En 2009, una nueva película de Lars von Trier ya era una de las citas ineludibles del año, pues desde que el realizador danés debutase en la última década del pasado siglo, todas y cada una de sus propuestas habían sido, para bien o para mal (y casi siempre rodeadas de polémica), en aquellas que copaban las listas de lo más alabado en su pertinente año.
Si a ello le sumamos que 'Anticristo' venía acompañada con la etiqueta de ser "la película de terror de Von Trier", iba a ser más que lógico que muchos afilasen los cuchillos incluso antes de verla. El director, quien ya acumulaba siete premios en el Festival de Cannes, donde fue presentada como parte de su sección a competición, viviría uno de los momentos más incómodos de su carrera cuando se alzaron las voces que tacharon al cineasta de misógino por el alto contenido violento de su nueva propuesta.
Catarsis y simbolismo
Planteada como una absoluta tesis acerca del duelo, la depresión y la ansiedad, 'Anticristo' nos presentaba a Charlotte Gainsbourg y Willem Dafoe como dos personajes de quienes no conoceremos su nombre, pero que sí podremos ver cómo nos muestran las entrañas de su propio ser a raíz de la muerte accidental de Nick, su hijo. Después de trasladarse a una cabaña perdida en mitad del bosque, el comportamiento de ella irá divagando a través de diferentes estados de ánimo hasta que empiece a ser objeto de temor por parte de él, quien descubre que todo el dolor de su amada ha empezado a convertirse en una fijación malsana por lo oscuro, además de empezar a dar muestras de una peligrosa tendencia al sadomasoquismo.
En este artículo repasamos algunos de momentos a los que se tuvo que enfrentar Von Trier desde que empezó a escribir lo que él concibió como una película de terror, y cuyos altibajos emocionales le pasaron factura a la hora de terminar el guion y dirigirla.
Mucho se ha escrito acerca de toda la simbología que maneja 'Anticristo', ese título que a pesar de reflejar a la perfección la depresión, no es más que una constante representación de dualidades, con las cuales juega su creador y pervierte para contar su propia historia. Así, donde unos veían a Gainsbourg como víctima de la misoginia de Von Trier, otros ven en ella una suerte de rebelión contra los arquetipos, pudiendo simbolizar ella misma ese Anticristo que se pondrá en contra del hombre (y por ende, el creador supremo), aunque no por ello tenga que leerse en clave negativa. Y si además tenemos en cuenta aquella primera idea de que Satanás iba a ser por parte del danés el verdadero creador, no es escandaloso imaginarse a esa mujer sumida en lo más oscuro de su mente como su propia luz al final del camino, un camino representado cual espacio inhóspito y espeluznante como ese bosque en el que habitan el ciervo, el zorro y el cuervo, símbolos de la tristeza, el dolor y la desesperación.
Y como era de esperar, y con varias lecturas que pueden hacerse sobre lo que quiere contarnos, 'Anticristo' pronto se convertía en película de culto. Y desde aquí no podemos hacer otra cosa que aplaudir la grandeza de su director, quien hasta en sus horas más bajas es capaz de parir joyas de semejante calibre.
Curiosidades de 'Anticristo'
Concepción
Entre los estrenos de 'Manderlay' en 2005 y de 'El jefe de todo esto' en 2006, Von Trier permaneció ingresado en un hospital a causa de una depresión, trastorno que el realizador lleva arrastrando desde hace años y en el que recae de forma periódica.
Fue durante ese ingreso cuando empezó a escribir el guion de 'Anticristo', título que nace literalmente de dicha alteración del estado de ánimo del director y que se convertirá en el primer capítulo de la Trilogía de la Depresión, seguido por 'Melancolía' y 'Nymphomaniac. Parte 1' y 'Nymphomaniac. Parte 2'.
Primer intento
Con la producción de la película planeada para 2005, todo el calendario se vino abajo cuando Lars von Trier, en un arrebato de furia, decidió cancelar los planes para volver a escribir el guion.
Pese a que pueda parecer la excentricidad de un tipo caprichoso, el motivo fue que al productor Peter Aalbaek Jensen (habitual colaborador de la filmografía del danés) se le escapó que la gran revelación de la película era que la Tierra había sido creada por Satanás y no por Dios. Con el secreto destapado, Von Trier optó por reescribir la historia, llegando a dejarla aparcada y embarcándose en otros proyectos personales.
Abierto en canal
Ya en 2007, tras haber dirigido dos películas después de dejar la producción de 'Anticristo', Von Trier anuncia que vuelve a padecer depresión pero que quiere trabajar en el guion. "Sé que será mi próxima película, pero ahora mismo no sé si podré hacer más", dejando caer que esa podría ser su retirada del cine.
Ese periodo y su recuperación le sirven como catarsis personal, vomitando todos aquellos pensamientos oscuros que tuvo sobre el guion, el cual acabará cogiendo forma y dibujándose como una visceral tesis acerca de la ansiedad y la depresión.
El terror como inspiración
Pese a que se podría considerar perfectamente dentro del género de terror, Von Trier en ningún momento renegó de ello, diciendo únicamente que no sabría si considerarla como tal ya que no le parecía terrorífica ni estaba concebida para asustar.
El realizador aseguró haberse inspirado en 'The Ring: El círculo' y 'Dark Water (2002)', ambas de Hideo Nakata, pero que finalmente le salió algo totalmente diferente.
Antes de Gainsbourg
Con la producción en marcha una vez más y yendo todo sobre ruedas, Lars von Trier fichó a Eva Green para el papel de la mujer. La actriz estaba muy predispuesta a hacerlo pero finalmente sus agentes hicieron que se echase para atrás, alegando que se podría tratar de un trabajo demasiado polémico.
Fue entonces cuando apareció Charlotte Gainsbourg en escena, quien podría decirse que le suplicó al director por el papel, quien al verla tan convencida no dudó en dárselo.
La llamada de Dafoe
Von Trier y Willem Dafoe se conocían desde que el actor hubiese interpretado a Mr. Mulligan en 'Manderlay' en 2005.
Dafoe llamó a Von Trier por teléfono para preguntarle cómo le estaba yendo y si estaba trabajando en algo, momento en el que el director le ofreció el papel del hombre directamente. Tras recibir el guion, el actor lo aceptó encantado, considerando que se trataba de un gran reto interpretativo y que no podía dejar escapar la oportunidad.
El bosque infernal
'Anticristo' fue la primera película del director rodada en Alemania, en concreto en varias regiones del noroeste que representarían una zona montañosa de Seattle.
El emplazamiento era absolutamente importante, ya que Von Trier había tenido en cuenta el espacio que había imaginado como un lugar inhóspito donde, tras la aparente estampa bucólica que presentaba, se escondía un auténtico infierno en el que los animales que lo habitaban debían luchar día y noche por sobrevivir a la ley del más fuerte, idea que extrajo tras ver un documental sobre los bosques europeos que hablaba sobre eso.
Creyéndose incapaz
Pese a haber creído que había superado la depresión, una vez empezaron a filmar Von Trier se vino abajo, frustrándose al comprobar que no podía ser él mismo quien manejase la cámara, algo que siempre había hecho.
Durante los cuarenta días que duró el rodaje, el realizador no paró de disculparse frente a Charlotte Gainsbourg y Willem Dafoe, alegando que no estaba a la altura de su trabajo y confesando que le estaba costando ser un buen director de actores. Esa cierta libertad a la hora de ser dirigidos, fue lo que ayudó a ambos para poder experimentar con los personajes, llegando a mostrar diferentes matices interpretativos y formas en las que poder dar lo máximo de sí mismos en su representación ficticia del dolor, la ansiedad y la depresión.
El zorro
La secuencia en la que el zorro le dice al personaje de Willem Dafoe aquello de "Chaos reigns" acabó siendo una de las que más quebraderos de cabeza dio al equipo, tanto en el rodaje como durante la postproducción.
Gracias a un entrenador, se consiguió que el animal moviese la boca al darle diferentes instrucciones para hacer ver que hablaba, pero finalmente esto tuvo que ser retocado digitalmente en la sala de montaje para que hubiese sincronía entre los movimientos y el sonido de la frase, de la que se encargó el propio Dafoe.
Recepción y censura
Presentada en Cannes, ya en el primer pase de 'Anticristo' el director consiguió una avalancha de críticas negativas que se compensaban con las positivas, convirtiéndose en objeto de polarización por parte de la crítica especializada.
El hecho de haber llegado a recibir abucheos no le eximió de declarar durante el certamen aquello de "Soy el mejor director del mundo", frase que contrastó frontalmente cuando se realizó la lectura del Jurado. Al premio a la Mejor Actriz para Charlotte Gainsbourg otorgado por el Jurado Oficial, se añadía el anti-premio otorgado por el Jurado Ecuménico para "la película más misógina del auto-proclamado mejor director del mundo".
Sabiendo qué tipo de material se traían entre manos, la película se distribuyó en dos versiones: una censurada y otra sin censurar, siendo curiosamente en Francia donde 'Anticristo' acabaría siendo prohibida después de que un grupo de católicos radicales llevase hasta el gobierno la propuesta.