Escrita por Sam Raimi y su hermano Ivan, en 2009 llegaba la decimotercera película del creador de ¡Posesión infernal' como director. Convertido por méritos propios en uno de los nombres clave a la hora de entender el cine de terror contemporáneo, el nombre de Raimi seguía estando asociado al género, pese a que los fans llevaban años reclamando su triunfal regreso a este.
Tras su etapa coqueteando con los blockbusters dirigiendo la trilogía cinematográfica de 'Spider-Man', por fin Raimi se puso tras las cámaras para traernos un film de horror, algo que no había hecho desde el año 2000, cuando presentó al mundo 'Premonición'. Los amantes del fantástico no pudieron estar más contentos con 'Arrástrame al infierno', título que compaginaba a la perfección terror con varios despuntes hacia la comedia, con lo cual el realizador demostraba que el espíritu de la saga 'Posesión infernal' con el que se había dado a conocer seguía muy presente en él.
Título a reivindicar
Protagonizada por Alison Lohman como Christine Brown, y por Justin Long en el papel de su novio, Clay Dalton, la película parte de la premisa en la que el honor de una anciana húngara es vilipendiado por culpa de las ansias por medrar en su carrera profesional de la protagonista, cayendo sobre esta todo el peso del mal a través de una maldición que promete llevarse el alma de Christine al infierno, y la cual recordamos en el presente especial como uno de los mejores títulos de género del nuevo siglo.
Rodada con un presupuesto de 30 millones de dólares, la película fue presentada en el Festival de Cannes, logrando convencer a la crítica y revalidando el título de maestro del género para su realizador, quien supo reflejar en pantalla la mezcla perfecta entre la forma de entender el terror actual con la que se hacía en los años ochenta, la época de su debut. Por si fuera poco, en taquilla le fue bastante bien, consiguiendo cerca de 91 millones de recaudación en todo el mundo, gracias a los cuales Lohman se convirtió en una potencial scream queen que no supo explotar su faceta en los años siguientes, y se rumoreó siempre que una secuela estaba en marcha, algo que nunca se ha hecho realidad y que muchos seguimos reclamando, pero con Raimi tras la cámara.
Curiosidades de 'Arrástrame al infierno'
Proyecto en el cajón
El directorSam Raimi empezó a construir la historia una vez hubo terminado con 'El ejército de las tinieblas', pero pronto se convirtió en uno de aquellos proyectos que siempre se quedaban en la recámara, ya que lo costaría sacar adelante con la financiación de un gran estudio.
Sería cuando finalizase la trilogía de 'Spider-Man' cuando Universal confió plenamente en él para dar luz verde a la película.
Inspiración
La película a la que quiso rendir homenaje Sam Raimi fue un clásico de culto de los años cincuenta: 'La noche del demonio' de Jacques Tourneur.
Estrenada en 1957 y basada en un relato de M.R. James, contaba el horror al que se enfrentaba un psicólogo al descubrir la verdad tras una secta, topándose con una maldición en la que un demonio acechaba con llevarse su alma en un corto periodo de tiempo.
Protagonistas
Antes de que Alison Lohman se convirtiese en la protagonista de la película, iba a ser otra actriz la que iba a encarnar a Christine Brown. Desde un primer momento, Ellen Page había sido la escogida y parecía estar muy reticente a trabajar con Sam Raimi, pero por problemas de agenda finalmente no pudo estar presente.
Otro que también iba a estar era Bruce Campbell, íntimo del director y que tampoco pudo debido a su trabajo en 'Último aviso', la serie en la que estaba trabajando.
Scream queen entregada
Por el presupuesto de la película, Sam Raimi podía permitirse contratar a una doble que realizara todas las escenas de acción de Alison Lohman.
Sin embargo, esta optó por ser ella misma quien las hiciera, siendo uno de los pocos momentos en los que una doble tuvo que intervenir, en la secuencia donde tenía que salir de la tumba hacia el final de la película (algo que se puede ver en la película si prestamos atención).
Tributo a los ancestros
Sam Raimi y su hermano Ivan tienen ascendencia rusa y húngara, el principal motivo por el que quisieron introducir elementos del folclore de sus ancestros en la película a través de la familia Ganush, presentada como un clan de inmigrantes gitanos venidos de Hungría.
Aun así, director y guionista no fueron del todo concisos con la mitología eslava, tomando elementos de otras culturas para crear el imaginario de la película.
La lamia
La figura de la lamia, el demonio al que tendrá que hacer frente Alison Lohman, proviene de la mitología griega, sin ser un elemento característico del folclore húngaro.
Esta, simbolizada como un terrible demonio que aparece para llevarse a los niños y devorar sus almas, ha sido considerada desde hace décadas como uno de los símbolos mitológicos más fuertes y que mayor presencia ha tenido en la ficción de terror, tanto en la literatura como en el cine, pues a la lamia asociamos figuras nocturnas en sintonía con lo oscuro y el mal, algo que desde el estudio de los arquetipos y del psicoanálisis viene ligado a la figura de la vampiresa y/o la bruja, y por ende, a la mujer con cierto empoderamiento.
Espíritu vintage
Sam Raimi no solo quiso que su película fuese un tributo a la obra de Jacques Tourneur, sino que Universal confió plenamente en él y dotó 'Arrástrame al infierno' de un par de características que sirvieron como guiño al espectador.
La película se iniciaba con el logo que Universal tenía en los años ochenta y acababa con un anuncio que alentaba a la gente a comprar entradas para visitar los Universal Studios, algo que era común encontrarse en las producciones de aquella época.
Guiños automovilísticos
'Arrástrame al infierno' contiene un par de guiños que están relacionados con coches, y uno de ellos es algo ya común en la filmografía de Sam Raimi. Se trata del Oldsmobile Delta 88, propiedad del director y que ya ha salido en otros de sus títulos, siendo aquí el coche que conduce Sylvia Ganush.
El otro, se trata de la matrícula del vehículo, la cual es 99951, que leída al revés deja entrever algo demoníaco en ella: IS666.
La cabra
Una de las secuencias más hilarantes de la película es la de la sesión de espiritismo que acaba con una invocación y una cabra poseída, para la cual se optó por una marioneta.
Después de le harían ciertos retoques mediante CGI, pero Sam Raimi había querido que el espíritu del terror que se hacía antaño estuviese presente de forma palpable, por lo que haber tenido una cabra totalmente generada por ordenador no acababa de convencerle.
Teorías
Con la llegada de la película a los cines, la crítica y la prensa especializada puso sobre la mesa dos teorías acerca del trasfondo, las cuales no sabemos si Sam Raimi había pasado por alto o tenido en cuenta desde el principio.
La primera, son las semejanzas con 'Carrie', pues las dos protagonistas comparten la inicial del nombre y un color como apellido (Carrie White, Christine Brown). Eso sería lo menos significativo, pues lo más interesante llega cuando nos encontramos con la protagonista enfrentándose a una lamia, el monstruo que según la simbología también es representación de la madre terrible, la cual representa a la perfección Piper Laurie en la película de Brian de Palma.
La otra teoría es la que establece que bajo esa aparente historia con mensaje moralista que es 'Arrástrame al infierno', sobre una mujer que es castigada por haber ridiculizado a otra, se esconde una profunda carga machista, ya que en el mundo de las finanzas en la que Christine se mueve, los hombres hacen lo mismo constantemente y no son castigados por ello.