El pasado 7 de septiembre la policía encontraba muerto al actor Michael K. Williams, conocido por interpretar a Omar Little en 'The Wire (Bajo escucha)'. Semanas después el departamento médico forense de Nueva York determinaba que la causa había sido una sobredosis accidental de dos opioides (fentanilo y p-fluorofentanilo), heroína y cocaína, no considerándose un suicidio. Ayer, 2 de febrero, cuatro hombres fueron detenidos en relación a la muerte de Williams según informa The Guardian.
El fiscal que lleva el caso ha confirmado que Williams murió pocas horas después de comprar heroína mezclada con fentanilo en una calle de Brooklyn y el intercambio fue registrado por una cámara de seguridad. Irvin Cartagena, el hombre que aparece en la grabación, ha sido acusado directamente de la muerte del actor y los otros tres detenidos pertenecen junto a él a un grupo de narcotraficantes que las autoridades llevaban tiempo monitoreando.
El trabajo policial
"Hoy, junto con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley en la policía de Nueva York", dijo Damian Williams, fiscal del distrito, "Anunciamos los arrestos de miembros de un grupo de narcotraficantes, incluido Irvin Cartagena, el hombre que supuestamente vendió la dosis mortal de drogas a Michael K. Williams. Esta es una crisis de salud pública. Y esto tiene que terminar". Las detenciones han sido posibles gracias a una operación encubierta de meses en la que un policía de incógnito ha estado comprando droga en el mismo área que lo hacía Williams y grabando las conversaciones con los traficantes.
La policía había reconstruido los movimientos de Williams las horas previas a su muerte gracias a su teléfono móvil y lectores de matriculas hasta que dieron con una cámara que había grabado el momento de la compra de droga. Estos hombres vendían los estupefacientes a plena luz del día entre edificios de Brooklyn y Manhattan. Los cargos contra estos cuatro hombres de 54, 57, 56 y 70 años conllevarían un mínimo de 5 años de prisión y una sentencia máxima de 40 años. En el caso de Cartagena, al que se acusa directamente de la muerte del actor, se enfrenta también entre 20 años de cárcel y cadena perpetúa.