Por cada década, teniendo en cuenta la forma en la que los géneros cinematográficos van instaurando aquello que se convierte en patrones a seguir, surgen títulos que (lejos de ser éxitos en el momento de su estreno) acaban convertidos en hitos que traspasan la frontera del celuloide para acabar calando hondo en la cultura popular. En el terror, fantástico y derivados, eso ya venía siendo una característica desde hacía tiempo. Por cada título comercial que lo podía petar en taquilla, otros de carácter más autoral eran los que terminaban permaneciendo impasibles al paso de los años.
Títulos como 'Los ojos sin rostro' o 'El carnaval de las almas' en los sesenta, o 'Amenaza en la sombra' y 'El hombre de mimbre' en los setenta, son tan solo algunos de los ejemplos del tipo de películas a las que venimos haciendo mención. Si además el film al que nos venimos a referir está adscrito al subgénero de vampiros, lo del aura de culto es algo que se ha ido repitiendo desde la era del cine mudo, con 'Nosferatu' a la cabeza.
Vampiros modernos
Era 1983 cuando un debutante Tony Scott presentaba al mundo su ópera prima, 'El ansia', que protagonizaron Catherine Deneuve, David Bowie y Susan Sarandon. El film venía a presentarnos el vampirismo de una forma que pocas veces se había visto en pantalla, dotando a la historia de una sensualidad y nihilismo propio de las historias sobre chupasangres.
En ella, Deneuve era Miriam Blaylock, una vampiresa residente en Manhattan que ve pasar los días de su tediosa vida como coleccionista de arte. Con el fin de alejarse de la soledad que otorga la inmortalidad, vive junto a marido John, rol interpretado por Bowie. Este, cuando empiece a envejecer de forma repentina, contactará con una experta en geriatría, la Dra. Sara Roberts (Sarandon), en quien Miriam se fijará para que se convierta en la sustituta de John.
Denostada en su momento y poco valorada por la crítica, el paso de los años acabó convirtiendo 'El ansia' en uno de los grandes títulos de culto del cine de vampiros de los ochenta, junto a otros como 'Noche de miedo', 'Jóvenes ocultos' y 'Los viajeros de la noche'. A continuación, recordamos esta oda a la representación del gótico y vuelta de tuerca a los arquetipos vampíricos tal y como se merece.
Curiosidades de 'El ansia'
Inicios de los hermanos Scott
A finales de los setenta, Ridley Scott había irrumpido en el panorama con dos títulos que servían como sendas cartas de presentación en Hollywood: 'Los duelistas' y 'Alien, el octavo pasajero'.
Por aquel entonces, Tony Scott empezaba a probar suerte como documentalista, pero pronto decidió que, como su hermano, quería probar suerte como director de largometrajes.
Ridley había nacido en 1937 y Tony en 1944. Ambos se habían graduado en el Royal College of Arts y, después de haber dirigido para la BBC una adaptación de una obra de Henry James, el pequeño de los Scott puso todo su empeño en debutar con un título que le abriese las puertas de Hollywood. Y eso fue lo que acabó siendo 'El ansia'.
Proyecto frustado
A principios de los ochenta, la Warner Bros. empezaba a desarrollar la idea de llevar a cabo 'Entrevista con el vampiro', sobre la novela homónima de Anne Rice publicada en 1976.
Tony Scott puso todo su empeño por ser él el escogido, desarrollando varios aspectos para la posible película. De forma paralela, la Metro-Goldwyn-Mayer estaba en negociaciones con el fin de hallar un director para la adaptación de otra novela sobre vampiros. Así fue como le ofrecieron Scott lo que sería su ópera prima, 'El ansia', en la cual plasmó varios de los elementos que había pensado para 'Entrevista con el vampiro', la cual no se acabó materializando hasta 1994, de la mano de Neil Jordan.
Consiguiendo reconocimiento literario
'El ansia' se basa en 'The Hunger', libro del novelista Whitley Strieber, la cual adaptaron para el cine Ivan Davis y Michael Thomas.
El film de Tony Scott fue el que le dio más visibilidad a Strieber como autor, ya que la película se convirtió en la adaptación de mayor prestigio de las que se han hecho de su obra. Dos años antes, se había llevado a la gran pantalla 'Lobos humanos', basada en la novela 'Wolfen'.
En 2004, el escritor fue acreditado en 'El día de mañana', la cual utilizó parte de uno de sus trabajos para construir el guion.
Las impresiones de Bowie
Una vez visto el resultado final de 'El ansia', David Bowie quedó contento con este debido a que se trataba de algo diferente hasta lo que se había hecho en el cine de temática vampírica.
Su única preocupación era que consideraba que sería una película difícil de digerir para el público, ya que se alejaba bastante de lo que los espectadores podían esperar de un título sobre vampirismo, el cual contenía elementos demasiado perversos y sangrientos.
La banda sonora
Con la intención de conseguir una banda sonora que lograse la inmersión total en la película, Tony Scott decidió fichar a Howard Blake, quien se había encargado de la música de 'Los duelistas' y 'Flash Gordon'.
Blake tenía experiencia como compositor de orquesta, pero Scott quería añadir algo con sintetizadores, motivo por el cual le presentó a Hans Zimmer (ganador del Oscar por 'El rey león' en 1993). Finalmente, Scott optó por contar con banda sonora de Michel Rubini y Denny Jaeger, con composición electrónica hecha por David Lawson, quien venía de trabajar en 'Cristal oscuro'.
Bauhaus
Mítica fue la aparición de la banda de punk alternativo Bauhaus, liderada por Peter Murphy y fundada en 1978, la cual es la encargada de protagonizar los títulos de crédito de 'El ansia' al ritmo del tema 'Bela Lugosi's Dead', donde también se nos presenta al personaje de Miriam Blaylock interpretado por Catherine Deneuve.
Un año antes, el grupo había versionado el 'Ziggy Stardust' de David Bowie, uno de sus mayores éxitos. El film de Tony Scott consiguió, de alguna forma u otra, volver a unir los talentos de Bowie con el de la banda de Murphy.
Del fracaso al culto
Tras su estreno en Estados Unidos el 29 de abril de 1983, 'El ansia' tuvo su premiere europea en el Festival de Cannes, donde se proyectó fuera de competición.
Pese a haber llegado a gran parte del mundo, la ópera prima de Tony Scott no consiguió atraer al público a las salas, consiguiendo tan solo una recaudación internacional de 10,2.
Fue con su llegada al mercado doméstico que la película empezó a adquirir el aura de culto con el que ha pasado a la historia, pues el hecho de ser una rara avis dentro del cine vampírico fue lo que en realidad la acabó ensalzando y desmarcándola del resto.
Críticas mixtas
Sin ir más lejos, y teniendo en cuenta las opiniones que se plasmaron en su momento, 'El ansia' cosechó críticas dispares, siendo las negativas las que podrían haber ayudado, en cierta manera, a que el público no le diera respaldo a la hora de su estreno en salas.
El legendario Roger Ebert llegó a definir la ópera prima de Tony Scott como "una agonizante mala película de vampiros", destacando entre pocas cosas la escena lésbica entre Catherine Deneuve y Susan Sarandon. Por otro lado, Camille Plagia la describió como "una obra maestra del cine de vampiros".
Legado
A medida que su aura de culto aumentaba y el tiempo la iba posicionando como uno de los grandes clásicos del cine de horror de los ochenta, la película de Tony Scott poco a poco fue calando hondo en la cultura popular.
'El ansia' acabó siendo un referente dentro de la cultura gótica, sobre todo teniendo en cuenta que en ella se incluía el 'Bela Lugosi's Dead' de Bauhaus.
En 1997, aprovechando el título original, se estrenaba la serie 'The Hunger', la cual no tenía relación con la película pero que contó con David Bowie como el encargado de presentar los episodios en la segunda temporada. Scott dirigió los dos primeros episodios de sendas temporadas, en las que también estuvieron involucrados Russell Mulcahy y Daniel Grou.
Escena extra
La escena final con Susan Sarandon en el balcón fue rodada una vez el montaje de película estuvo finalizado.
Se trató en todo caso de una decisión tomada desde el estudio y en la que Tony Scott no tuvo capacidad de decisión. ¿El motivo? La Metro-Goldwyn-Mayer tenía en mente que 'El ansia' tuviese un desenlace abierto, para así dejar la puerta abierta a futuras secuelas.
La propia Sarandon dejó claro a ella no le pareció un final coherente con el resto de la película.
