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CRÍTICA

'Wolfwalkers' explota la magia de la animación tradicional

Cartoon Saloon, autores de las maravillosas 'El secreto del libro de Kells' y 'La canción del mar', nos vuelven a dar un cuento poderoso e inolvidable que saca todo el partido a cada trazo.

Por Jesús Agudo Más 11 de Diciembre 2020 | 09:05
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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La mayor parte del cine de animación que nos llega ya es ordenador. Que no está mal, es la evolución lógica de las cosas. Pero por suerte todavía hay estudios que saben que hay hechizos que solo pueden conseguirse con un lápiz. Los irlandeses Cartoon Saloon llevan ya unos años maravillándonos con títulos como 'El secreto del libro de Kells' o 'La canción del mar', que si no habéis visto, son dos preciosidades a las que deberíais darles una oportunidad. Este año regresan con 'Wolfwalkers', y en un año falto de magia, esta película es pura magia.

'Wolfwalkers'

Dirigida por Tomm Moore ('El secreto del libro de Kells', 'La canción del mar') y el debutante Ross Stewart, 'Wolfwalkers' es un cuento de los que les gustan a Cartoon Saloon: en plena Edad Media, en un pueblo amurallado de Irlanda que teme a la superstición, y sobre todo a los lobos que pueblan el bosque a su alrededor, la hija de un cazador quiere seguir los pasos de su padre, y acaba cruzándose con Mebh, una pequeña pelirroja que parece controlar a los lobos. Porque es una wolfwalker, y cada vez que duerme se convierte en lobo. Entre ellas surgirá una inesperada amistad, y Robyn se ofrecerá a ayudar a Mebh a buscar a su madre, la líder de la manada.

Cartoon Saloon mantiene muchos de los elementos que hicieron de sus anteriores películas un éxito de crítica. Es un canto a la naturaleza, a la libertad, una bonita historia sobre la amistad y que no hay que temer lo que no se conoce. Como un buen cuento, sabe introducir con encanto la historia y captar nuestra atención hasta el final. Por el camino nos deja muchas moralejas tanto a los pequeños espectadores como a los adultos, que no se aburrirán para nada con un relato familiar pero maduro.

'Wolfwalkers'

La película es profundamente irlandesa, empezando por los cantarines acentos de los personajes. Robyn (Honor Kneafsey) es una muy buena protagonista, capaz de sacar una sonrisa con un desparpajo natural, pero capaz también de emocionar y de ser la voz de la razón en un escenario en el que los mayores son meros esclavos de lo que les dice el señor de la ciudad que tienen que pensar. Mebh (Eva Whittaker) es un derroche de carisma: salvaje, alocada, divertidísima. Ambas son dos protagonistas magníficas para este cuento: son capaces de influir en la otra y de llevar todo el peso de la historia sin problemas. Mención especial para el sufrido padre de Robyn, que cuenta con la voz de Sean Bean, y para Sean Óg, uno de los campesinos doblado por Tommy Tiernan, estupendo alivio cómico.

El villano de la historia es el Lord Protector de la villa, doblado por Simon McBurney, un hombre cuyo principal objetivo es "educar" a los pueblerinos con la rectitud que Dios espera de él. Está dispuesto a demostrar que es capaz hasta de doblegar a la naturaleza en nombre de la Iglesia. Si ya las anteriores obras del estudio guardaban un lugar especial para lo natural, en 'Wolfwalkers' la contrapone directamente como la heroína frente a la oscuridad y la opresión, que son las que dan verdadero miedo y no los lobos. El malo de la película es un villano clásico de los cuentos, y cuenta con algún que otro momento que parece directamente inspirado en el Disney clásico.

Amor y magia en cada trazo

Pero mientras que Disney hace tiempo que se rindió al CGI, Cartoon Saloon sigue confiando en la animación tradicional. Es más, 'Wolfwalkers' es una película que está orgullosa de ser animación tradicional porque alardea de ello en cada escena, en el mejor sentido. Los trazos son toscos, la animación es ruda, pero el resultado es tan, tan bonito que cada plano podría ser perfectamente un dibujo listo para enmarcar. Las composiciones que hace con la manada, la contraposición de la rectitud de las formas del pueblo con las sinuosas formas del bosque, ese uso tan inteligente del mínimo ordenador para ciertos efectos de luz, hacen de 'Wolfwalkers' una de las películas más bonitas del año, y sin duda la mejor película de animación de este 2020. Porque sabe cuál es el poder de la animación, y sobre todo de la animación clásica. Porque lo explota para crear un relato mágico y hace crecer la historia.

'Wolfwalkers'

Es una auténtica pena que no vayamos a poder verla en pantalla grande, porque estas imágenes y escuchar la bellísima banda sonora de Bruno Coulais con todo su poderío es lo que realmente merece esta película. Pero es, sin duda, una incorporación que hace subir de nivel el catálogo de Apple TV+. Cartoon Saloon le tienen bien cogido el pulso a los cuentos con aire celta, capaces de transportarnos y deslumbrar cada uno de nuestros sentidos. 'Wolfwalkers' les mantiene por un camino quizás esperable vistas sus anteriores películas, pero para qué cambiar cuando se te da tan sumamente bien lo que haces. Mientras sean de esos estudios que no solo mantengan viva la animación a mano sino que sepan sacarle ese encanto que le diferencia de la animación por ordenador, pienso escuchar todos los cuentos que me cuenten.

'Wolfwalkers' se estrena en Apple TV+ el 11 de diciembre.

Nota: 9

Lo mejor: La magia que desprende cada trazo. La trama, llena de lecciones importantes y atemporales. La banda sonora. Las dos protagonistas.

Lo peor: Que no vayamos a verla en cines.

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