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CRÍTICA

'Vivir dos veces': Ni mucha comedia, ni mucho drama

La nueva película de María Ripoll no consigue brillar ni en su humor ni en la más sentimental.

Por Inés Menéndez Valledor 6 de Septiembre 2019 | 09:19

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María Ripoll, la directora con el título a la película más taquillera dirigida por una mujer española en nuestro país, está de vuelta. Y lo hace con un reparto que no deja a nadie indiferente: Inma Cuesta ('La novia', 'Arde Madrid'), Oscar Martínez ('Relatos salvajes', 'El cuento de las comadrejas'), Nacho López ('¿Qué te juegas?') y Mafalda Carbonell, esta última en su primera actuación en una película. La directora barcelonesa llevaba desde 2016 sin sacar un nuevo proyecto tras unos años donde no paraba de trabajar, con películas como 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas' o el gran éxito de 'Ahora o nunca', y para su vuelta lo hace con una película centrada en la comedia, como es habitual en ella, pero en este caso con muchas dosis de emoción.

 'Vivir dos veces'

'Vivir dos veces' nos presenta a Emilio, un profesor de matemáticas de la universidad ya jubilado a quien se le diagnostica Alzheimer. Para sorpresa de su hija, el personaje interpretado por Óscar Martínez decide emprender un viaje en busca de su amor de juventud y de la que no sabe nada desde hace años. Padre e hija acabarán realizando este viaje junto a Blanca, nieta de Emilio y Felipe, el yerno. Los cuatro forman una familia disfuncional en camino a no se sabe muy bien dónde con la esperanza de encontrar al gran amor de su abuelo antes de que, en palabras del propio Emilio, se olvide de ella.

El viaje, que ocupa la parte central de la película, acaba convirtiéndose en ese momento en el que todos los personajes deben enfrentarse a todos los engaños que ellos mismos se han hecho y encontrar el valor para cambiar su vida, o empezar una nueva. La búsqueda de Emilio y sus errores del pasado acaban reflejándose en las otras dos generaciones presentes en ese coche que se recorre media España en busca de una señora de la que solo se tiene una foto de Facebook. Julia y Felipe deberán enfrentarse a la situación de su relación y Blanca a todo lo que implica ser preadolescente en el mundo actual rodeado de tecnología.

Pero esas historias secundarias que deberían completar el viaje y llegar a un punto de inflexión no consiguen desarrollarse antes de llegar a su punto álgido y acaban por quedarse a medio gas. Los problemas entre el matrimonio no se toman en serio ni ellos mismos, y los de la pequeña de la familia lo hacen demasiado. La suma de todo daña el ritmo de la película y el de las escenas de forma individual, ralentizando la acción hasta el punto en que, tras finalizar ese viaje climático aún con un tercio de la película todavía por delante, parece que la cinta esté empezando de nuevo, casi dándose una nueva oportunidad a sí misma, en lo que acabará siendo la mejor parte de la película pero que llega demasiado tarde.

 'Vivir dos veces'

Ni mucha comedia ni mucho drama

'Vivir dos veces' intenta unir comedia y drama, pero acaba por no brillar en ninguno de los dos. La interpretación de Martínez como Emilio y la representación de su enfermedad avanzando lenta pero segura es excepcional, pero la película intenta diluirla en escenas cómicas demasiado simples que no acaban de funcionar. El personaje de Inma Cuesta, Julia, tiene sus mejores momentos en sus escenas con su padre, pero en su trama personal con su marido Felipe ambos acaban convirtiéndose en una caricatura demasiado simple de sí mismos (él lo era desde el comienzo, definido solo por dedicarse a ser 'coach', algo utilizado como vía cómica una y otra vez). En el caso de Blanca, interpretada por Mafalda Carbonell, el personaje funciona mejor en su parte más sensible, pero acaba por perderse en un intento de crítica social al uso de las redes sociales muy desdibujado que termina convirtiéndose en una broma fácil demasiado repetida a lo largo de la película y una trama que no tiene ni una pizca de credibilidad.

Las interpretaciones de los actores alzan una película que sufre de un guion, escrito por María Mínguez, demasiado plano y con personajes tipo que no contienen sustancia suficiente para iluminar la película ni profundizar realmente en ninguno de los temas que pretende plantear la cinta. El recurrir al chiste fácil, junto a una historia cuya trama ya se ha visto antes, aunque con un final que consigue salvar la caída en lo más previsible, acaba convirtiendo a 'Vivir dos veces' en una película bien ejecutada que no termina de decidir qué quiere ser y recurre a un mensaje demasiado simple y sin fondo que lo sustente.

Nota: 5

Lo mejor: Las interpretaciones del reparto, con Óscar Martínez sobremanera.

Lo peor: Un guion demasiado simple y que recurre al chiste fácil para huir del drama.