'Zipi y Zape y la Isla del Capitán' llega a los cines después del éxito que supuso su primera entrega. En 2013, 'Zipi y Zape y el club de la canica' llevaba a la gran pantalla a los mellizos más famosos del panorama actual, aquellos entrañables y traviesos personajes nacidos bajo la pluma de Escobar que a tantos niños y adultos han conquistado durante años con sus historietas en los tebeos. Oskar Santos repite en la dirección tras convertir la primera parte en la cinta más taquillera de 2013. Si en la anterior asistimos a un reformatorio capitaneado por Javier Gutiérrez, en este caso la trama se desarrollará en un orfanato (en adelante, hogar de la infancia) donde una enigmática Elena Anaya que se pone en la piel de la Señorita Pam tratará de lidiar con estos dos pequeños granujas, que en este caso son Teo Planell (Zipi) y Toni Gómez (Zape) los encargados de darles vida.
Todo comienza con una de las gamberradas de los hermanos protagonistas, quienes tras liarla una vez más son castigados por sus padres. Jorge Bosch y Carolina Lapausa, sus intérpretes, deciden llevárselos a una isla alejada donde acaban en el hogar de la infancia regentado por la Señorita Pam. Pero este lugar encierra un poderoso misterio que se verá acrecentado en el momento en el que los padres de Zipi y Zape decidan abandonarlos y marcharse sin dejar rastro. Precisamente este ambiente de misterio y suspense es uno de los elementos que mejor cuajan dentro del film y que, a su vez, potencian la idea de la película. Desde el momento en el que la familia se baja del barco y pone un pie en la isla, todo conducirá a ese halo enigmático que seguirá presente hasta que, cerca del final, se desvele la gran incógnita.
Sin embargo, a una de cal le sigue otra de arena, ya que el guion no destaca precisamente por sus grandes logros en los diálogos. La idea de la película es buena, especialmente cuando somos testigos de las múltiples referencias literarias que se encuentran a lo largo del metraje. Una señorita Pam que ya solo por el nombre nos recuerda a Peter Pan, un hombre invisible suelto por el hogar de la infancia, una monja interpretada por Goizalde Núñez bastante bipolar con cierto parecido a Jekyll y Mr. Hyde..., y así varios personajes más. Además, la creación del suspense resulta bastante acertada dentro de los límites de que nos encontramos ante una película infantil. Pero los diálogos no consiguen prosperar del mismo, y es que asistimos a un festival de chistes basados en el caca, culo, pedo, pis que resulta bastante cansino y a otras tantas bromas sin gracia de la mano de Maqui (Máximo Pastor) y Flequi (Iria Castellano), las nuevas incorporaciones a la pandilla.
Uno de los problemas que derivan de esto es el desmejoramiento de los personajes. Bien es cierto que el reparto juvenil elegido para esta película no goza del carisma que vimos en la primera entrega, donde especialmente Claudia Vega y Daniel Cerezo resaltaban entre los demás, pero hay que destacar que sus diálogos les hacen un flaco favor. Por su parte, los nuevos hermanos Zapatilla no llegan a la altura de sus antecesores al no alcanzar las expectativas que se tenían en ellos. En suma, en ciertos momentos de la historia estos personajes quedan deslucidos, sintiendo que en lugar de llevar la voz cantante son un par de secundarios más. Lo mismo ocurre con los compañeros de su pandilla, quienes entre unas cosas y otras se quedan a medio gas.
Sin embargo, todo parece compensado con las intervenciones del reparto adulto, en los cuales sí que hay que alabar la labor de casting. Elena Anaya brilla con luz propia, siendo la mejor elección del reparto y una perfecta villana que te hace sentir su locura y desesperación por la búsqueda de esos intereses que la Señorita Pam alberga desde que era niña. Pero también es de digna admiración el trabajo de Goizalde Núñez y Juan Codina. Mientras que Sor Enriqueta abraza la locura con la gracia que siempre irradia esta actriz, la simple presencia de Codina como Salomón, aunque no tenga grandes líneas, es un valor al alza en la cinta.
Los efectos especiales, los grandes destacados
Si hay algo que admirar de 'Zipi y Zape y la Isla del Capitán', eso es sin lugar a dudas los efectos especiales que se muestran. Cualquiera que asista a ver una película familiar podría pensar que se omitirán o que, en el caso de que fuera pertinente introducirlos, no se cuidarían en gran medida. Pues bien; esto no es lo que ocurre con la cinta de Santos. Los efectos están perfectamente introducidos, y ya no solo eso, sino que se han cuidado al detalle permitiendo que el espectador se quede maravillado con el trabajo. Si ya el equipo lo demostró con 'El club de la canica', con la nueva entrega no se quedan atrás, dado que llegan a superarse. Pero lo más importante es que se encuentran muy bien hilados, en tanto que son unos recursos necesarios para la narración. Nos querían contar un cuento, y no queda duda de que en esos momentos consiguen hacer que nuestra mente vuele, como si nos encontráramos tumbados en nuestra cama leyendo una novela de Julio Verne.
Y continuando con los cuentos, uno de los mejores momentos es esa pequeña pieza animada que la película se guarda hasta casi su final. A pesar de que recuerda un poco a 'Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte 1', al igual que parte de la banda sonora, resulta un elemento muy bien introducido y que mantiene la línea y la dinámica escogida durante la cinta. De nuevo nos encontramos ante otra afirmación de que el planteamiento de la historia está bien elegido y resulta atractivo, pero en el que el guion termina yéndose al traste debido a la mala elección de sus diálogos. Los niños son más inteligentes de lo que en muchas ocasiones pensamos y se merecen bromas más elaboradas.
'Zipi y Zape y la Isla del Capitán' reúne todo lo necesario para encandilar al público infantil. Niños traviesos, aventuras de cuento y una música pegadiza que les tendrá atentos. Además, visualmente resulta muy atractiva, y es que la cuidada fotografía, los efectos especiales y esa edición de color tan trabajada ayudan a formar una película que, técnicamente, resulta muy llamativa y sorprenderá a los asistentes. Sin embargo, todo esto se verá eclipsado por el guion y por un interés de disfrutar de los Zipi y Zape de los tebeos. Es cierto que ya venimos de una entrega anterior en la que vimos que se trataba de una adaptación libre, pero la esperanza por reír como con aquellas páginas de Escobar todavía quedaba ahí guardada. El problema es que hay muchos filos por donde compararla, como por ejemplo con 'El club de la canica', y ya lo sabemos, las comparaciones son odiosas.
'Zipi y Zape y la Isla del Capitán' se estrena en cines el 29 de julio.
Nota: 6
Lo mejor: El reparto adulto y la factura técnica de la película.
Lo peor: Sus diálogos resultan excesivamente infantiles.