Que la comedia feel-good francesa es uno de los principales agentes exportadores del cine galo es una realidad innegable. Tras el cine de Luc Besson o cintas de acción como la saga 'Venganza' o sucedáneos, Francia se ha convertido en la industria cinematográfica europea más potente a nivel global gracias a títulos amables con actores que han logrado convertirse en estrellas más allá de sus países de origen, como el caso de Christian Clavier. Actor de sagas como 'Astérix' o 'Los visitantes', el público español empezó a reconocerle con el éxito 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?' y ahora estrena 'Un verano en Ibiza', que llega a salas comerciales tras haber arrasado en la taquilla francesa hace apenas un mes.
Philippe es podólogo, tiene unos sesenta años y es bastante conservador. Está saliendo con Carole, una mujer bastante más joven que él y que es madre de unos adolescentes bastante rebeldes. Va a llegar el período de vacaciones y Julien, el hijo de Carole, está cansado de los planes de su padrastro. El chaval consigue una promesa: si aprueba todo, él elegirá el próximo destino para pasar las vacaciones. Julien consigue su propósito y la familia entera viaja hasta Ibiza. Para Philippe, que buscaba unos días de tranquilidad, viajar hasta la isla española se convertirá en una pesadilla.
Una película hecha para lucimiento de Christian Clavier
'Un verano en Ibiza' no es la primera comedia en aprovecha la fama de juerga, fiesta y desmadre de la ciudad balear, hace un año Netflix lanzó la regulera 'Ibiza', en la que Gillian Jacobs se soltó la melena con Vanessa Bayer y Phoebe Robinson, además de tener una aventura con Richard Madden. El resultado con la propuesta francesa es bastante similar, una sucesión de clichés envueltos en situaciones cómicas algo rancias.
Los clichés no ayudarán a que la película entre por los ojos del público español, muy crítico con la mala representación cultural. Pero lo que hace 'Un verano en Ibiza' una película bastante floja es que produce una clara sensación de déjà vu, al ofrecer una propuesta hecha por y para que Christian Clavier se luzca.
El papel de Clavier está hecho a su medida: burgués sesentón, con aire conservador que queda atrapado una trama que le lleva al límite, algo que ha podido verse en títulos como 'Con los brazos abiertos', '¿Dónde está mamá?' o la ya citada 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?' y su secuela, que en España se estrenará a finales de año. Eso sí, el filme carece de la chispa ácida de la saga 'Dios mío', estando más en la línea de los últimos trabajos del actor, para consumo rápido y hacer caja.
Un desmadre algo flojo
Clavier está en su salsa, tanto que no deja lucirse al resto de actores, estando Mathilde Seigner, hermana de Emmanuelle Seigner, completamente desdibujada, de la misma forma en que quedó Elsa Zylberstein en la nombrada 'Con los brazos abiertos'.
Todo esto convierte a 'Un verano en Ibiza' en una propuesta que se queda bastante lejos de propuestas similares como 'Vacaciones con mamá', 'Primeras vacaciones' o 'Eyjafjallajökull (o simplemente el volcán)'. Un desmadre solo para incondicionales del humor de Clavier.
Nota: 3
Lo mejor: La constancia de que el cine francés sigue logrando exportar éxitos de taquilla.
Lo peor: Humor rancio, machista y trasnochado, hecho para fans de Clavier.