Mientras que en otros ámbitos los recursos parecen focalizarse en Madrid, la descentralización se hace efectiva en lo que respecta a los festivales de cine. Los grandes certámenes se celebran a provincias de distancia de la capital, pero eso no significa que no haya citas relevantes y consolidadas en Madrid. La Muestra Syfy arrancó su 14ª edición el pasado jueves con la proyección especial de 'Logan', la gran despedida de Hugh Jackman y Patrick Stewart del universo X-Men. Tras ese potente inicio, el viernes comenzaba realmente esta celebración del cine de género, con cinco títulos cuya variable calidad pierde relevancia cuando hay un público tan entregado en la sala.
Worry Dolls
La tarde comenzaba con una película que lo tenía todo para despertar los primeros aplausos y exclamaciones del día. 'Worry Dolls' comienza con el tiroteo a un asesino en serie, justo después de que éste transfiriera sus instintos homicidas a unas muñecas de apariencia poco agradable. La hija del policía asignado al caso se lleva por error la caja que contiene las malditas figuras artesanales. No hay que añadir mucho más para saber lo que ocurrirá de ahí en adelante.
Lo más espeluznante de esta producción son unos bipolares diálogos que llegan a saltar de un lamento por la muerte de un padre a una pregunta sobre Disneyland. El policía protagonista se lleva la palma como personaje más lamentable de la jornada, ya que no sabe cuándo ni cómo disparar ni custodiar las pruebas del caso más importante de su vida. El actor que le interpreta es Christopher Wiehl, que no puede echarle la culpa al guionista del irrisorio resultado de la película, ya que él mismo firma el libreto junto a Danny Kolker.
Se agradecieron las risas para comenzar la tarde de forma animada con una película que ofrecía escasos salientes por donde agarrarla. A pesar de sus numerosos defectos, cabe destacar el solvente trabajo de su director, Padraig Reynolds, que construye un sórdido ambiente arruinado por la previsibilidad de los eventos y la nula credibilidad de sus personajes.
Lo mejor: La película se toma tan en serio que consigue el efecto contrario, el de las carcajadas ilimitadas.
Lo peor: Las interpretaciones, acordes con un guion que sale de un ridículo para introducirse inmediatamente en el siguiente.
Nota: 2
'Seoul Station'
Uno de los platos fuertes del día venía avalado por ser "la precuela de 'Train to Busan'", falacia que se fue desenmascarando a lo largo de la hora y media de metraje animado. La cinta se centra en el inicio del virus que provocaría el caos en su supuesta secuela, aunque de nuevo no quede claro el origen de ese desastre biológico. Yeon Sang-ho, director de ambas producciones, retrata en 'Seoul Station' una ciudad azotada por la decadencia, que explota con la aparición de la contagiosa infección.
Mientras que 'Train to Busan' era una película de personajes razonables y convincentes, 'Seoul Station' se desplaza hacia el extremo más repleto de tópicos del género. Cuando no están llorando desconsolados, los protagonistas toman las decisiones más estúpidas, adjetivo acertado para describir su actitud en general. Unos errores que en la otra cinta no tenían cabida, pero que aquí determinan todo el desarrollo de la trama.
A nivel formal la película no genera impacto alguno a causa de una animación nada efectiva ni efectista, tan básica como sus personajes. El único destello de luz para los fans del cine coreano es que Yeon se desata mucho más que en su fantástico viaje de supervivencia en el tren, tanto en materia de diálogos como de brutalidad gubernamental. Por lo demás, el término precuela suena a excusa comercial que poca relación guarda con la realidad.
Lo mejor: Algunos flashazos de comedia que no serán recibidos con tanto ímpetu por el público más sensible.
Lo peor: La animación y la nula elaboración de los personajes.
Nota: 4
'47 Meters Down'
La tercera proyección del día fue precedida por uno de los momentos que competirán por ser el más memorable de esta edición. Durante la presentación de la película dirigida por Johannes Roberts, la presentadora de la muestra, Leticia Dolera, reivindicó la libertad sexual ante la reciente polémica del infame autobús naranja. Justo después, por razones todavía desconocidas, una de las asistentes se levantó de su asiento y le dedicó una lustrosa peineta a Dolera antes de marcharse indignada por la salida lateral de la sala.
De esa manera se daba paso a una película que, contra todo pronóstico, se impondría como la más convincente de la jornada. En ella dos hermanas disfrutan de un relajante viaje a México, donde deciden que meterse en una jaula oxidada para ver los enormes tiburones blancos es una idea fantástica. La premisa no suena esperanzadora, pero la buena mano de Roberts consigue que nos embarquemos en una aventura repleta de tensión.
Los hermanos Weinstein destacan entre los créditos de esta producción protagonizada por Mandy Moore, en su mejor papel desde que encarnó al interés amoroso del Aquaman de James Cameron -ese que desgraciadamente solo existió dentro del mundo ficticio de 'Entourage'. '47 Meters Down' busca ser una especie de 'Gravity' en la profundidad del mar, y llega a alcanzar un grado de inmersión encomiable, deteriorado en parte por un doble final que fractura el impacto del desenlace.
Lo mejor: La potencia visual alcanzada gracias a una fotografía impecable.
Lo peor: La escasa aparición de los depredadores marinos, que no causan tantos estragos como acostumbran en este subgénero.
Nota: 6,5
'Stop Over in Hell'
El acento español llegaba de la mano de Víctor Matellano, director de 'Vampyres' y 'Wax'. El realizador presentó la película junto a su numeroso equipo de actores y con la presencia especial del reputado Colin Arthur, responsable de los efectos especiales de 'La historia interminable' y asiduo colaborador de Matellano. Además, en la sala se encontraba Yvonne Blake, presidenta de la Academia de Cine española. Un despliegue de personalidades que no fue acompañado de una proyección a su altura.
Nos encontramos ante un western correctamente fotografiado e interpretado, pero que se eterniza por un guion en el que se echa de menos elementos originales, ya que los ecos del spaghetti western y los últimos trabajos de Quentin Tarantino son tan evidentes que no tiene cabida la personalidad propia. Algunos de los defectos más evidentes de la película son la cuestionable gestión de las secuencias plagadas de personajes y el maltrato del doblaje. Algunos actores de origen hispano ven sus notables interpretaciones limitadas por el desconocimiento o la mala expresión del inglés, que se deja clara una y otra vez con los diálogos que no coinciden con el movimiento de los labios, a pesar de tratarse del mismo idioma.
'Stop Over in Hell' se encontró en todo momento fuera de onda con buena parte del público de la muestra, algo cohibido en su habitual externalización de las emociones ante la presencia del equipo en la sala. Las frecuentes risas y comentarios terminaron por estallar, algo inevitable en ese contexto, nada idóneo para presentar esta producción, que abusa de la cámara lenta de forma descarada y cansina.
Lo mejor: La ambientación y los efectos prácticos de Colin Arthur.
Lo peor: La sensación de que la película nunca termina de arrancar.
Nota: 3
'The Funhouse Massacre'
La sesión golfa fue el entretenimiento necesario para despedir a los cerebros saturados de cine. 'The Funhouse Massacre' es ese tipo de película que es mala a propósito, no busca la trascendencia, sino la diversión pasajera. El film triunfa en su propósito de ofrecer un rato agradable, con sus dosis de gore y parodia.
La breve aparición inicial de Robert Englund marcó el buen ambiente durante la proyección, tan ligera que liberó la mente para llegar con fuerzas para la jornada siguiente. La película comenzaba con la huida de cinco psicópatas de un manicomio, al alocado estilo de 'Escuadrón Suicida', y con su Harley Quinn personal. Este grupo de asesinos en serie se infiltra en un parque temático dedicado a ellos mismos, donde matarán a diestro y siniestro a gente que piensa que todo forma parte de la ficción.
Desde los adolescentes cortos de miras al policía inútil, todos los clichés imaginables se dan de la mano. El avance es previsible en todo momento, algo de lo que son plenamente conscientes el director, los guionistas e incluso los propios protagonistas. Entretenimiento simple y sin complicaciones y dirigido a su público potencial en el horario acertado.
Lo mejor: El planteamiento alude directamente a aquellos espectadores fanáticos del cine de género.
Lo peor: El tono paródico se utiliza de forma acertada, pero ya es palpable un abuso de este recurso.
Nota: 5