A lo largo de la historia del cine, han pasado infinidad de películas por nuestras pantallas. Sin embargo, hay algunas obras que se quedan en nuestra memoria y que es imposible olvidar. Una de ellas es, sin lugar a dudas, un clásico inimitable de la historia del celuloide: 'Casablanca'.
La película nos sitúa en la mencionada ciudad, en la que el objetivo de los alemanes es el líder checo y héroe de la resistencia Victor Laszlo, cuya única esperanza es Rick Blaine, el propietario del Rick's Café, un hombre que no arriesga su vida por nadie... excepto por Ilsa. Ambos encarnan a unos antiguos amantes que vuelven a unirse brevemente en el caos de la guerra. Cuando Ilsa se ofrece a cambio de un visado que consiga sacar a Laszlo del país, Rick deberá elegir entre su propia felicidad o el idealismo y las numerosas vidas que podrían salvarse.
No estamos ante cualquier producto, ya que, para muchos, se trata de la mejor película de la historia del cine. A pesar de que hay gustos para todo, 'Casablanca' se ha convertido en un clásico incontestable y, como buenos cinéfilos, pretendemos homenajearla con sus mejores curiosidades.
Curiosidades de 'Casablanca'
Lágrimas por doquier
Seguro que todos los que hayáis visto la película, recordareis la famosa escena en la que se canta la Marseillaise. Muchos de los extras tenían auténticas lágrimas en los ojos, y es que la mayoría de ellos eran refugiados perseguidos por los Nazis que, naturalmente, no habían podido evitar emocionarse por la naturaleza de la escena.
Aprovechando decorados
Cuando se rodó esta cinta, era época de guerra y había muchas restricciones en cuanto a materiales de construcción se refería. Por ello, los responsables de 'Casablanca' se vieron obligados a reutilizar decorados, y usar los que Warner Bros. tuviera disponibles para rodar esta película. El Rick's Café es uno de los pocos decorados que pudieron construir para el film.
La prueba del cinéfilo
En los años 80, se quiso hacer una pequeña prueba, y se envió el guion de esta película bajo su primer título ('Everybody Comes to Rick's') a algunos estudios para ver qué decían. En la mayoría, lo acababan reconociendo, pero otros estudios dijeron del guion que estaba muy desfasado, que había demasiado diálogo y que no había suficiente sexo.
No la toques otra vez, Madonna
A principios del nuevo milenio, una conocida artista tenía una idea entre ceja y ceja que no quería dejar pasar: hacer un remake de 'Casablanca'. Se trataba de Madonna, quien protagonizaría la película junto a Ashton Kutcher. Sin embargo, en cada estudio en el que presentó la idea le fue denegada, alegando que esa película era "intocable".
Alcanzando a Bergman
Humphrey Bogart tenía muchas cosas, pero no se puede decir de él que fuera un hombre precisamente alto. Por ello, tenía que hacer como otros grandes menudos del cine, y emplear alguna argucia para ponerse a la altura de sus compañeros de reparto. En el caso de Bogart en 'Casablanca', llevó zapatos con plataformas para llegar al nivel de Ingrid Bergman.
El estudio anti-nazis
Sin lugar a dudas, 'Casablanca' es un film que critica duramente a los nazis, pero, en el momento de hacerlo, Warner Bros. ya tenía experiencia en esta temática. En 1939, realizaron 'Confessions of a Nazi Spy', y fueron el primer estudio en posicionarse de forma abierta como contrarios al nazismo, y en prohibir que sus productos se estrenaran en territorios ocupados.
El batería pianista
Nadie puede olvidar a Sam: el mítico pianista del Rick's Café. Lo curioso de este pianista es que el actor que lo encarnaba, Dooley Wilson, no tenía ni idea de tocar el piano, pero era un batería profesional. La música que escuchamos es la de un pianista que escondieron de forma eficaz, pero se encontraba lo suficientemente visible como para que Wilson pudiera fijarse en sus manos y movimientos para imitarlos en directo.
Tensiones y celos
Hollywood siempre ha sido un lugar en el que han imperado los éxitos y el glamour, pero también hay una parte oscura, en la que han aflorado los odios, los celos y las inseguridades de algunas estrellas. Durante la grabación de este film, la mujer de Bogart, Mayo Methot, lo acusaba continuamente de mantener una relación en secreto con Ingrid Bergman. Curiosamente, Bogart y Bergman apenas se dirigieron la palabra durante el rodaje.
El Rick que pudo haber sido
Hoy en día, está claro que no podemos imaginar a otro que no sea el gran Humphrey Bogart en el rol de Rick Blaine. Sin embargo, él no fue la primera opción. El papel le fue ofrecido al conocido George Raft, pero lo rechazó. Tras ello, fue a parar a las manos de Bogart y, aunque curiosamente Raft se arrepintió y quiso el papel, el estudio se mantuvo fuerte y le dio la oportunidad a Humphrey.
La magia del cine
Durante la guerra, no se permitía rodar en aeropuertos de noche por motivos de seguridad. Por ello, los responsables de 'Casablanca' tuvieron que tirar de ingenio, y rodar las clásicas escenas finales en un estudio, con un avión recortado de cartulina y gente de baja estatura al fondo para dar la sensación de perspectiva.