A algunos nos costó entrar en ella, sí, pero una vez que nos sumergimos en el universo sucio, enfermo, terrible y adictivo de 'Breaking Bad' no salimos nunca más. No todas las obras maestras, de eso estamos hablando, ponen las cosas fáciles de primeras. Y mejor así, porque la serie creada por Vince Gilligan pedía paciencia, las prisas nunca ayudan, para (re)compensarnos con una de esas tramas a las que cuesta mucho, muchísimo, encontrar un error. No diremos perfección, pero casi.
De esta forma, 'Breaking Bad' iba asentando su narrativa única y especial mientras colocaba a cada uno de sus inolvidables personajes, oro auténtico, en un tablero donde cada movimiento fallido podía tener consecuencias fatales. Redención y sacrificio. Libertad y condena. Decisiones de vida o muerte. Todo tenía un peso real, nada ocurría por casualidad e incluso aquellos detalles que parecían caprichos de autor con pretensiones terminaba siendo un elemento clave en la historia. Si a este conjunto de virtudes envidiables le sumas a uno de los personajes protagonistas más complejos, redondos y apasionantes de la historia de la televisión, el triunfo a todos los niveles se convierte en algo casi inevitable.
Con una temporada final que sigue resonando en la televisión actual como modelo a seguir a la hora de cerrar una serie de la mejor manera posible, 'Breaking Bad' se sumó a esa privilegiada lista de obras históricas de la pequeña pantalla. Bañada en premios y reconocimientos por parte de la crítica y la industria, ovacionada por un público entregado, influyente y carismática, medida y calculada, vibrante y repleta de escenas para el recuerdo, 'Breaking Bad' ya es un clásico contemporáneo. A continuación, le rendimos tributo con estas diez de sus curiosidades más sorprendentes. Puedes verla al completo en Movistar+, Netflix y Rakuten TV.
10 curiosidades de 'Breaking Bad'
No sin nuestro Jesse
¿Os imagináis 'Breaking Bad' sin Jesse Pinkman? Pues, aunque parezca absolutamente increíble, los principales responsables de la serie sí. Y es que, mientras se estaban escribiendo los guiones de la primera temporada de la serie, Vince Gilligan y su equipo tenían la idea fija de matar al personaje que interpretó, de manera inolvidable, Aaron Paul.
Sin embargo, la combinación entre la huelga de guionistas de 2007 y el trabajo abrumador del actor provocó un cambio de decisión que, a la vista de los resultados, supuso el primer gran triunfo de la serie.
Drogas no
La metanfetamina funcionó casi como un personaje más dentro de 'Breaking Bad', pero lo cierto es que nunca se llegó a mostrar con la precisión exacta. La culpa, en este caso, fue de los profesionales de la mismísima Administración para el Control de Drogas, la famosa DEA, quienes le pidieron a Vince Gilligan que, por favor, no enseñaran la manera en la que los personajes de Walter y Jesse daban forma a la droga puesto que, si lo hacía de una manera fiel y explícita, muchos espectadores podrían sentir la tentación de probar en casa. Y acertar. Y acabar mal. Muy mal.
Lo sentimos, Samuel
Entre los fans más destacados de 'Breaking Bad' encontramos a, nada más y nada menos, que Samuel L. Jackson. El actor, quien confesó en numerosas ocasiones su devoción por la serie, estaba tan entusiasmado con ella que se puso en contacto con los productores para pedirles salir en ella. Eso sí, con una condición muy clara: Ir vestido de Nick Fury. Gilligan y los suyos, en un alarde de coherencia y sentido común, no dudaron ni un segundo en rechazar la oferta de Jackson.
Bryan y los polis
Los problemas de Bryan Cranston con la policía no son solamente cosa de 'Breaking Bad', como confesó el propio actor en un podcast estadounidense donde contó una experiencia sucedida mucho antes de que se empezara a ganar la vida en el mundo de la interpretación. En palabras de Cranston, todo sucedió cuando trabajaba como camarero en un restaurante de Florida bajo las órdenes de un chef insoportable llamado Peter Wong. Al parecer, un tiempo después de comenzar en aquel trabajo, se encontró el cuerpo sin vida de Wong, lo que provocó que la policía investigara, entre otros, a todos los profesionales del local.
Y eso incluía a un Cranston que, al ser preguntado por los agentes, no tuvo mejor idea que asegurar que todo el mundo que conocía a Wong quería acabar con él. A partir de ahí, la policía le siguió investigando durante un tiempo en el que fue señalado como sospechoso del asesinato. Ya sabéis, la realidad siempre supera a la ficción.
La Química y La Casualidad
La coincidencia y 'Breaking Bad' nunca se llevaron bien. Vince Gilligan sabía que cada elemento que apareciera en pantalla terminaría teniendo, antes o después, un sentido para la historia. Habría mil ejemplos para demostrar esta teoría, pero el mejor, sin duda, son los que tienen a la química como gran protagonista:
- La serie cuenta con 62 capítulos, una cifra que, en la tabla periódica, corresponde al Samario, un isótopo utilizado para tratar el cáncer de pulmón.
- El título del último episodio, 'Felina', está formado por las sílabas 'Fe' (Hierro), 'Li' (Litio) y 'Na' (Sodio), elementos presentes en la sangre, la fabricación de metanfetaminas y en las lágrimas. Por si os lo preguntáis, sí, todos estos factores se dieron cita en aquel desenlace inolvidable.
Final a lo grande
A pesar de que el desenlace de 'Breaking Bad' parece la despedida perfecta para la serie, no fue la última escena en ser rodada. Ese indudable honor corresponde a aquel último flashback donde nos encontrábamos a Walter y Jesse trabajando a la vieja usanza, un momento brillante con el que el equipo se despedía de la serie para siempre.
Motivo suficiente para, una vez finalizado el trabajo de rodaje, celebrar el adiós a lo grande. Un entusiasmo general tan desmedido que, al día siguiente, Bryan Cranston apareció con un tatuaje en el dedo con el logo de la serie. Genio y figura.
Los pasos hasta AMC
El proyecto de 'Breaking Bad' pasó por los despachos de, atención, Showtime, FX, TNT y hasta la mismísima HBO, antes de ser comprado por AMC. El canal, que por entonces ya contaba con una obra maestra en su poder, 'Mad Men', sumaba otra pieza fundamental en su historia. El resto de canales, por el contrario, tuvieron que estar mirándose con cara de tontos durante los años de emisión de la historia de Vince Gilligan.
Siguiendo las coordenadas
Si alguno de vosotros se planteó, o lo sigue haciendo, la posibilidad de seguir las coordenadas que aparecían en el boleto de lotería de Walter White que guiaba al personaje hacia el escondite de su dinero, ya os confirmo que no terminaríais bañados en dólares. Eso sí, acabaríais en los Q Studios de Albuquerque, donde se rodó gran parte de la serie. Menos es nada, ¿no?
El mérito de Gus
Otro de los cambios inesperados que tuvieron que realizar los guionistas de 'Breaking Bad' fue motivado por la inolvidable interpretación de Giancarlo Esposito. Y es que, en un primer momento, los responsables de la serie tenían claro que el villano, a partir de la tercera temporada, sería Hector Salamanca (Mark Margolis), una decisión que varió por completo tras descubrir el tremendo potencial del personaje de Gus Fring. Incontestable.
Buscando a Walter
La interpretación de Bryan Cranston como Walter White es, sin lugar a dudas, una de las más impactantes y memorables que se han visto en la historia de la televisión. Sin embargo, estuvimos muy cerca de perdernos este recital por culpa de los productores del canal AMC, quienes le ofrecieron el papel a, ojo, Matthew Broderick y John Cusack. Afortunadamente, Vince Gilligan se plantó y dijo que no haría la serie sin Cranston. Menos mal.