Aunque a través de la ficción muchos directores han narrado experiencias y vivencias personales, es el documental el que es capaz de contarlo de una manera mucho más íntima y personal, abriéndose de manera más profunda a través del arte. Es lo que pudo verse en 'Uncle Howard', en la que Aaron Brookner rinde tributo a su tío, el fallecido Howard Brookner; también sucede con 'A media voz', en la que dos directoras cubanas narran su camino vital desde que huyeron de su país a España y Suiza y cómo buscaron establecerse como cineastas.
Más en la línea de 'A media voz', llega ahora 'Visión nocturna', documental de la chilena Carolina Moscoso, en el que realiza una auténtica catarsis personal, pues el filme es un diario en el que narra una experiencia que le marcó para siempre. Desde joven, siempre grabó lo que veía a su alrededor. Su vida cotidiana cambió cuando cumplió los 18 años, pues fue violada por un joven al que acaba de conocer. Se inicia así el filme, que se convertirá en un proceso de sanación personal del que el público será testigo.
Aunque Moscoso registra buena parte de su vida, debido a lo doloroso de la experiencia, no grabó esos momentos más dramáticos y traumáticos. No obstante, la documentalista opta por utilizar imágenes que sirvan de metáfora para lo que siente. Surge así la idea artística de combinar los diferentes tipos de luz, de iluminación, de visión. Uno que resplandece, uno cuya oscuridad no permite ver y otro que está casi en penumbra, como si estuviese al acecho. Esa apuesta visual sirve para elevar al filme a otro nivel artístico.
Imágenes abstractas para un poderoso mensaje contra la violencia hacia las mujeres
A pesar de que Moscoso tiene esa mirada artística que realza al filme, la documentalista se centra en la denuncia social y su proceso personal. Es ahí cuando queda en evidencia el sistema judicial, así como la visión de los sanitarios sobre los casos de violación y abuso sexual. Moscoso muestra de forma palpable lo que una víctima tiene que soportar y cómo su testimonio se pone en duda de una manera poco ética, así como también se evidencia que la realidad de las mujeres en Chile es inhóspita, especialmente cuando se trata de acceder a métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados provenientes de un abuso, lo que viene a recordar lo mucho que falta en la lucha de derechos y cómo, una vez logrados, deben velarse y proteger constantemente.
Cierto es que su enfoque social es certero. No obstante, la manera en la que Moscoso realiza el filme, como si fuese un diario, tiene un toque abstracto que diluye ligeramente su poderoso mensaje, el cual, finalmente, no deja claro si se trata de una advertencia personal o de una denuncia sobre el sistema judicial, lo que hace que se empañe el resultado final. Aun así, se trata de un testimonio cuya mirada cinematográfica bien vale un visionado.
Nota: 6
Lo mejor: La denuncia social que hace desde una horrible vivencia personal.
Lo peor: Sus abstractas imágenes dispersan el mensaje.