y de cómo el séptimo arte puede ser una herramienta para narrar lo que ocurre en la sociedad.
El testamento de una figura excepcional
Para ello Varda enseña fragmentos de su carrera, de su vida con Jacques Demy, de anécdotas. La cineasta muestra cómo talento, compromiso social y visión artística han sido también sus acompañantes, prueba de ello son piezas de filmes míticos de su carrera como 'Daguerrotipos', 'Cléo de de 5 a 7', 'La felicidad', 'Jane B. por Agnès V' o 'Jacquot de Nantes'. A ello se añaden conversaciones con protagonistas y amigos, es maravilloso ver a Varda charlando con Sandrine Bonnaire mientras recuerdan 'Sin techo ni ley' o de cómo juntó a dos leyendas vivas del cine, Robert De Niro y Catherine Deneuve, en un encantador lago en 'Las cien y una noches'. Finalmente, la cineasta cierra con 'Caras y lugares', con el que se veía que su curiosidad, que su afán por retratar de forma artística la vida, la idiosincrasia, seguía ahí aunque los años pasasen.
'Varda por Agnès' es un maravilloso ejercicio cinematográfico, un testamento hecho para reconocer a una figura histórica que, cabe recordar, durante muchos años no estuvo lo suficientemente reconocida por el público, no así en medios especializados. Por otro lado, la cineasta, en su afán de seguir creando, logra configurar un filme cercano, con el que abre las puertas a iniciados para comprender su manera de ver el arte. Sinceramente magistral, un largometraje de despedida digno de ese gran genio que fue Agnès Varda.
Nota: 10
Lo mejor: Como explica Varda los tres pilares artísticos de su carrera.
Lo peor: Pensar que esta maravilla cinematográfica se ha visto como serie de televisión en Francia. ¡Estrenenla en cines!