El último número de Action Comics, la cabecera más antigua de DC con Superman al frente ha desatado una polémica muy acorde con los tiempos que corren en Estados Unidos desde que Trump comenzó su carrera hacia la Casa Blanca. A pesar de que el cómic prometía el descubrimiento de un misterio que trae de cabeza a los fans desde hace más de un año, la identidad del todopoderoso 'Mr. Oz', no ha sido eso lo que más ha impactado de la historia que se ha publicado esta semana. Lo de 'Mr. Oz' es fuertísimo, y no os vamos a contar más por no spoilear, pero cambia el status quo del hombre de acero para siempre. Las viñetas que han originado la polémica no las hemos encontrado al final del cómic, sino al principio. En un encadenado típico en la narrativa del género, vemos como diversas historias se van sucediendo para contar un 'día en la vida de Superman'. Interacciones con su familia, (en la actualidad Clark Kent está casado con Lois Lane y tienen un hijo, Jonathan Kent), actos heroicos, escenas en la redacción del Dailiy Planet, nada fuera de lo común para el corpus histórico del personaje.
¿O sí? Porque ha sido en una de esas historietas cortas, resueltas en no más de ocho viñetas, dónde el ala dura del conservadurismo blanco americano ha encontrado motivos para la ira. Un debate que nació, cómo no, en las redes sociales y acabó cristalizándose en una durísima columna de opinión firmada por un presentador de Fox News donde tilda al personaje de Anti-Americano y pone el énfasis en su condición de inmigrante ilegal (alienígena).
Del lado del oprimido
En unos tiempos donde el presidente de Estados Unidos acoge a supremacistas blancos en su gobierno, se declara equidistante en un conflicto entre nazis y antifascistas, y propone expulsar a inmigrantes que lleva desde niños en el país, sea cual ea su situación actual, Superman se ha utilizado como arma arrojadiza. ¿Pero, cuál ha sido la causa de tanto enfado? Pues es sencillo, Superman ha sido un héroe y ha defendido al débil ante un peligro mortal. En pocas viñetas se puede ver como un obrero frustrado por haber perdido su trabajo se lía tiros con un grupo de inmigrantes que solo aciertan a exclamar frases en español y levantar los brazos. Por el contexto y el posterior diálogo de Superman con los policías, a los que confía el bienestar de las víctimas se entiende que son inmigrantes ilegales. Ésta condición ha sido la que ha encendido la mecha de la indignación. Poco importa que en otra de estas mini-historietas nuestro héroe salve unas mansiones de clase alta de la furia de un pirómano. La historia de los inmigrantes ha servido para que el presentador Todd Starnes llame 'anti-americano', incidiendo en la condición de inmigrante ilegal del propio Superman, originario del planeta Krypton, y cuestionando su papel como icono de la cultura popular por la influencia que tiene. Cierto sector de los fans también han sido muy ruidosos en Twitter, siendo su mayor argumento el de que los superhéroes deberían alejarse de las causas políticas.
La verdad es que no es la primera vez que vemos algo así. Superman, bajo la pluma de Dan Jurgens, ya venció unos villanos llamados 'Los Supremacistas'. Mientras tanto, en Marvel la última etapa de Capitán América se ha visto envuelta en polémicas similares. La primera acción de Sam Wilson como el nuevo Capi fue defender a unos inmigrantes que cruzaban la frontera de un grupo de villanos claramente fascistas. La trama de Steve Rogers como agente de Hydra ha desembocado en una lucha contra un gobierno fascista al que no le ha faltado detalle para quien quisiera establecer paralelismos con la administración Trump, 'fake news' incluídas. Por supuesto todo esto lleva incluído un considerable revuelo en redes y medios conservadores. Recordemos que la cadena Fox News llegó a considerar a la Wonder Woman de Gal Gadot como anti-americana por haber cambiado los colores de su uniforme y ya no lucir los 'red white and blue' de la bandera americana.
Pegando a Nazis
La verdad es que las historias de superhéroes no se pueden entender sin esa lucha contra las injusticias, los opresores y el fascismo. Personajes como Capitan América, Wonder Woman o Superman pasaron gran parte de su primera época dorada luchando contra nazis. En especial el Capitán, que una vez pasada la guerra vio como sus ventas disminuían hasta desaparecer. Las dos grandes editoriales han tardado más o menos en adaptarse a la diversidad y complejidad de la sociedad actual, pero siempre han dejado claro que los superhéroes apelaban a un ideal de virtud y justicia social que no puede convivir con ideales fascistas de ningún tipo. Y no solo en historias, si no en campañas y anuncios donde Batman y compañía apelaban al 'american way of life' para pedir que todos las mujeres y hombres fueran respetados por igual sin tener en cuenta origen, credo, sexo o condición. Pero el problema parece ser que para algunos fans una cosa es que algo se diga y otra que se haga. Saben que sus héroes siempre van a defender al débil, pero cuando eso choca contra su visión del mundo, donde hay ciudadanos de primera y de segunda clase, ponen el grito en el cielo. Los cómics nunca van pegados a la actualidad, necesitan de un proceso creativo de dos o tres meses como mínimo. Pero dado el crispado clima político, estamos seguros de que vamos a vivir más episodios de este tipo en breve.
Por suerte, Superman, Capi, Wondy y compañía seguirán midiéndose por estándares mejores que todos nosotros.
10 actores que estuvieron a punto de ser Superman en el cine
Sylvester Stallone
En esta combinación fallida entre Stallone y Superman tenemos dos versiones. En la primera de ellas, nuestro querido Sylvester fue un tipo coherente y honesto y decidió rechazar la propuesta ya que no creía tener el perfil adecuado para interpretar al superhéroe en su nueva aventura cinematográfica. Tiene sentido.
Por otro lado, la segunda teoría es que Marlon Brando, que ya formaba parte del proyecto, se negó por completo a compartir pantalla con un actor tan limitado, asegurando que si Stallone firmaba, él se marchaba. Sí, tiene más sentido, nos quedamos con esta versión.
Brendan Fraser
Dentro del plan organizado de J.J. Abrams de resucitar todas las sagas posibles relacionadas con nuestra memoria cinematográfica más nostálgica, Superman era otra de las cimas que el cineasta planteaba conquistar. Para ello, el director de 'El despertar de la Fuerza' decidió apostar por Brendan Fraser, que recibió la propuesta con entusiasmo.
Lástima que Bryan Singer, que acababa de triunfar con la estupenda secuela de los X-Men, terminó llevándose el proyecto, llamándolo 'Superman Returns' y cambiando al protagonista de 'The Mummy' por Brandon Routh. Ya recordáis la manera en la que terminó aquello. ¿No? Mejor.
Ashton Kutcher
Durante muchos años, el director Brett Ratner estuvo al frente de un ambicioso proyecto con el que, al fin, se acabaría la mala suerte que parecía rodear la resurrección de Superman en la gran pantalla para deslumbrar a nuevas generaciones de espectadores.
Entre los actores seleccionados para interpretar al superhéroe, Ashton Kutcher siempre fue uno de los más queridos por el estudio. Incluso cuando Ratner cayó y (glups) McG tomó las riendas, el protagonista de 'El efecto mariposa' seguía siendo uno de los principales candidatos. Finalmente, el actor se negó a participar ya que se consideraba demasiado divertido para el papel. Ya. Claro.
Nicolas Cage
En el fascinante catálogo de blockbuster que jamás llegaron a rodarse, siempre ha brillado con una luz especial 'Superman Lives', proyecto con el que Tim Burton quería seguir reventando taquillas con adaptaciones cinematográficas de superhéroes tras conseguir un brutal éxito con su visión de Batman.
Los espectadores estaban deseando ver otro salto del cómic a la gran pantalla, pero ningún guionista supo entregar una historia a la altura. Burton siguió con lo suyo, pero Nicolas Cage, que se volvió loco para conseguir el papel protagonista, se quedó destrozado. No cuesta nada imaginarle enla actualidad observando con nostalgia aquellas fotos que reflejan sus primeras pruebas de vestuario. Nic, ánimo, estamos contigo.
Ben Affleck
Antes de convertirse en un más que correcto Batman, algo que el mundo parecía negarse a creer cuando se anunció su fichaje para ser el nuevo caballero oscuro, Affleck estuvo muy cerca de protagonizar la versión de Superman que el director Kevin Smith pretendía llevar a cabo a comienzos de la década de los noventa.
Sin embargo, Burton y Cage entraron en escena y les dejaron sin pastel. Un giro inesperado que, en cualquier caso, tampoco terminó en final feliz. Será el karma.
Josh Hartnett
Digamos que Josh Hartnett no es el actor con más vista de Hollywood. O que tiene muy mala suerte. Eso siendo benevolentes, de lo contrario podemos afirmar con rotundidad que es complicado desaprovechar tantas oportunidades de triunfar en tan poco tiempo. Y es que, aunque ya nadie lo recuerde, hubo una serie de años en los que Hartnett era una superestrella, un actor que relacionaba la palabra proyecto con éxito.
Por eso, la industria le puso en bandeja de plata una propuesta imposible de rechazar, la de protagonizar una trilogía de Superman por valor de cien millones de dólares. Hartnett dijo que no y argumentó que no quería ligarse a un personaje y a un contrato durante tanto tiempo. Años más tarde, también tuvo la oportunidad de ser Batman en la saga firmada por Christopher Nolan. También la rechazó. Pues eso.
Jude Law
Hey Jude, ¿no querías Superman? Pues toma dos tazas. Law, actor que afortunadamente va regresando al buen camino tras varios años perdido en propuestas de segunda y tercera categoría, estuvo a punto de convertirse en el hombre de acero en dos ocasiones. En la primera de ellas, su nombre no dejó de ser uno más sobre la mesa, pero en la segunda ocasión, el intérprete ya había sido elegido por el director Wolfgang Petersen, que ya tenía en mente enfrentar a Superman y Batman en una película que vería la luz a mediados de la pasada década.
Por desgracia, el proyecto no terminó de llevarse a cabo y el cineasta decidió rodar ese esperpento llamado 'Troya' antes que meterse de lleno en el mundo de los superhéroes. Salió perdiendo Jude. Y los espectadores.
Muhammad Ali
Ey, no pongáis esa cara, Ali cumplía a la perfección con muchos de los factores que rodean al personaje de Superman. Personalidad arrolladora, carisma innegable, físico apabullante y el cariño de una generación que comenzó a amar el boxeo gracias a él. Por eso, los estudios plantearon la opción de que el deportista protagonizara las aventuras del superhéroe durante la década de los 70.
Pese a que su falta de experiencia interpretativa parezca el principal "pero", lo cierto es que se terminó rechazando esta opción por su color de piel. Por lo menos, Ali tuvo la suerte de enfrentarse a Superman en un cómic publicado en 1978 bajo el nombre de, atención, 'Superman vs. Mohammed Ali'. ¿Quién ganó? El boxeador. La duda ofende.
Robert Redford
Aquí tenemos al primero de los primeros en recibir la propuesta de encarnar a Superman en la gran pantalla. Robert Redford contaba con el beneplácito de la industria y de los espectadores, un argumento que sirvió para que Hollywood pensara en él como el superhéroe perfecto, pero también para que el actor terminara fuera del proyecto al no encontrar un equilibrio económico entre lo que él pedía y lo que le ofrecían. Tampoco ayudó que el guión que le presentaron no estuviera finalizado y que Redford no terminara de verse volando entre rascacielos. Nos quedamos sin Superman con melena rubia.
Will Smith
Antes de centrar todos sus esfuerzos en destruir su carrera con desastres de la talla de 'Belleza oculta' o 'After Earth', Will Smith era uno de los valores seguros de la industria, un tipo que conseguía números 1 en la taquilla con una facilidad apabullante. Por eso, Hollywood no tuvo dudas a la hora de plantearle ser el primer Superman negro de la historia del cine.
Algunos de los productores principales del proyecto tenían sus dudas, pero el primero que no lo vio nada claro fue el propio actor, que rechazó el papel argumentando que no quería volver a interpretar a un personaje originalmente blanco, factor que ya le jugó una mala pasada en la horrorosa 'Wild Wild West'. Will, te entendemos.