La actual cruzada de Martin Scorsese contra las películas de Marvel tiene mucho de generacional, de un maestro que no entiende lo que otros más jóvenes están haciendo (ni quiere entenderlo), pero también entraña una importante queja, preocupación y crítica al estado de la industria del cine. Es cierto que las películas son cada vez más formularias y siguen las pautas de lo que el público quiere y espera, y eso es algo que no solo ocurre en Hollywood: en España se estrenan muchísimas comedias cortadas por el mismo patrón y no pocos thrillers muy similares entre sí. Productos que no arriesgan ni aportan, y ni siquiera todos ellos cumplen su propósito principal, que es funcionar en taquilla.
Tengo la sensación de que Scorsese estaría encantado con 'Ventajas de viajar en tren' si la viera. Puede que sea la película española más arriesgada, original e indescriptible que llegará a las salas este año. La ópera prima de Aritz Moreno (que ya venía haciendo ruido con cortos como 'Cólera') es una enloquecida apuesta por el puro hecho de contar historias. Contarlas, oírlas, compartirlas con desconocidos en un tren; dejarse llevar por el relato ajeno, dejarse invadir, obsesionarse y volverse majara. No le da al público lo que quiere y espera, pero sí lo que necesita.
Basada en el libro de Antonio Orejudo y con un guion de Javier Gullón ('Enemy'), 'Ventajas de viajar en tren' teje una filigrana de historias protagonizadas por distintos personajes. Algunas están dentro de otras en una especie de muñeca rusa, otras se revelan como invenciones y son sustituidas por versiones que podrían ser menos ciertas aún. Lo único que tienen en común es una constante inquietud, una incomodidad que nace de lo raro, lo imprevisible, lo turbio. Una atmósfera que descoloca y, por todo lo anterior, divierte. Te ríes bajito y perplejo, pero te ríes, porque la risa es la única respuesta posible en algunos momentos de la vida.
Lo primero que llama la atención es que una ópera prima cuente con un reparto tan estelar: Luis Tosar, Pilar Castro, Ernesto Alterio, Quim Gutiérrez, Belén Cuesta, Macarena García, Javier Botet... Estarán Antonio de la Torre y Javier Gutiérrez contentos de que no los llamaran, pero es que no había sitio para más. Lo mejor es que muchos de ellos están aquí haciendo papeles que se salen de su zona de confort: Quim Gutiérrez hace de hombre maltratado y feo (lo último le sale regular), Luis Tosar de hombre trastornado, Javier Botet haciendo de humano... Ya solo por el juego de transformaciones al que se someten algunas de las caras más conocidas de nuestro cine, 'Ventajas de viajar en tren' vale la pena.
No solo en el fondo, sino que este "novato" arriesga en la forma. No es que haga nada que no se haya visto antes, pero el vasco escapa de todo naturalismo en su debut. Con la ayuda del director de fotografía Javier Aguirre y el director de arte Mikel Serrano (ambos ganadores del Goya por 'Handia') construye un universo propio totalmente estilizado, anacrónico, surrealista. Bebe de esos autores contemporáneos que están marcando a las nuevas generaciones cinéfilas: los colores vivos y la fotografía saturada de Wes Anderson, el elegante baile de cámara del Paul Thomas Anderson de 'Magnolia', la atmósfera enrarecida de Yorgos Lanthimos, esas grandes angulares... También tiene el aire romántico y onírico de 'Amélie', a la que inevitablemente recuerda en su fragmento en París. Hay mucho de Francia en esta película, quizá porque hay dinero galo en la producción, y lo cierto es que el público del país vecino podría responder de forma más receptiva a esta propuesta que nosotros.
Un milagro
Que un director primerizo haya podido levantar un proyecto tan extravagante, y no solo eso, que la película cuente con esta factura y este reparto y llegue a los cines respaldada por una distribuidora mediana como Filmax no se puede calificar con otra palabra: es un milagro. Todos los involucrados se tiran a la piscina sin agua, en especial los productores y distribuidores, sabiendo que estamos en una época muy saturada en las salas (y en las pantallas en general) y que es difícil atraer al público a ver cine español en general. Pero que quede claro: estamos ante la ópera prima más innovadora y sorprendente de nuestro cine desde que llegó Carlos Vermut.
"Por qué tanto esfuerzo de libros y películas en parecer reales si todo el mundo sabe que no lo son", dice uno de los personajes de 'Ventajas de viajar en tren'. "La verosimilitud me aburre, está sobrevalorada". Nuestro cine está repleto de esas propuestas realistas, muchas enfocadas en contar un capítulo de nuestra historia o denunciar una realidad social. Y algunas de esas películas son maravillosas, pero hay que celebrar que llegue a los cines una voz nueva y personal, y una que simplemente quiere contarnos historias. Citando a otro personaje de la película: "Me da igual que sean reales o no... son buenas".
Nota: 8
Lo mejor: Que exista una propuesta tan distinta y se haya llevado a cabo con estos recursos
Lo peor: No es perfecta, claro que no, pero eso es parte de su encanto