Liam Neeson ha vuelto para vengarse, otra vez más. Pero esta vez lo hace con un auténtico soplo de aire fresco (o en este caso helado). Hablamos de esta comedia negra, dirigida por Hans Petter Moland, cineasta noruego que da el salto fuera del cine escandinavo con este remake de 'In Order Of Disappearance', cinta de 2014 protagonizada por Stellan Skarsgård y dirigida por el propio Moland.
El director cambia el paisaje nevado de Noruega por las imponentes montañas blancas de Alberta, Canadá, que sirven como escenario para representar la ciudad de Kehoe, Colorado. Las localizaciones y los preciosos paisajes blancos se prestan para crear una fotografía cuidada que adorna esta revisión del thriller convencional que, salvando las distancias, recuerda a 'Fargo'.
Un necesario cambio de ritmo
Aquellos miembros de la audiencia que esperen encontrarse con otra predecible película de acción con Neeson como protagonista, se van a llevar una decepción al encontrarse con 'Venganza bajo cero', que funciona más bien como una parodia de la carrera del actor como hombre de acción; la edad del protagonista y su falta de experiencia en el mundo criminal forman parte de la esencia cómica del filme, que utiliza un tipo de humor peculiar, cercano al absurdo y basado en la incomodidad de los silencios y situaciones ridículas. Todo esto, para presentar una versión realista y mundana, rozando lo cutre, de lo que podría esperarse de Neeson. Aunque os advertimos que las sensibilidades cómicas del libreto no son para todos los gustos. El running gag que acompaña cada muerte es especialmente ocurrente, un chiste que consigue dar ritmo sin resultar tedioso.
Más allá de la comedia, el director sabe imprimir potencia y agresividad a las escenas de violencia, moviendo la cámara de forma inteligente, sin demasiada floritura pero aportando energía visceral a cada golpe o disparo en pantalla. Todo dentro del tono y estilo del filme, que no se acerca, ni lo pretende, a títulos como 'John Wick' o la propia 'Venganza', protagonizada por Neeson en 2008. Además, Moland genera cierto impacto visual con las dosis de gore de la acción, mostrando la suficiente cantidad de sangre como para ganarse alguna posible reacción del público, pero sin excederse o distraer de su auténtico cometido, el aspecto de thriller y comedia negra.
Una trama delirante
Formada por distintas subtramas paralelas, que se van acercando y encontrando a medida que los hechos se desarrollan, la trama comienza a ganar tracción con la primera mitad del metraje, para luego explotar en un segunda mitad mucho más delirante. En el guion destacan cuatro puntos de vista: el protagonista (un padre en busca de venganza) y el antagonista, un personaje absolutamente insufrible y desagradable (racista y machista), que es demasiado caricaturesco en comparación al resto del elenco. Metido en mitad de todo esto está el cuerpo de policía, representado por el apático jefe de policía local y una agente empeñada en descubrir qué está pasando en la tranquila localidad.
Además, nos encontramos con los nativos americanos, criminales rivales del villano, que tienen su propia venganza en marcha, una subtrama que deja reflexiones acerca de la desaparición de su cultura y la "convivencia" de su comunidad con el resto de ciudadanos del lugar, todo siempre en forma de comedia. Estas historias paralelas se desarrollan de forma conjunta, pasando a la vez y creando un auténtico embrollo, manejado de forma más o menos eficiente.
La subtrama policíaca destaca por el personaje de Emmy Rossum, conocida por dar vida a Fiona en la serie 'Shameless (US)', una joven agente de policía motivada que también aporta algún que otro momento cómico. En lo que al elenco femenino respecta, es importante remarcar la representación de las mujeres en el film, que destacan por ser más fuertes e inteligentes que el resto del reparto. Hablamos de Julia Jones (ex-mujer del villano, que no tiene tiempo para su vida profesional), Laura Dern (la mujer del protagonista), o la propia Rossum. Sin embargo, la película desperdicia el talento de Dern, que brinda una interpretación sólida que destaca, a pesar del poco material que tiene para trabajar.
En resumen
'Venganza bajo cero' es una entretenida y delirante comedia negra que sorprende por su inesperado tono y la su forma de desafiar las expectativas y convenciones del género, además de la imagen de Neeson como héroe de acción. El ritmo fluye bien, a excepción de un segundo acto algo farragoso por culpa del montaje, ante lo cual es imposible no mencionar un momento concreto que incluye un error de edición imperdonable. La escena en particular, una conversación, está ensamblada sin ninguna fluidez, un personaje "salta" de un lugar a otro entre planos, creando un extraño efecto de salto de eje o jumpcut. Por lo demás, la película funciona de forma eficiente, aunque su estilo sea algo poco particular, hará las delicias de los fans de la comedia negra.
Nota: 8
Lo mejor: Su aspecto de comedia negra que rompe con las convenciones del género.
Lo peor: Que las distintas tramas se enreden demasiado, alargando el metraje. Un error de montaje garrafal.