Que George Lucas forma parte de la historia del cine gracias a haber creado una saga tan masiva e influyente como 'Star Wars' es algo que no se puede refutar. Pero su contribución a la fantasía y la ciencia ficción con su Lucasfilm no se detiene ahí. Está, por supuesto, 'Indiana Jones', creada junto a Steven Spielberg, pero también una parcela de su imaginación más pequeña, pero igualmente muy importante para toda una generación como es 'Willow', película de 1988 dirigida por Ron Howard y protagonizada por Warwick Davis que, con el tiempo, se convirtió en uno de los clásicos más representativos de los 80.
La ola nostálgica que vivimos actualmente, unido a las posibilidades que brinda la revolución del streaming, ha propiciado el regreso de muchas propiedades del pasado en forma de secuela tardía. Ha ocurrido con 'Top Gun: Maverick', 'Mad Max: Furia en la carretera', 'Blade Runner 2049' o la propia 'Star Wars', legacy sequels que han sabido recuperar el espíritu de sus referentes originales para expandir sus correspondientes sagas. De la misma manera, Disney y Lucasfilm han decidido que ya era hora de darle una continuación a 'Willow', una película que, sin ser un gran blockbuster en su época, se ganó el suficiente cariño a lo largo de los años como para erigirse como clásico de culto.
'Willow' es el clásico viaje del héroe, una aventura llena de peligros y magia en la que un granjero aspirante a mago se embarca en una odisea para proteger a un bebé de una bruja que la busca con el objetivo de impedir que se cumpla la profecía que la amenaza (sí, básicamente 'The Mandalorian'). Cargada con la imaginación, el sentido de la fantasía y la oscuridad que caracteriza al cine fantástico de los 80 (está hermanada con clásicos como 'Dentro del laberinto', también producida por Lucas, 'Lady Halcón' o 'La princesa prometida'), 'Willow' representa una etapa muy fértil y especial para el género que muchos se han propuesto reproducir, aunque no siempre con éxito.
En 2022, 34 años después del estreno de 'Willow', volvemos a su tierra mágica de espada y brujería con una serie secuela para Disney+ creada y escrita por Jonathan Kasdan, hijo del legendario Lawrence Kasdan (guionista de 'Star Wars' e 'Indiana Jones') y responsable del guion de 'Han Solo: Una historia de Star Wars'. Con este revival, Kasdan explora y expande un rincón de Lucasfilm, primo hermano de 'Star Wars', que a pesar del enorme potencial que guardaba, había quedado intacto hasta ahora. Una continuación que se beneficia de la estructura episódica del clásico original para profundizar en su universo desde el formato serial, convirtiendo el mencionado viaje del héroe en un viaje de héroes, con una prueba diferente en cada capítulo y donde la familia elegida será el núcleo emocional de una historia de búsqueda y descubrimiento.
La nueva 'Willow' se ambienta 20 años después de los acontecimientos de la película y retoma los hilos de su historia a la vez que introduce una nueva generación de héroes, Kit (Ruby Cruz), Jade (Erin Kellyman), Dove (Ellie Bamber), Graydon (Tony Revolori) y Airk (Dempsey Bryk); herederos de aquella batalla entre la luz y la oscuridad que se libró dos décadas atrás, y que ahora conectan pasado, presente y futuro. Esa es la mayor novedad, y la particularidad que separa la serie de la película, un enfoque marcadamente adolescente que pone al frente del relato a cinco jóvenes, algunos de ellos directamente relacionados con los héroes de la película, que acuden a Willow Ufgood como guía en un viaje para enfrentarse al mal que amenaza con regresar y, en el trayecto, a sus propios demonios personales.
Es una premisa desde luego interesante que evita caer en la mera repetición nostálgica y forja su propio camino, pero puede crear un considerable efecto de choque en los que esperen una secuela 100% fiel a la original. Aunque la serie está directamente enlazada con la trama de la película, cuenta con emocionantes regresos (además de Davis, también tenemos a Joanne Whalley de nuevo en el papel de Sorsha, ahora reina y madre de dos de los jóvenes protagonistas) y a medida que avanza se conecta cada vez más a ella, el foco recae casi en todo momento sobre los nuevos personajes, y aquí es donde se toma una decisión que puede chirriar bastante, sobre todo al principio. La nueva pandilla de héroes de 'Willow' es marcadamente moderna en su forma de actuar, relacionarse y, sobre todo, de hablar.
Kasdan retoma su experiencia escribiendo personajes adolescentes en series como 'Dawson crece' y 'Freaks and Geeks' para insuflar a los protagonistas de 'Willow' idiosincrasias completamente contemporáneas. La idea, claramente, es actualizar la propiedad para las nuevas generaciones, pero para los que crecieron con la película puede requerir un proceso de adaptación. El primer episodio no es la mejor carta de presentación, pareciendo por momentos más una serie teen de The CW que una fantasía medieval heredera de los 80. Este arranque, bastante descentrado en tono, se dedica a presentar a los nuevos personajes y marcar la nueva dirección para la (ahora) franquicia. El estilo juvenil, además, viene acompañado de una banda sonora con canciones pop-rock que desentona enormemente y puede llegar a enterrar el carácter épico de la historia en una capa de superficialidad impostada.
Ahora bien, pasado ese desconcertante inicio en el que uno se pregunta si esto es 'Willow' o no, la serie empieza a encontrar su rumbo. Nosotros hemos podido ver ya 7 de los 8 episodios que conforman la primera temporada, por lo que podemos decir que la visión general beneficia enormemente al conjunto (cabe preguntarse si, en este caso, el estreno semanal puede perjudicarla). Es concretamente a partir del cuarto episodio, que conecta la serie a la película de forma emocional y visualmente ingeniosa en una localización clave del pasado, cuando 'Willow' despega y no deja de mejorar, llegando a encontrar ese preciado equilibrio entre homenaje nostálgico y relectura para nuestros tiempos.
El poder de la familia elegida para elevar una historia
Por todo esto, es recomendable darle una oportunidad si no termina de convencernos al principio. A pesar de sus chocantes decisiones creativas, Kasdan sabe lo que está haciendo y todo está al servicio de un objetivo principal: fortalecer los lazos y crear una dinámica de grupo en el centro de la historia. 'Willow' se sustenta en los personajes, sus viajes personajes y sus relaciones (amistosas, románticas y paterno-filiales), y eso hace que la segunda mitad de la temporada dé con esa emoción y esa magia que se vuelve más efectiva cuando nos encariñamos con ellos. Son héroes bien construidos, que desafían las expectativas y renuevan sus arquetipos con sensibilidad moderna, llenos de capas y sorpresas (tanto para ellos, como para el espectador), estableciendo así un diálogo mutuo y entre generaciones que acaba dando muy buenos momentos ("Un día seremos los líderes y no tenemos que hacer las cosas como nuestros padres").
Este espíritu renovador pasa por la representación, por supuesto. En la línea de lo que Disney está haciendo recientemente con todas sus propiedades, 'Willow' aumenta la diversidad en un espacio tan (paradójicamente) limitado en este sentido como es la fantasía. Si la película ya fue transgresora en el peso que dio a las mujeres (recordemos que la elegida es una niña, la guerrera Sorsha es tan fuerte y valiente como su homólogo masculino, Madmartigan, y la batalla final se da entre dos hechiceras), esta secuela sigue dando énfasis a los personajes femeninos, pero también hay protagonistas racializados sin estereotipar y, ojo, personajes abiertamente queer, en primer plano, sin ambigüedades (besos incluidos) y con bastante peso en la trama. Prepárense para los llantos.
En cuanto a las interpretaciones, el reparto juvenil desempeña un trabajo más que correcto, pero va creciendo en seguridad y empaque emocional a medida que van descubriendo las aristas que componen a sus personajes. En este caso, es Warwick Davis quizá el menos inspirado del elenco principal. Aun teniendo en cuenta que el Willow Ufgood de la serie ha perdido la inocencia y vitalidad que desprendía en el film y es una versión más agria y triste del mismo, Davis resulta excesivamente robótico y plano. Claro que el suyo también es un caso de menos a más, mejorando en la segunda mitad de la serie, gracias sobre todo a la química que desarrolla con sus discípulos y compañeros de viaje, con quienes crea una preciosa familia elegida. Por último, hay que mencionar a Amar Chadha-Patel, cuyo Boorman (un ladrón y espadachín que se une al grupo en su viaje), se erige como el robaescenas de la serie y muy posible favorito de la audiencia. Suyos son algunos de los mejores momentos cómicos de 'Willow', aunque también en él vemos los vicios que pierden a Kasdan, y que hacen caer a la serie en un humor anacrónico que puede sacarnos de la serie (a veces parece ligeramente influenciado por Taika Waititi, para bien y para mal).
'Willow' tarda un poco en recuperar esa magia tan característica de la fantasía de los 80, pero es porque durante un tiempo, no es su principal objetivo. Eso sí, cuando lo hace, compensa con creces. Además de contar con vigorosas escenas de acción y criaturas mágicas que recuperan el encanto de los animatronics como 'Star Wars', visualmente, la serie es una auténtica preciosidad que nos deja, especialmente en su recta final, imágenes impresionantes, paisajes hermosos, reminiscentes de Tolkien, bañados en paletas de colores envolventes que amplían emocionantemente el universo que conocimos en la película y planos que son para enmarcar. La serie gira en torno al crecimiento de sus héroes, y eso es precisamente lo que hace con su historia, crecer, aprender, mejorar, hasta convertirse en algo digno del legado que hereda.
'Willow' se estrena en exclusiva en Disney+ el 30 de noviembre.
Nota (episodios 1-7): 7
Lo mejor: Visualmente es una delicia. Cómo las relaciones y la dinámica de grupo sostienen la historia. Cuando encuentra la magia, no deja de mejorar.
Lo peor: Un arranque algo desubicado en tono. Los diálogos modernos chirrían. Las canciones pop-rock no encajan ni con calzador.