El pasado 12 de enero llegó a los cines 'Chicas malas'. Quizás algunos se quedaron un poco desconcertados al ver el póster en las carteleras. No, no era un reestreno porque ni Lindsay Lohan ni Rachel McAdams aparecían en el póster, y había un elemento extraño en el título: una corchea. Por los tráilers y promo previa era casi imposible discernir que esa nota musical venía a indicar que esta 'Chicas malas' era precisamente eso, un musical.
Es una conversación bastante recurrente en los últimos meses en Film Twitter: esconder que los musicales son musicales en la promoción. 'Chicas malas' no es un caso aislado. 'Wonka' también se publicitó sin hacer ningún hincapié en que la película tenía varias canciones. Lo mismo con la nueva 'El color púrpura'.
El musical es un género que, sin duda, divide un montón al espectador. Hay auténticos fans que veneran cada película musical que llega a las salas, y hay quienes aborrecen un largometraje en el momento que alguien se pone a cantar. Pero quizás esconder el hecho de que una película es un musical actúa en detrimento de ambos. Unos no lo saben, por lo que no lo apoyan. Otros no lo saben, y si da la casualidad de que acaban yendo a verla pueden llevarse un chasco que no generaría el mejor de los boca a boca para días posteriores.
A 'Chicas malas' le ha ido bien en su estreno en la taquilla de Estados Unidos. En su primer fin de semana ha logrado 33,2 millones de dólares, superando por mucho el estreno de la película original. ¿Pero cuántos espectadores fueron al cine conscientes de que iban a ver un musical? Según Paramount (vía Variety), el 75% del público encuestado al salir de las proyecciones afirmaban saber que la nueva 'Chicas malas' era un musical antes de verla. Un 16% no lo sabían.
Marc Weinstock, presidente de marketing global de Paramount, defiende su decisión a Variety: "No queríamos decir que es un musical porque la gente tiende a tratar a los musicales de una manera diferente. Esta película es una comedia con música. Sí, se podría considerar un musical pero apela a un público más grande. 'Wonka' y 'El color púrpura' tampoco dicen que son musicales. Nosotros tenemos una nota musical en el título para que haya una pista sin resultar abrumador".
El musical, cuando funciona...
Más allá de la estrategia de promoción, quizás los estudios deberían perderle el miedo a las películas musicales porque muchas no están funcionando nada mal en taquilla. 'Wonka', sin ir más lejos, ha superado los 500 millones de dólares a nivel mundial y dominó la cartelera navideña.
En España, la película de Timothée Chalamet lleva unos 12 millones de euros recaudados (según datos de Comscore), una cifra estupenda. 'Chicas malas', por su parte, no ha llamado tanto la atención, al menos en su primer fin de semana, ya que ha debutado en una floja séptima posición. ¿Habría funcionado mejor de haber anunciado a bombo y platillo que era un musical?