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CRÍTICA

'El vientre del mar': El hombre frente a sus instintos más primarios

Crítica de 'El vientre del mar', dirigida y escrita por Agustí Villaronga. Basada en un capítulo de la novela 'Océano mar' de Alessandro Baricco. Biznaga de Oro a la mejor película en el 25 Festival de Málaga.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 12 de Noviembre 2021 | 09:15
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Mucha expectación había con el regreso de Agustí Villaronga tras 'Nacido rey', filme inédito en España como consecuencia de la pandemia del COVID-19. Su propia mirada sobre un capítulo de la novela 'Océano mar' del italiano Alessandro Baricco, que está basada en una tragedia real, conquistó al jurado de la 24ª edición del Festival de Málaga, donde 'El vientre del mar' se alzó no solo con la Biznaga de Oro al mejor largometraje, sino también con otros cinco galardones (mejor dirección, mejor actor, mejor fotografía, mejor música y mejor guion), lo que la convirtió en la gran protagonista del certamen.

El vientre del mar

Ahora bien, ante tanto reconocimiento, tocaba mirar qué es lo que ha hecho que una obra aparentemente poco ambiciosa se haya convertido en una de las protagonistas de la temporada de premios. A diferencia de anteriores títulos de Villaronga como 'Incierta gloria' o 'Pan negro', 'El vientre del mar' es una producción de muy pocos recursos, siendo estos tremendamente aprovechados, gracias a una fotografía magistral, obra de Josep M. Civit y Blai Tomàs; a una escenografía experimental, obra de Susy Gómez, que combina lo teatral con lo cinematográfico, y, sobre todo, dos actores que viven un auténtico duelo interpretativo.

Los afilados diálogos entre Roger Casamajor y Óscar Kapoya son la principal virtud de un filme que explora los límites del ser humano con una catástrofe de trasfondo. Villaronga tiene experiencia en mostrar el lado más extremo, despiadado y cruel de la psique del hombre, como bien pudo verse en 'Tras el cristal' o 'El mar'. En el caso de 'El vientre del mar', saca a relucir cómo la desesperación y el hambre descontrolan los instintos más primarios, deshumanizando completamente a unos náufragos que terminan envueltos en un juego de 'perro come perro' brutal que el cineasta cuida muy bien de narrar de forma tan gráfica que es capaz de prescindir de escenas muy explícitas.

El vientre del mar

Roger Casamajor y Óscar Kapoya deslumbra con su duelo interpretativo

Bien es cierto que, aunque Villaronga haya querido rehuir abrazar el término 'experimental', esta etiqueta es en la que mejor encaja la cinta. Lo es porque el naufragio y posterior pérdida de humanidad de sus protagonistas aprovecha sus escenarios teatrales para crear una especie de metáfora con el concepto de naufragio en sí, vinculando la tragedia de la fragata Alliance en 1816 en una alegoría de diferentes siniestros marinos, llegando a hacer un símil con las desgracias que padecen muchos inmigrantes que se lanzan al Mediterráneo, muchos de ellos encontrando la muerte como fatal destino.

El vientre del mar

Si a ello se le suma unos diálogos con los que Casamajor y Kapoya están más cerca del lenguaje teatral que del cinematográfico, el resultado es una extraña combinación que cautiva gracias al desempeño de su tándem protagonista, así como por una teatralidad que se combina con otras secuencias que sí muestran lo claustrofóbico que puede llegar a ser estar en mar abierto. Quizás sea la obra más austera de Villaronga, lo que no impide que pueda medirse cara a cara con anteriores filmes del realizador catalán. Eso sí, queda la incógnita de lo ambiciosa que hubiera podido ser de haber contado con un presupuesto mayor.

Nota: 7

Lo mejor: El duelo interpretativo de Roger Casamajor y Óscar Kapoya, este último deslumbra y habrá que estar muy atento a lo que haga próximamente.

Lo peor: Su ritmo y sus diálogos teatrales no serán del gusto de aquellos que prefieran una propuesta más cinematográfica.

Películas
  • Año: 2020
  • 76 min. España Drama