Para los amantes del cine de terror y de seres extraordinarios 'Drácula de Bram Stoker' es un clásico, uno de esos que merece la pena revisionar de vez en cuando porque aunque hayan pasado los años y haya habido nuevas películas de vampiros ninguna consigue superar a la de Francis Ford Coppola.
Su Drácula no es como el resto de vampiros que habíamos conocido hasta el momento. Se alimenta de sangre, evidentemente, pero su mayor sufrimiento viene por un amor imposible y por cómo trata de recuperarlo aunque sea en otra persona. Es uno de los vampiros más humano y romántico de cuantos ha dado el cine -el primer puesto puede disputárselo con Louis de 'Entrevista con el vampiro'.
Relanzamiento de Coppola
En su momento fue un proyecto diferente y arriesgado que, aunque no satisfizo del todo a algunos seguidores de la novela por las pequeñas alteraciones introducidas, conquistó a crítica y público. Fue todo un bombazo en el año 1993 y supuso el relanzamiento de la carrera de Coppola, un tanto de capa caída después de acabar la saga 'El Padrino'.
También supuso un importante empujón para este género, hasta entonces considerado de clase B y que apenas era tenido en cuenta por los expertos. Pero detrás de todo esto se esconden un buen puñado de curiosidades y anécdotas que vamos a repasar a continuación.
Curiosidades de 'Drácula de Bram Stoker'
Inspirado en Vlad el empalador
La película es fiel al libro de Bram Stoker así que el origen del personaje es el mismo y todo apunta a que está inspirado en Vlad Draculea. Se trata de un príncipe rumano que vivió en el siglo XV conocido por su ira y brutalidad, especialmente contra los enemigos y traidores. Era conocido como 'El empalador', por su gusto por empalar a gente. Se cree que mandó matar a más de 100.000 personas y disfrutaba asistiendo a las muertes más lentas y crueles, las que habitualmente incluían torturas y sufrimientos extremos hasta el momento final. También se dice que Stoker se inspiró en coetáneos suyos como el también escritor Oscar Wilde.
Sin efectos especiales por deseo de Coppola
La película se grabó en 1992 así que es fácil imaginar que la tecnología que había entonces en poco se parece a la de ahora y no se podían hacer demasiadas virguerías. Aún así se cuenta que Francis Ford Coppola no quiso usar efectos especiales y prefirió tirar de trucos más convencionales. Así, la sangre que se ve es gelatina de fresa y ciertos efectos se consiguen con una iluminación a base de velas. Apenas se grabó en exteriores y todo está recreado en un estudio.
Actores haciendo doblete
La grabación de 'Drácula de Bram Stoker' fue intensa para muchos actores, especialmente para tres que hicieron doblete. Es el caso de Gary Oldman, Winona Ryder y Anthony Hopkins. Éste último, además de a Van Helsing da vida al sacerdote que condena a Elisabeta por haberse suicidado y también hace de narrador a lo largo de la película. Dado el parecido entre Mina Harker y Elisabeta, Winona Ryder interpreta a las dos mujeres. En el caso de Oldman hay un claro guiño a la novela, en que se insinúa que el cochero que lleva a Jonathan Harker (Keanu Reeves) al castillo es el propio conde. En la película él hace de los dos personajes.
Aullidos de lobo en la voz de Drácula
El trabajo de Gary Oldman en la película es impresionante a varios niveles. Además de la interpretación tuvo que bajar una octava a su voz para dar vida a Drácula. Además, se cuenta que usó un fondo de aullidos de lobos. Sin embargo a la hora de doblar al español la película hubo que recurrir a dos actores de doblaje para conseguir esa voz tan particular del vampiro anciano. Aún así, el grito que da después de cortarse con la espada no es de Gary Oldman, sino de Lux Interior, de la banda 'The Cramps'. El acento rumano lo consiguió recordando a un vecino de su infancia que era del este. En el caso de Anthony Hopkins se dedicó a estudiar alemán para darle a Van Helsing el acento deseado.
La insistencia de Winona
Según se cuenta parece ser que la película de Drácula no existiría si no fuera por ella. Después de no poder trabajar con Coppola en 'El padrino 3' por agotamiento, ambos acordaron que cuando encontraran un guión en que pudieran colaborar se avisarían. Y así lo hizo ella cuando encontró éste. Inicialmente era una tv movie, pero al entrar Coppola y Winona la cosa cambió por completo. El rodaje fue de lo más intenso y el director la provocaba de todas las maneras posibles a fin de conseguir ciertas actuaciones de su personaje.
Mal rollo entre los protagonistas
En casi todos los rodajes hay problemas entre compañeros y aquí no iba a ser diferente. Dicen las malas lenguas que la relación entre Winona Ryder y Gary Oldman era muy tensa y cada vez iba a peor. Llegó al punto de que ella lo llamaba 'príncipe del terror' y que lo evitaba. Tal es así que las escenas más íntimas que compartían intentaba que fuesen siempre lo más breves posibles. La química entre personajes nos parece muy evidente, pero parece que no existía en absoluto entre los protagonistas.
Cambio de guión
El proyecto cambió sus planteamientos iniciales, y puede que más de una vez. Antes de empezar a rodar Francis Ford Coppola metió en una casa durante dos días a los actores para que se conocieran mejor y aportaran ideas. Leyeron juntos el texto y se transformó el guión, que primero era filosófico y narrado en primera persona. Las malas lenguas dicen que, antes de que eso sucediera, Winona Ryder era la única que se había leído el libro.
Escenas grabadas borracho
Gary Oldman se volcó en dar vida a Drácula y puede que en momentos su dedicación fuese algo excesiva. Se cuenta que para meterse en el papel no dormía y no comía, por lo que es fácil imaginar que eso no hiciera muy llevadera la relación con el resto de compañeros. Se dice que la escena en que lame la cuchilla ensangrentada la rodó completamente borracho.
El vampiro más humano
La película es una recreación bastante fiel al libro de Bram Stoker, pero hay ciertos matices. Y el más importante es que el protagonista es muchísimo más humano. La película es más romántica que el libro y se centra más en la historia de amor que en el hecho de que el protagonista sea un vampiro. Tanto es así que crea un romance que en la novela no existió. El personaje es más actual, le quita la estética clásica de chupasangre. No en vano la película recibió el Oscar al Mejor Vestuario y también a Mejor Maquillaje y Peluquería.
Un Drácula latino
Raramente una película sale adelante con los actores que la productora o el director tiene en mente de manera inicial. Gary Oldman fue Drácula porque en su prueba con Winona Ryder fue el que más gustó, pero otros nombres que sonaron para el papel fueron los de Viggo Mortensen, Jeremy Irons, Andy García o Antonio Banderas. Liam Nesson iba a ser Van Helsing, pero cuando en el estudio se enteraron de que el papel lo quería Hopkkins lo tuvieron claro.