Tras haber conquistado a la Academia de Hollywood con sus trabajos anteriores, por los que le ganaría sendos Oscar a la Mejor Dirección por 'Platoon' y 'Nacido el cuatro de julio' (antes, 'El expreso de medianoche' le había valido su primera estatuilla, aunque como guionista), a mediados de los años noventa Oliver Stone presentaba al mundo uno de los títulos más polémicos de aquella década: 'Asesinos natos'.
Surgida de una idea de Quentin Tarantino y protagonizada por Woody Harrelson y Juliette Lewis, la película presentaba, al más puro estilo de 'Bonnie y Clyde', a una pareja de amantes, Mickey y Mallory, quienes además de compartir una relación sentimental no se cortan a la hora de poner en común su predilección por el crimen y la brutalidad con la que llevar a cabo sus fechorías, convirtiéndose en un horror para la población.
Fetiches del sensacionalismo
A modo de feroz crítica contra el sensacionalismo en el periodismo y cómo los medios de comunicación tratan la crónica de sucesos, Stone ponía el dedo en la llaga con una película de alma hiperviolenta que, más allá de satirizar sobre lo que venía a exponer, trataba de hacer una radiografía sobre el estado de los valores y la ética de los profesionales del medio, quienes acabarán por encumbrar a la categoría de estrellas a esos dos asesinos natos, con el fin de aprovechar la fascinación que despiertan sus acciones y personalidades ante la población. En el presente especial, hacemos un repaso a algunas de las curiosidades que formaron parte de su proceso creativo como de su rodaje, además de lo que (por desgracia) acabó siendo la película más allá del culto cinéfilo.
Haciéndose con el Gran Premio Especial del Jurado en el Festival de Venecia de 1994, donde también se premió (por partida doble) a Lewis en la categoría de actriz, 'Asesinos natos' costó 34 millones de presupuesto y logró recaudar en Estados Unidos 50,2, una cifra correcta si tenemos en cuenta el problema de su calificación R. Sería su llegada al mercado doméstico lo que iría otorgándole la categoría del culto con la que la conocemos a día de hoy, siendo una de las obras que siempre nos encontramos en cualquier lista con las películas más controvertidas de la historia.
Curiosidades de 'Asesinos natos'
El origen
A principios de los noventa, Quentin Tarantino había vendido el guion de una historia acerca de una pareja de asesinos a Warner Bros., el cual acabaría derivando en dos historias diferentes. Así fue como en 1993 se estrenaba 'Amor a quemarropa', dirigida por Tony Scott y con Tarantino acreditado como guionista.
Oliver Stone se toparía con la otra historia que se había ido reescribiendo y, junto a Richard Rutowski y David Veloz le acabó de dar forma al guion, apareciendo Tarantino acreditado únicamente como creador de la historia.
Tarantino en contra
Quentin Tarantino, quien aseguró odiar el resultado final de la película. Fue entonces cuando el cineasta decidió publicar el trabajo original, algo que los productores de 'Asesinos natos' tomaron como una provocación y le demandaron, alegando que él había perdido los derechos cuando vendió el guion.
Finalmente, Tarantino pudo publicar el guion original, aunque eso no hizo que mantuviese la boca cerrada, llegando a declarar que la odiaba y que "si te gustan mis cosas, no la veas".
Acento australiano
Robert Downey Jr. se preparó a conciencia para el papel de Wayne Gale, el periodista encargado del programa sensacionalista 'American Maniacs'.
El actor pasó una temporada junto a Steve Dunleavy, periodista australiano afincado en Estados Unidos y que durante años presentó un programa con el que el personaje de Gale estaba bastante asemejado. Tal fue su entrega, que Downey Jr. se incorporó al rodaje teniendo acento australiano, que se le había pegado por haber pasado tanto tiempo junto a Dunleavy, algo que Oliver Stone optó por incluir en la película haciendo que el personaje fuese el de un periodista originario de Australia.
La amenaza
Antes de que Robert Downey Jr. consiguiese el papel de Wayne Gale, el rol le fue ofrecido a otros actores que en un primer momento estuvieron dispuestos a llevarlo a cabo.
Se trataba de Tim Roth y Steve Buscemi, quienes finalmente decidieron omitir la propuesta debido a que su amigo Quentin Tarantino les aseguró que si aparecían en esa película, nunca más trabajarían para él.
Otro actor que optó por tomar al pie de la letra la recomendación de Tarantino fue Michael Madsen, a quien le habían ofrecido el papel de Mickey que acabaría en manos en Woody Harrelson.
Juliette Lewis, en forma
Aunque Oliver Stone pensaba que Juliette Lewis era perfecta para el papel, intentó convencer a la actriz para que esta aumentase su masa muscular.
Esta se negó completamente, pues consideraba que el personaje era una imitadora de asesinos y no una culturista, así que lo único a lo que accedió fue a asistir a unas cuantas clases de kickboxing con la intención de que sus peleas en la película fuesen lo más realistas posibles.
Tom Sizemore, herido
Tales fueron las dotes adquiridas por Juliette Lewis, que en la escena que golpeaba al detective Jack Scagnetti, la actriz le rompió la nariz a Tom Sizemore.
El actor, había conseguido el papel después de haberse ofrecido voluntario a Oliver Stone, quien le contrató después de que este le hubiese leído un monólogo que él mismo había preparado y tras haberse documentado de forma exhaustiva con casos reales como los de Ted Bundy y John Wayne Gacy.
Otra de las condiciones para ser contratado, fue que debería mantenerse sobrio, algo que Sizemore consiguió durante noventa días, recayendo en la bebida después de rodar la película.
La inspiración de Jones
Tommy Lee Jones convirtió al personaje de Warden Dwight McClusky en uno de los más recordados de 'Asesinos natos', debido a una interpretación un tanto exagerada e histriónica.
El actor confesó haber creado al personaje desde cero con esas cualidades, habiéndose inspirado en 'El burgués gentilhombre', comedia de Molière de finales del siglo XVII que trataba aspectos que se pueden ver reflejados en la película, como lo son las cosas que las personas son capaces de hacer por ascender en los estamentos sociales, siendo una temprana crítica cerca de la fama y la falta de escrúpulos para llegar a alcanzarla.
Rodaje de pesadilla
Robert Richardson, director de fotografía ganador de tres Oscar por 'J.F.K. (Caso abierto)', 'El aviador' y 'La invención de Hugo', se mostró contrario a trabajar en 'Asesinos natos', ya que aseguró que odiaba el guion y que no quería verse involucrado en ese proyecto.
Después de que su amigo Oliver Stone le convenciese para ser parte del equipo, sus problemas personales se acrecentaron: tuvo que tomar pastillas para dormir durante el rodaje debido a una serie de malos recuerdos que la historia despertó en él, su esposa cayó gravemente enferma, su hermano entró en coma tras un accidente y, para rematar, se rompió un dedo rodando y el cámara que le sustituyó le hirió en un ojo.
No de extrañar que Richardson siga considerando este como el peor rodaje de toda su vida.
Censura
Con la intención de la que la película obtuviese una calificación de NC-17 y no R, Oliver Stone tuvo que optar por cortar varios momentos en los que la violencia era demasiado explícita. Tras haber suprimido cuatro minutos, la MPAA decidió que, pese a eso, 'Asesinos natos' se tenía que estrenar bajo calificación R.
La película llegó a estar prohibida en Irlanda, y sería con su llegada al mercado doméstico y el estreno del Director's Cut, cuando verían la luz las brutales secuencias que Stone había rodado para que formasen parte del motín final de la película, en la que se apreciaban violaciones de los presos y que el propio Woody Harrelson había dicho en una entrevista que ojalá que Stone nunca lo incluyese en ningún montaje, quedándose perplejo al enterarse por parte del entrevistador que eso sí había pasado.
Trágica inspiración
La polémica en torno a 'Asesinos natos' (y quizá parte de lo que hizo que se convirtiera en película de culto) no acabó una vez esta llegó a los cines ni cuando vio la luz el Director's Cut.
Desde su estreno, han sido muchos los trágicos sucesos que han sacudido a la sociedad estadounidense y que han tenido como punto el común las masacres llevadas a cabo por adolescentes, entre ellas la del Columbine en 1999 o la del asesinato de la familia Richardson en 2006, cuyo perpetrador era un fan de la película y quien llegó a decirle a sus amigos que sería un asesino nato con la familia de su novia.
Es por ello que la película ha sido tachada en repetidas ocasiones de la historia reciente de los sucesos en América, de ser objeto de inspiración para jóvenes con problemas de adaptación que han acabado por ser perpetradores de sangrientos crímenes como lo hicieron Woody Harrelson y Juliette Lewis en la ficción.