No hay duda de que los años 80 fueron muy prolíficos en cuanto a producción cinematográfica se refiere, y que de ese década han salido auténticos clásicos que nunca podremos olvidar. A pesar de que en ese momento Tim Burton no era ni la mitad de conocido que ahora, ya comenzaba a destacar en el cine a finales de la década, y una de sus creaciones más recordadas es la mítica 'Bitelchús'.
En ella, conocíamos a los Maitland; un matrimonio que ha tenido la desgracia de morir poco después de amueblar y decorar su querida casa. Ahora, convertidos en fantasmas, se sienten impotentes al ver que unos nuevos inquilinos se adueñan de la mansión. Por eso contratan los servicios de Bitelchús, cuya especialidad es asustar a los mortales.
En 1988 se estrenaba esta joya de la comedia fantasmagórica, que a día de hoy, casi 30 años después de su creación, seguimos mirando con admiración y nunca desmerece. Una película así necesita un buen homenaje por nuestra parte, y es por ello que hemos querido seleccionar las siete mejores anécdotas y curiosidades de un film que es imposible no disfrutar.
Curiosidades de 'Bitelchús'
Más rápido que el viento
Supongo que todos estaremos de acuerdo en que Michael Keaton es el alma absoluta de la película, y cuyo personaje, obviamente, le da nombre. Sin embargo, es increíble pensar que el actor solo está presente en 17 minutos y medio de metraje, cuando el film dura un total de 92. Así se logra explicar que Keaton solo tuviera que estar rodándola durante dos semanas.
Betelgeuse
El nombre de la película resulta tremendamente curioso, y es que viene de Betelgeuse. Se trata de una estrella roja y brillante de la constelación de Orión. Al estudio no le hacía demasiada gracia este título, y tenía pensado llamar al film 'House Ghosts'. Tim Burton, con su peculiar humor, sugirió el título 'Scared Sheetless', y se le quitaron las ganas de bromear cuando vio que al estudio no le desagradaba la idea.
La serpiente
En cierto momento de la cinta, Bitelchús se transforma en una serpiente, que aterroriza a todos los presentes. Esta gran escena, se llegó a rodar antes de que Michael Keaton se sumara al proyecto y, obviamente, no se parecía en nada al actor. No obstante, tras fichar por la película se volvieron a filmar algunas cosas, usando una serpiente de stop-motion con mayor semejanza al intérprete, pues el estudio quería que todo el mundo supiera a ciencia cierta que el animal era Bitelchús.
Horror Movie
A pesar de que hoy en día no concibamos la película de otra forma, lo cierto es que 'Bitelchús' iba a ser una cinta de terror puro. El personaje de Michael Keaton estaba pensado para ser un demonio reptiliano con alas, que se transformaba en un hombre para interactuar con los Maitland y los Deetz. Bitelchús debía matar a los Deetz, y llegaba a intentar violar a Lydia. Las siguientes versiones del guion añadieron el tono de comedia, y suavizaron al personaje principal sin convertirlo en un demonio.
La despedida perfecta
Pocos habrán podido olvidar la musical escena en la que están todos sentados alrededor de la mesa y brindando. Uno de los actores que aparecía en ella encarnando a Otho, Glenn Shadix, falleció en septiembre de 2010. Para el funeral, sus allegados tuvieron una magnífica idea, y la última canción que sonó allí fue "Day-O (The Banana Boat Song)", la misma que en la inolvidable escena del film.
Beetlejuice Goes Hawaiian
¿Quién no querría ver una secuela de esta película? Desde hace mucho, se lleva tiempo hablando de la posibilidad de 'Bitelchús 2', aunque Tim Burton afirma que aún no hay nada concretado. Sin embargo, llegó a haber en su día un guion de la que se llamaría 'Beetlejuice Goes Hawaiian', que logró volver a firmar a Michael Keaton y Winona Ryder. Desgraciadamente, su director se embarcó en otros proyectos y nada más se supo de ella, pese a los diversos rumores posteriores.
¿Agua? No, gracias
Los que hayan disfrutado de esta película, tampoco habrán podido olvidar la clásica escena de la sala de espera. Allí, todos los que hay han fallecido, y se les muestra de la misma forma en la que murieron. Sin embargo, los Maitland, que se ahogaron, aparecen de manera normal, sin ningún rastro de agua en sus cuerpos. La razón es que el director creía que los intérpretes estarían incómodos si se les mantuviera todo el rato mojados.
