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CRÍTICA

'Cuando todo está perdido': Redford y el mar

JC Chandor ofrece un extraño experimento que se erige más como una experiencia de supervivencia extrema que como una película al uso. Mañana, 14 de febrero, en cines.

Por Adrián Lavado Moreno 13 de Febrero 2014 | 09:00

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'Cuando todo está perdido' comienza con un sentido discurso del personaje protagonista mientras vemos una panorámica de un contenedor en medio del mar. Todo parece indicar que nos encontramos ante una historia de supervivencia al uso, con grandes diálogos, pero desde que aparece el título de la película la cosa cambia y nos damos cuenta que lo que nos propone Chandor transita por terrenos muchos más radicales.

'Cuando todo está perdido'

JC Chandor regresa a la cartelera tras debutar con la notable 'Margin Call'. El peso de su ópera prima recaía por completo en los diálogos, pero en 'Cuando todo está perdido' el director decide dar un salto al vacío y contar una historia simple y llanamente a través del poder de la imagen. La película sigue la historia de un hombre que vivirá una serie de infortunios en alta mar cuando su velero sufra una avería en el casco. Y eso es precisamente lo que veremos hasta el final: al personaje relacionándose con el inhóspito y despreocupado entorno que le rodea.

No hay florituras ni imposturas, pero tampoco hay argumento ni historia. 'Cuando todo está perdido' se erige más como una experiencia de supervivencia extrema que como una película al uso, y ahí residen sus pros y sus contras. Del ojo de quien lo mire dependerá que la balanza se incline hacia los que encuentren una obra maestra o los que simplemente vean a un hombre haciendo cosas en medio del océano.

El largometraje de Chandor ha sido comparado con otras obras con las que guarda ciertos paralelismos, como 'Gravity' o 'La vida de Pi', pero mientras éstas intentaban a toda costa plasmar un drama existencialista, 'Cuando todo está perdido' simplemente muestra las acciones que lleva a cabo el héroe para sobrevivir. El personaje que interpreta Robert Redford no llora, no habla, no se lamenta; simplemente actúa e intenta seguir con vida.

Esta frialdad hace que empatizar con el náufrago sea una tarea imposible. Chandor parece despojarlo de toda humanidad y querer que sentimientos que cualquiera de nosotros tendría en una situación similar, como miedo o desesperación, sean unos de los objetos que caigan por la borda con el primer temporal. Tanto es el desapego con respecto a "nuestro hombre", que muchas veces no sabes muy bien qué es lo que pretende hacer en ese momento el protagonista o lo que es peor, qué se le pasa por la mente. La película puede sentirse también bastante esquemática y reiterativa, pues después de un obstáculo siempre viene otro, muchas veces parecido al anterior, y el interés simplemente recae en la manera que tendrá el protagonista de solucionarlo.

'Cuando todo está perdido'

Redford se pone al servicio de un prometedor director

Mucho se hablará de la interpretación de Robert Redford, que sostiene con solvencia y sin ningún tipo de apoyo la aventura de este desdichado hombre que de golpe y porrazo descubre lo que verdaderamente importa en la vida pero, pese a ello, su hieratismo llevado hasta el extremo hace que su interpretación no brille entre las más destacadas de su carrera. Más interesante se muestra la labor de Chandor, quien no está recibiendo las alabanzas que se merece, ya que gracias a su dominio de la cámara sabe insuflar con maestría cierta poesía a espacios tan limitados como un velero o lo que es más difícil, un bote salvavidas. El sonido y la música también ayudan a que esta aventura no caiga nunca en el tedio y se siga con cierto interés la evolución del protagonista.

'Cuando todo está perdido' es en definitiva una experiencia única que propone algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados, pero que en el fondo no sabe encontrar la forma de que ese llamado en los títulos de crédito como "nuestro hombre", el espectador lo sienta como algo verdaderamente suyo.

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