Quien tenga la intención de ir al cine a ver una desternillante aventura digna de los traviesos gemelos del cómic de Escobar, será mejor que se lo piense dos veces. Zipi y Zape son niños sí, y también son muy traviesos, pero no esperen ver a dos chiquillos que se pelean sobre quién es mejor, el Real Madrid o el Barça o se dedican a desbaratar los planes de un caco de tres al cuarto. Ahora los gemelos Zapatilla se dedican a resolver misterios, conquistar bellas damiselas y revolucionarse contra el orden establecido.
Todo comienza cuando Zipi y Zape son castigados a pasar el verano el colegio Esperanza, un lugar regido por una disciplina militar en el que los juegos y la música están prohibidos. Estos no tardarán en rebelarse contra las normas del director Falconetti fundando el Club de la Canica. De hacer gamberradas pasarán a tratar averiguar el misterio que esconde el centro e iniciar la búsqueda del más preciado tesoro de su fundador.
Aventura en la que se van a encontrar con la amenaza constante del director del centro. Javier Gutiérrez clava el papel de este frustrado villano con parche que nada tiene que ver con el patoso ladrón del cómic de Escobar, el Manitas de Uranio. Falconetti es manipulador, astuto y con muchos recursos y parece mentira que el mismo que diese vida al castizo Josico en 'Los Serrano' tenga todas las papeletas de convertirse en un 'malo' internacional.
Constantes referencias
'Zipi y Zape y el club de la canica' ha bebido de los clásicos del cine de aventuras y misterio infantil y es fácil advertir los guiños a películas como 'Los Goonies' o 'La invención de Hugo' y es llamativo cómo se ha inspirado el colegio esperanza en el Hogwarts de Harry Potter. La biblioteca es prácticamente idéntica, tanto que parece que de un momento a otro Ron Weasley vaya a salir de entre las estanterías y saludar al espectador. ¿Homenaje o falta de originalidad?
Otro de los momentos que harán girar la cabeza será cuando Micro, Filo, Zipi y Zape funden su club secreto. Como si la Inglaterra de imaginó Alan Moore en 'V de Vendetta' se redujese a un colegio, los gemelos tendrán por bandera su 'B de Bictoria'. Se revolucionan, lucharán con su "acción directa" de niños de doce años y se burlarán de las consecuencias.
Mala adaptación, pero de eso se trata
Muchos se llevaron las manos a la cabeza al descubrir que otros grandes del tebeo español, los gemelos Zapatilla, iban a ser llevados a la gran pantalla. Esto tiene que ver con lo irregulares que fueron las dos cintas de 'Mortadelo y Filemón', en las que los divertidos agentes de la T.I.A caían en las garras del humor casposo, fácil y chabacano. Si algo tienen en común ambas adaptaciones es que son malas, una por ser un "churro" y la otra por no ser fiel al cómic. Por otro lado, para eso está la película de los años ochenta.
Buena interpretación, buena trama y buenos efectos especiales. 'Zipi y Zape y el club de la canica' abre la puerta a un cine español dirigido al público infantil, demostrando que las producciones patrias no solo van de tetas, culos y chistes mediocres. Tiene todas las papeletas para abrirse no solo al mercado nacional, sino al internacional y si se le da un voto de confianza, puede conseguir enamorar a grandes y pequeños.
