Tras un debut un tanto irregular, George Lucas consiguió realizar con su segunda película, 'American Graffiti' (1973), una obra que marcaría un antes y un después en el cine juvenil americano: ambientada en su localidad natal (Modesto, California) el último día de verano de 1962, el film retrataba las diferentes personalidades, sueños, metas, dudas y conflictos de un grupo de chicos y chicas que pronto deberían abandonar sus vaivenes de adolescencia, sus salidas nocturnas y sus carreras de coches para emprender el largo camino de los adultos.
Con un reparto de jovencísimos intérpretes que con el tiempo se convertirían en las nuevas estrellas del firmamento de Hollywood, y con un presupuesto raquítico casi mendigado a la Universal (donde el apoyo de Francis Ford Coppola al proyecto fue fundamental), Lucas logró un fresco agridulce en la que toda una generación, que había vivido los divertidos y nostálgicos años del pre-Vietnam, se vio reflejada.
La cinta, que fue todo un éxito del momento, tardó casi un año en llegar a España. Recordamos algunas de las curiosidades que quizá no conocías sobre 'American Graffiti':
Curiosidades 'American Graffiti'
El factor Coppola
Tras presentarse a Paramount, Fox y MGM, Lucas llamó a la puerta de Universal, quien sí se interesó por este proyecto juvenil de bajo presupuesto tras el enorme éxito que había cosechado otra película generacional, 'Easy Rider' (Dennis Hopper, 1969): de hecho, en los planes de Universal estaba producir cinco películas con cinco millones (a razón de un millón o menos de presupuesto por proyecto), y 'American Graffiti' encajaba en esa idea.
En un principio, pusieron encima de la mesa 600.000 dólares: a fin de cuentas, Lucas era un desconocido con tan solo una película en su currículum (la difícilmente clasificable 'THX 1138'). Gracias a la intervención de Francis Ford Coppola, amigo personal de Lucas, sumaron 175.000 dólares más, a cambio de que el nombre de Coppola apareciera en el cartel como productor bajo el lema "from the man who give you 'The Godfather'" ("del hombre que les trajo 'El padrino').
Por cierto, a Coppola le horrorizaba el título, y sugirió cambiarlo por 'Another Slow Night In Modesto' o 'Rock Around The Block'. Ni que decir tiene que Lucas no le hizo ni caso.
Rostros jóvenes
Uno de los aspectos más recordados de 'American Graffiti' fue su casting, plagado de caras jóvenes y de actores prácticamente debutantes: Ronny Howard, Charles Martin Smith, Richard Dreyfuss, Harrison Ford, Bo Hopkins, Cindy Williams, Candy Clark, Paul Le Mat, Kathleen Quinlan... lo curioso es que, de todo el reparto, solo los dos primeros tenían la edad que se presuponía a sus personajes (18), mientras que el resto estaba en la veintena. Mackenzie Phillips tenía solo doce, mientras que el talludito de la pandilla era Ford: cumplió los treinta durante el rodaje.
Uno de los personajes clave era el Disc Jockey, papel que fue propuesto a Wolfman Jack por sugerencia de Coppola a Lucas y Coppola. Jack era locutor en la vida real, y a Lucas le entusiasmó la idea, porque recordaba haber escuchado su programa radiofónico cuando iba al instituto.
Un rodaje algo accidentado
La historia de 'American Graffiti' está ambientada en la ciudad natal (y en la juventud) del propio Lucas, en Modesto (California, EE.UU.), en el verano de 1962. Sin embargo, la película (producida, como sabemos, una década después), nunca se rodó allí, ya que sus calles y edificios habían perdido el aspecto original sesentero de antaño. La filmación se llevó a cabo en diversas localizaciones de Concord, Berkeley, Petaluma o Mill Valley, entre otras, localidades próximas a San Francisco (que es donde estaba el famos Mel's Drive-In). Algunas escenas adicionales tuvieron lugar en los estudios Zoetrope de Coppola.
El rodaje, siempre de noche, se prolongó durante veintinueve jornadas: todo un récord de eficiencia. La mayoría de los diálogos que se producen entre coches se rodaron con dos cámaras, para ahorrar tiempo. Lucas planificó exhaustivamente toda la película, y, al contrario de lo que es habitual, rodó en orden secuencial, para mayor comodidad de sus actores.
Sin embargo, no todo fue coser y cantar: juntar a un grupo de jóvenes, casi todos prácticamente novatos, a jugar a hacer películas noche tras noche durante un mes entero, dio pie también a accidentes durante el rodaje (un cámara tuvo que abandonar después de lesionarse la espalda), carreras ilegales, trapicheos con drogas y alcohol entre toma y toma, algún que otro arresto e incluso un pequeño incendio en la habitación de motel del propio Lucas.
Mel's Drive-In
La famosa cafetería, punto de encuentro de los protagonistas del film, llevaba varios años cerrada, pero se reabrió para el rodaje de 'American Graffiti', recuperando su esplendor nostálgico de antaño. Sin embargo fue una reapertura efímera, ya que, una vez se fueron los cineastas, el Mel's Drive-In original fue cerrado y demolido.
Años después, el hijo del propietario decidió reconstruirlo y reabrirlo en 1981, para luego convertirlo en una minicadena de restaurantes. Hasta la fecha tienen siete, todos ellos situados en la zona de Hollywood y alrededores de Los Angeles y San Francisco, donde es habitual ver almorzar al propio George Lucas.
"¿Quién nos presta unos coches?"
A través de anuncios en la prensa local, Coppola y Lucas solicitaron la colaboración de todos aquellos que pudieran aportar coches de época para la ambientación de las escenas. Más de mil propietarios de vehículos clásicos atendieron a la llamada, y finalmente se seleccionaron alrededor de trescientos de diversas marcas: Chevrolet, Ford, Mustang, etc. Chiste malo: irónicamente, el personaje de Harrison Ford conducía un... Chevrolet.
Barato, barato
Aunque Hollywood seguía compitiendo con la televisión empleando grandes formatos (Cinemascope), Lucas prefirió filmar 'American Graffiti' en Techniscope, un sistema ligero de filmación en 35mm. habitual en rodajes de documentales, según él porque, precisamente quería darle un aspecto semidocumental a la historia. Sin embargo, podría existir una razón más práctica y menos romántica: que con menos de 1 millón de dólares, el presupuesto no diera para cámaras Cinemascope...
"No te puedo pagar, pero..."
Hasta los años setenta, solo las estrellas y los jefes de equipo estaban acreditados en las películas (normalmente, en los títulos iniciales, cerrándose los films con el clásico "The End"). Debido al bajo presupuesto asignado a 'American Graffiti', Lucas propuso a técnicos y ayudantes aparecer en unos créditos finales de la película a cambio de un salario que no les podía pagar, una insólita oferta que, sin embargo, aceptaron. De este modo, su trabajo se vio reconocido en una obra cinematográfica.
Desde entonces, la norma general es que todo aquel que participa en una producción cinematográfica (haya cobrado o no) aparezca debidamente acreditado en los títulos del film.
45 canciones (y no es un musical)
La música era un factor ambiental clave para Lucas en esta película, y sobre el guion tenía anotados los títulos de más de ochenta canciones de la época. Para Universal, se trataba de algo inviable: por un lado porque 'American Graffiti' no era un musical (y ni en ese caso se hubiesen planteado tal cantidad de temas), por otro, porque no podían pagar los royalties sin disparar el presupuesto. Finalmente, la BSO se quedó en solo cuarenta y cinco canciones de artistas como The Platters, Chuck Berry, Buddy Holly, The Beach Boys, The Del Vikings o Bobby Freeman, entre otros.
Gracias al film, algunos de estos músicos regrabaron y relanzaron los temas que aparecían en la película, volviendo a situarlos en las listas de éxitos. El disco de la banda sonora de la película también se convirtió en un LP muy preciado por aficionados y coleccionistas.
Éxito y título de culto
Lucas cumplió con los plazos y con los presupuestos; sin embargo, una vez enlatada, y para desesperación del director, Universal no se decidió a estrenarla hasta seis meses después y tras imponer varios cambios en el montaje. Cuando se lanzó, 'American Graffiti' se convirtió en un éxito instantáneo, que terminaría recaudando más de cien millones de dólares y logrando cinco nominaciones a los Oscar en 1974: Mejor Película, Director (Lucas), Actriz de Reparto (Candy Clark), Guion Original y Montaje. No se llevaría ninguno, pero sí otros premios relevantes, como dos Globos de Oro (Mejor Película de Comedia o Musical y Mejor Actor Promesa para Paul Le Mat).
Sin embargo, los enfrentamientos con la major marcaron un antes y un después en la personalidad del director, que juró que jamás volvería a ceder ante la presión de un gran estudio.
Semillas de 'Star Wars' (para muy frikis)
Es curioso que encontremos en 'American Graffiti' algunas semillas de la futura 'Star Wars' (y no solo por la coincidencia de Harrison Ford en los respectivos elencos o la explícita pasión por la velocidad de Lucas). Un jovencísimo Mark Hamill se presentó al casting, pero no logró entrar en la película; pero años después se convertiría en el héroe más famoso de la galaxia. El número 327, que se ve en el lateral de un motor, aparecerá también en tres películas de la saga galáctica (concretamente, en 'La guerra de las galaxias', 'El Imperio contraataca' y 'La amenaza fantasma'). Y un rumor no confirmado: se dice que, durante el montaje de 'American Graffiti', en un momento determinado el editor le pidió a Lucas el "roll two, dialogue two" ("rollo dos, diálogo dos"), o lo que es lo mismo, "R2-D2". ¿Cierto o rebuscado?
'American Graffiti Festival'
Con el paso del tiempo, 'American Graffiti' se ha convertido en un icono estadounidense. Tanto es así que desde 1998 se celebra en Modesto el 'American Graffiti Festival', una concentración y desfile de coches de época para los amantes de vehículos clásicos y nostálgicos del film. El propio Lucas ha acudido en varias ocasiones a este evento, cuya 18ª edición tendrá lugar entre el 10 y el 12 de junio próximos.
Desde el año 2007, 'American Graffiti' está incluida entre las películas protegidas por el American Film Institute, clasificada en el puesto 62 de los mejores títulos de todos los tiempos. También aparece en el famoso libro '1001 películas que deber ver antes de morir' de Steven Schneider.
'Más American Graffiti'
Seis años después, con 'American Graffiti' convertida en prematura obra de culto y George Lucas conquistando el planeta cine gracias a 'La guerra de las galaxias' (1977), Universal logró que éste produjera una secuela oficial con casi todo el elenco original (la ausencia más notable fue la de Richard Dreyfuss). Si la original se situaba en verano del '62, ésta reflejaba a los personajes en las Nocheviejas del '64 al '67 con sus nuevas dudas e inquietudes, y con la guerra de Vietnam como telón de fondo. El semidebutante Bill Norton fue elegido por el propio Lucas para hacerse cargo de la dirección, y el resultado fue un film bastante irregular, con una recepción tibia por parte de crítica y público. Una apuesta de 3 millones de dólares (más del triple del presupuesto que había tenido 'AG') que, aunque cubrió gastos y generó pingües beneficios, se quedó muy lejos de lo esperado en términos económicos y artísticos.