Un mundo donde la gente no tiene pasado y la humanidad no tiene futuro. Ese podría ser el tagline perfecto para definir 'Dark City', el tercer largometraje como director de Alex Proyas que se estrenó en cines en 1998.
Después de haber convertido 'El Cuervo' en una de las sensaciones de los últimos años, el realizador se embarcaba en una historia de ciencia ficción que venía a rendir homenaje al cine negro y a una estética propia de realizadores de culto del género fantástico. Porque en 'Dark City' nos encontraremos algo que va más allá del imaginario de Proyas, estando presente el espíritu de nombres como Terry Gilliam o Jean-Pierre Jeunet.
La ciudad oscura
Protagonizada por Rufus Sewell, Kiefer Sutherland, Jennifer Connelly y William Hurt, 'Dark City' (la que se dice que Proyas la concibió tras haberla soñado), comienza con John Murdoch (Sewell) despertando en un hotel totalmente amnésico.
Tras descubrir que está siendo perseguido por un despiadado asesino e intenta recomponer su mente, descubrirá que la ciudad está dominada por unas figuras conocidas como los Ocultos, quienes tienen el poder de adormecer a las personas para así tener un total control de ellas, convirtiéndose en quienes manejan los hilos del lugar.
A continuación, hacemos un repaso a todos aquellos elementos que convirtieron a 'Dark City' en una de las grandes películas de ciencia ficción de finales del siglo XX, un título a reivindicar y que, visionado tras visionado, siempre acaba aportando nuevos matices y lecturas.
Curiosidades de 'Dark City'
Reuniendo guionistas
La idea de 'Dark City' se le ocurrió a Alex Proyas mientras rodaba 'El Cuervo'.
Tras haber leído el guion de 'El Cuervo: Ciudad de ángeles', la secuela de su película, contactó con el autor del mismo, Lem Dobbs, para que escribiese junto a él el de 'Dark City'. No conforme con ser dos guionistas, se puso en contacto también con David S. Goyer, de quien había leído el libreto de 'Blade' y le había fascinado.
Inspiración en el neo-noir
Concebida como una película que pretendía rendir homenaje al cine negro, 'Dark City' y su total pertenencia a la ciencia ficción no la eximen de que pueda ser vista como un buen ejemplo de neo-noir.
La principal obra a la que se asemeja es 'El Halcón Maltés', el clásico de John Huston.
Heredero de una peculiar estética
Pese a que estemos ante una rareza que poco tiene que ver con otras películas, 'Dark City' se puede considerar tanto por su estética como por su puesta en escena, una especie de heredera de un tipo de cine que ya se venía haciendo desde hacía años.
Es por ello que Alex Proyas se ve reflejado en el cine de Terry Gilliam ('Brazil'), Jean-Pierre Jeunet ('La ciudad de los niños perdidos'), Fritz Lang ('M, el vampiro de Düsseldorf', 'Metropolis').
Alabanzas de la crítica
Tal y como pasa con casi todas las películas que pasan a considerarse de culto, pese a que en su momento hayan pasado desapercibidas normalmente ha habido un sector que las ha apoyado: la crítica.
Sin ir más lejos, en el momento del estreno de 'Dark City', el prestigioso crítico Roger Ebert describió el film de Alex Proyas como "la mejor película de 1998", llegando a aparecer en un audiocomentario en la edición del Director's Cut que salió en DVD en 2006.
Galardones
Fueron pocos los galardones con los que se hizo en su día 'Dark City', siendo uno de los más relevantes el Saturn Award a la Mejor Película de Ciencia Ficción, el cual se llevó ex aequo junto a 'Armageddon'.
Además, Alex Proyas conseguía el Bram Stoker Award y el premio del público en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas.
Los Ocultos
Cuando vemos 'Dark City', además de tener en mente todos aquellos títulos de ciencia ficción a los que ya hemos hecho mención, hay una película que se hace presente a la hora de ver a los Ocultos.
Estos, que son quienes controlan a las personas a su antojo y dominan la oscura ciudad, son un claro reflejo de los cenobitas de 'Hellraiser' por su aspecto pálido y su predilección hacia las prendas de cuero. Sin embargo, en lugar de tratarse de habitantes de otra dimensión que podríamos conocer como el Infierno, los Ocultos son una raza extraterrestre que experimenta con humanos.
Alex Proyas confesó que una de sus máximas inspiraciones para la creación de la raza fue Riff Raff, el andrógino personaje de 'The Rocky Horror Picture Show' interpretado por Richard O'Brien.
Referencias filosóficas
Son tantas las lecturas que se pueden hacer de 'Dark City', que se han llegado a hacer estudios que hablan de ella como una interpretación de la alegoría de la Cueva de Platón, ya que los habitantes de la ciudad desconocen que son prisioneros de una raza extraterrestre que los domina a su antojo.
De ahí surge una segunda inspiración clásica, ya que como bien aseguró Alex Proyas, su fascinación hacia la mitología griega también está presente en la película, convirtiendo a los Ocultos en un reflejo de los dioses que controlaban a los mortales a su antojo.
El método de Sutherland
Para llevar a cabo una total inmersión en la película, Kiefer Sutherland se tomó muy en serio el papel del Dr. Daniel P. Schreber y, teniendo en cuenta que la película tomaba como principal referencia el cine negro, el actor tomó como fuente de inspiración a un hombre legendario.
Ese no fue otro que Peter Lorre, de quien Sutherland estudió al dedillo sus movimientos y forma de hablar para así poder rendirle un particular homenaje.
Semejanzas con 'Matrix'
Durante años, han sido muchos quienes se han aventurado a decir que 'Matrix' copió a 'Dark City', ya que ambas hablan de mundos ficticios controlados por seres superiores (en el film de las hermanas Lilly y Lana Wachowski, las máquinas; en el de Proyas, los Ocultos).
Esa teoría queda totalmente desmontada ya que, pese a haberse estrenado con un año de diferencia, en el momento en el que 'Dark City' llegaba a los cines, 'Matrix' se estaba rodando, por lo que el guion de la película ya había sido escrito mucho antes. Una genuina casualidad.
Legado
Con el paso del tiempo, y pese a que en taquilla no se podría considerar un total fracaso (conseguía recuperar el total de su inversión pero no hizo ganar nada de dinero a los productores), fue con su llegada al mercado doméstico cuando 'Dark City' empezó a adquirir el estatus de culto con el que se le conoce hoy en día.
Sin ir más lejos, y si consideramos cuál fue la revolución de la ciencia ficción de finales del siglo XX, junto a títulos como 'Gattaca', 'Matrix' o 'Nivel 13', nos encontramos con esta obra cumbre en la carrera de Alex Proyas.
