María Ripoll es una habitual en el mundo de la comedia. Para ella el cine es un espacio para evadirse de la realidad y pasar un buen rato y eso es lo que ha intentado conseguir con su nueva película. 'Yo no soy esa' se convierte en la segunda colaboración entre la directora y Verónica Echegui después de 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas'. Un gran acierto trabajar juntas de nuevo porque la actriz ha conseguido transmitir a través de la pantalla lo que la directora buscaba con su guion.
La trama es sencilla y sin mucho margen de error: Susana cae en coma con 17 años y despierta 20 años después siendo una adulta en un mundo desconocido con su amiga de la infancia (Silma López) enamorada de su novio del instituto (Daniel Grao) y conociendo a otro chico en rehabilitación (Adam Jezierski). El paso del tiempo es algo con lo que han sabido jugar muy bien, lo han explotado sin que se haga pesado y consiguiendo hacer humor con los avances sociales sin resultar pedante ni rancio. Se agradece que no caiga en el típico mensaje de "cualquier tiempo pasado siempre fue mejor" mientras recalca las diferencias entre la actualidad y 20 años atrás.
Aunque, realmente, ese toque dramático del paso del tiempo se acaba convirtiendo en un simple complemento. Es cierto que la película es corta y que da para lo que da, pero el hecho de que Susana haya estado en coma acaba convirtiéndose más en algo anecdótico que en un punto clave de la historia. Que no se me malinterprete, evidentemente es importante para el desarrollo del personaje, pero no se siente como algo característico de la trama. Eso sí, punto positivo por lo bien que han conseguido resumir 20 años en apenas dos minutos a través de la reacción de la gente en la habitación de Susana a diferentes eventos de la historia más reciente.
Esta película pertenece The Love Collection, el nuevo sello de Sony que busca potenciar la mirada femenina a través de comedias románticas escritas y dirigidas por mujeres. Y esto igual parece una tontería, pero es que la perspectiva femenina se nota, vaya si se nota. Estamos acostumbradas a que el cine de mujeres trate temas que nos interesan como las relaciones familiares, los cuidados o el amor pero desde películas muy nicho o muy dramáticas. Con 'Yo no soy esa' esto cambia. El punto de vista de una mujer, en este caso María Ripoll, sigue presente pero se utiliza la alegría y el humor para poner en el centro la amistad y los cuidados en una película mainstream.
Una oda al optimismo y al amor
Si algo hace bien esta película es que va más allá del amor de pareja. La familia, las amistades y los cuidados tienen más tiempo de pantalla que el romance en sí. Esta mirada más moderna, y también más femenina, es algo que se agradece y que se trata de un soplo de aire fresco entre tantas películas que cuesta ver por lo desactualizadas que se muestran respecto a la sociedad del momento.
'Yo no soy esa' se podría definir como optimista. Para conseguir esto la actuación de Verónica Echegui es imprescindible. Cumple la complicada labor de crear un personaje creíble y a la vez muy alegre y positivo. Consigues ver a una adolescente que no se ha desencantado con la vida en el cuerpo de una adulta.
El resto de actuaciones también son correctas, aunque sin mucha posibilidad de destacar porque los personajes tienen menos capas. Pero, si me tengo que quedar con una, sin duda es con la interpretación de Ángela Molina. Ella es la encargada de dar vida a la madre de Susana en la actualidad y, aunque me hubiese gustado verla más, los minutos que tiene en pantalla son los más emotivos de la película. Ambas actrices consiguen mostrar ese amor madre e hija incondicional y ese paso generacional de los cuidados, con todo lo que ello implica.
El resurgir de las comedias románticas
Podría parecer que no porque he dicho que el romance no es lo más importante de esta película, pero sí, estamos ante una nueva comedia romántica. Lo único que, esta vez, con una mirada más moderna y femenina. Acostumbradas a películas del género donde la vida de las mujeres se resume en querer un novio, es refrescante ver esta película en la que el amor romántico no es el único factor en la vida de la protagonista. Vale, sí, hay romance, pero hay otras muchas cosas. De hecho, los intereses amorosos no tienen mayor relevancia a parte de esta, demostrando así que no son la parte principal de la película.
Una cosa muy positiva es que no cae en los típicos clichés anticuados que han acompañado a este genero a lo largo de la historia. Eso sí, no se libra de una de las mayores condenas de este tipo de películas: ser totalmente predecible. Hay diversas opiniones sobre esto, a mí por ejemplo me encantan las películas que son así, pero si eres de los que necesitan giros de guión para mantenerse en la butaca, probablemente esta no sea tu película.
En definitiva, 'Yo no soy esa' utiliza de forma más que correcta la sencilla formula de chica conoce a chico y consigue que, durante hora y media, te olvides un poco del mundo real. ¿La película de nuestras vidas? Probablemente no. Pero sí una que está bien hecha y que cumple su función de entretener y hacer disfrutar.