Netflix tiene un problema con su contenido original. El querer producir en masa y el basarse mayormente en sus algoritmos y datos internos les lleva por el camino de la reiteración, de no pararse a valorar detenidamente los detalles de cada proyecto y de verse ahondados en continúas cancelaciones o con productos que no acaban funcionando. Y creo que un ejemplo perfecto es 'Xtremo', nuevo thriller español del gigante de streaming dirigido por Daniel Benmayor y protagonizada por Teo García, Óscar Jaenada, Óscar Casas y Andrea Duro.
Estamos ante una película con una fórmula muy atractiva, con vibrantes escenas de artes marciales, acción muy violenta, ritmo vertiginoso y una estética que bebe directamente del thriller asiático. Sin embargo, no termina por cuajar, puesto que acaba convertida en un thriller muy convencional e impostado que no logra huir de un desarrollo muy trillado y reiterativo.
Primero, porque trasladar de manera tan pura la fórmula del cine asiático al contexto de España luce demasiado irreal a ojos del espectador. Ver batallas con katanas, movimientos de combate muy exagerados y a personajes comportándose de la manera más intensa posible en pleno Barcelona es poco creíble, echándose en falta un vínculo al terreno español con el que la historia pueda tener coherencia.
En segundo lugar, por estar ante un guion repleto de lugares comunes. Y no hablo solo de que la película sea muy predecible, los diálogos rocen lo absurdo y la historia no tenga nada nuevo que ofrecer, sino que en su intento de abordar el género de artes marciales acaba dando una visión muy simplista del mismo, recayendo en tópicos y estereotipos que pueden ser hasta ofensivos hacia la comunidad asiática.
Pero no todo es malo en 'Xtremo'. Que se atreva a explorar un género nada habitual en la cinematografía española le aporta un toque de novedad que ya de por sí justifica su visionado. Ver a un reparto que irradia carisma en pantalla dando todo en intensas escenas de acción ofrece el suficiente entretenimiento como para mantenerte pegado a la pantalla durante sus 111 minutos de metraje. Además, hablamos de secuencias con un nivel de violencia muy considerable, coreografías de combate muy trabajadas, temazos musicales y una estética muy resultona.
Es también notorio que el presupuesto con el que ha contado Xtremo no es muy elevado, suponiendo que muchas de sus escenas no luzcan todo lo bien que podrían. Básicamente, porque a veces sus trucos quedan demasiado al descubierto. Aunque bien es cierto que Daniel Benmayor, director con experiencia en la acción made in Hollywood tras haber dirigido 'Tracers' con Taylor Lautner, se muestra muy competente a la hora de jugar con los pocos recursos que se le ofrecen.
El problema de Netflix con sus originals
Pero al final, no deja de ser una producción muy genérica cuya fórmula no acaba de atinar, precisamente por lo que comentaba al principio. Que Netflix no valore detenidamente los esquemas de sus proyectos, no de vueltas a sus posibles fallos y aciertos y se deje guiar únicamente por las meras fórmulas y algoritmos, acaba volviéndose en su contra.
Sí, en España producimos muy buen thriller y puede que los datos de la propia Netflix les hayan mostrado un interés creciente por el género de acción y artes marciales en nuestro país, pero por muy atractiva que sea una película o serie o por muy bien que le haya podido ir a un producto similar, si no se trabaja en él con detenimiento al final se obtienen resultados tan cuestionables como el de 'Xtremo'. Pero ante el consumo masivo de contenidos y la necesidad de alimentar la plataforma cada semana con más y más producciones, el gigante de streaming opta por saltarse este paso.
Por suerte, la película ofrece altas dosis de violencia y acción como para atraer a los que simplemente quieran disfrutar de un entretenido thriller. Aunque hay poco más que destacar aquí. Y la verdad, es una pena, porque el proyecto podría haber dado mucho más de sí.
Nota: 5
Lo mejor: Sus secuencias violentas y las coreografías de sus combates.
Lo peor: Guion flojo e impostado lleno de lugares comunes.
