A principios de los años noventa, Tony Scott ya había empezado a hacerse un hueco en Hollywood. Películas como 'El ansia', 'Top Gun. Ídolos del aire', 'Días de trueno' o 'Superdetective en Hollywood' se convertían en los títulos de su primera etapa como realizador, que alcanzaba uno de sus grandes momentos en 1993, con el estreno de 'Amor a quemarropa'.
Escrita por Quentin Tarantino, este thriller romántico en clave de road movie interpretado por Patricia Arquette y Christian Slater, logró encandilar a la crítica por la buena mezcla de géneros que en ella se hacían presentes. Con un tono de comedia negra que la convertía en algo especial para la época, pronto la película alcanzó cierto estatus de reconocimiento entre los espectadores de todo el mundo.
Amor verdadero
Su historia nos presentaba a Clarence (Slater), un trabajador de una tienda de cómics que vive de forma anodina su vida en un barrio de Detroit. Como viene siendo costumbre, la noche de su cumpleaños se dispone a pasarla en el cine viendo películas de kung-fu, donde conocerá a Alabama (Arquette), una chica rubia con la que parece surgir una química increíble. Tras descubrir que en realidad se trata de una prostituta cuyos servicios ha pagado un amigo suyo, el joven decidirá sacar a su nueva amada de ese mundo, enfrentándose a su proxeneta e iniciando así un recorrido en coche hasta Los Ángeles donde también entrará en juego una maleta repleta de cocaína.
En el presente especial, y teniendo en cuenta el valor de 'Amor a quemarropa' como uno de los films referenciales en cuanto hablamos de road movies, hacemos un repaso a todos aquellos detalles y curiosidades que se hicieron presentes antes y durante el momento de su rodaje.
Curiosidades de 'Amor a quemarropa'
El guion de Tarantino
En 1992, Quentin Tarantino había debutado con su primer largometraje, 'Reservoir Dogs'. Sin embargo, sería un año más tarde cuando conseguiría vender su primer guion para una gran productora de Hollywood.
50.000 dólares, la cantidad mínima establecida por el sindicato de guionistas, fue lo que se embolsó el cineasta.
El Tarantino más personal
En un primer momento, y teniendo en cuenta que Quentin Tarantino ha afirmado que 'Amor a quemarropa' es uno de sus trabajos más autobiográficos, él quiso ser el encargado de dirigir la película.
Sin embargo, tras vender el guion, perdió el interés y estuvo completamente de acuerdo con la elección de Warner: la de fichar a Tony Scott como director.
Dos historias en una
Antes de que Tarantino vendiese el guion de 'Amor a quemarropa', la historia original tenía el nombre de 'The Open Road', y alcanzaba mucho más metraje del que acabó teniendo.
Este había sido escrito por Tarantino junto a Roger Avary, pero por una serie de desavenencias, el guion acabó derivando en dos diferentes, siendo el otro el que acabó dirigiendo en 1994 Oliver Stone bajo el nombre de 'Asesinos natos', en la que Tarantino apareció acreditado como autor de la historia.
Buscando a Alabama
A Tony Scott le costó varios meses decidirse para encontrar a la actriz idónea para encarnar a Alabama Whitman, siendo varios los nombres que se estuvieron barajando para ello.
Una de las candidatas con más fuerza había sido Drew Barrymore, quien finalmente tuvo que desentenderse del proyecto por problemas de agenda. Después de ella, Scott tuvo en cuenta a Julia Roberts, Diane Lane y Bridget Fonda, siendo finalmente Patricia Arquette quien se llevase el gato al agua.
Slater vs. Kilmer
Christian Slater no fue la primera opción para interpretar a Clarence, ya que durante un tiempo el nombre que sonó con fuerza para encarnar al personaje fue Val Kilmer.
Finalmente, Slater se quedó con el protagonista y Kilmer acabaría teniendo un pequeño cameo ataviado de Elvis, acreditado como Mentor por temas de uso de imagen.
El homenaje de Tarantino
El personaje de Alabama Whitman (Patricia Arquette) le debe su nombre al que encarnó Pam Grier en 'Woman in Cages', film estrenado en 1971 y producido por Roger Corman, y del que Tarantino se confesó como un absoluto fan.
Había incluso una mención directa a éste en el guion, la cual fue finalmente eliminada, y en la que Clarence (Christian Slater) le decía a Alabama que su nombre sonaba como el de un personaje de Grier.
Finalmente, Tarantino logró rendirle el tributo que quería a 'Woman in Cages' en 'Grindhouse: Planet Terror', presentando en una escena a los soldados de la base militar viendo el tráiler de la película.
El sí de Oldman
Lo de interpretar a villanos es algo que a Gary Oldman siempre se le ha dado bien. En 1993, el actor acababa de interpretar a Lee Harvey Oswald en 'J.F.K. (Caso abierto)' y a Drácula en 'Drácula de Bram Stoker', por lo que no se lo pensó dos veces a la hora de encarnar a Drexl Spivey en 'Amor a quemarropa'.
Oldman se reunió con Tony Scott sin haberse leído el guion. Cuando le preguntó al director qué personaje tenía que interpretar, este le dijo que "haría de un proxeneta blanco que se cree negro". Oldman no se lo pensó dos veces y aceptó el papel.
Recepción
Con un presupuesto que rozó los 13 millones de dólares, 'Amor a quemarropa' podría considerarse dentro lo que podríamos entender como producción low cost. En Estados Unidos, el film solo recaudó 12,3 millones, considerándose así como un producto que no logró superar las expectativas financieras (pese a que no fuese un rotundo fracaso comercial).
La crítica recibió con buenas palabras la película de Tony Scott, en la que en todo momento se tuvo constancia de que parte de su buen funcionamiento residía en el conjunto de secundarios de lujo que poblaron la historia: Dennis Hopper, Gary Oldman, Samuel L. Jackson, Michael Rapaport, Val Kilmer, Christopher Walken, James Gandolfini y Brad Pitt.
La idea de Brad
Brad Pitt tiene un pequeño papel en 'Amor a quemarropa' como Floyd, el compañero de piso de Dick (Michael Rapaport).
El hecho de que el personaje fuese un fumeta que se pasa el día tirado en el sofá, fue idea del propio actor y fue recibida con entusiasmo por parte de Tony Scott.
Cambio de final
Tony Scott fue fiel al guion de Quentin Tarantino en su gran totalidad, pero prefirió construir una narrativa lineal a diferencia de la no lineal que el director de 'Pulp Fiction' había plasmado en papel.
Otro de los cambios que Scott hizo en el guion de 'Amor a quemarropa' fue el final, optando por un desenlace feliz y no matando a sus protagonistas. Tarantino, al ver el resultado final, declaró estar de acuerdo con la decisión del director, ya que estaba en total sintonía con la película que había dirigido.
