La incesante maquinaria de los grandes estudios de Hollywood ha sepultado las esperanzas comerciales de más de una obra maestra. Uno de los casos más sonados de las últimas décadas es el de 'El gigante de hierro', que recibió el cariño de la mayoría de la gente que la veía, pero que, debido al pobre plan de marketing de Warner Bros., se vio limitada a un público demasiado reducido.
La ópera prima de Brad Bird, que inmediatamente después dio el salto a Pixar, se estrenó en Estados Unidos el 6 de agosto de 1999. A sus espaldas llevaba la losa de haber costado 75 millones de dólares, una cifra que realmente no era excesiva en aquel momento, pero su verdadero obstáculo fue su propio estudio. Tras pasar con más pena que gloria por la taquilla, la película recaudó 31 millones a escala global, lo cual la convertía en un contundente fracaso financiero.
A pesar de esos ridículos e insultantes datos, 'El gigante de hierro' se consolidó con el tiempo como uno de los mejores títulos de animación de la historia reciente. La película rebosaba imaginación y emoción, dos ingredientes que todos los estudios buscan combinar, pero que pocos logran mezclar con tal éxito. Bird se resarció en la temporada de premios, ya que superó a Pixar ('Bichos, una aventura en miniatura'), Disney ('Tarzan') y DreamWorks ('El príncipe de Egipto') en los Annie Awards, los galardones más prestigiosos del ámbito de la animación en Estados Unidos. Para reivindicar esta gran obra, hemos reunido varias anécdotas de su creación y su ejecución:
Curiosidades de 'El gigante de hierro'
Vozarrones
Antes de especializarse en decir la misma frase constantemente ("Yo soy Groot"), Vin Diesel dobló a uno de los mejores personajes de su carrera. En 'El gigante de hierro' prestó su voz al robot protagonista, que podría haber contado con las cuerdas vocales de otros prestigiosos actores, como Sean Connery y James Earl Jones, y de especialistas del doblaje de la talla de Frank Welker y Peter Cullen.
Directa a Broadway
En primera instancia, el proyecto iba a ser un musical teatral en vez de una película. El encargado de desarrollar aquella inédita versión fue Pete Townshend, guitarrista de los Who, que ya se había inspirado en la historia original para componer un álbum. Sin embargo, su socio, Des McAnuff observó que el proyecto tenía madera de película animada y fue directo a Warner Bros. para venderles la idea.
Reminiscencia
La trama de la película se desarrolla en 1957, año en el que el primer Sputnik fue lanzado al espacio desde Rusia. Ese evento es el que inspira a Hogarth para dar rienda suelta a su imaginación y fantasear con aquello que rodea a su planeta. Pero lo curioso es que el mismo año en el que está ambientada la cinta es el año en el que nació su director, Brad Bird.
Palabras contadas
Si Groot no le exige a Diesel contar con una memoria prodigiosa, el Gigante de hierro tampoco le puso contra las cuerdas en ese sentido. El protagonista robótico de la película tan sólo pronunciaba 53 palabras a lo largo de la misma, por lo que la labor de los animadores para dotarle de profundidad emocional fue aun más compleja, pero salieron exitosos. Y Diesel demostró su valía para cumplir con pocas oraciones.
Híbrido
Después del estreno de 'Toy Story' en 1995, la animación por ordenador había llegado para quedarse. Para crear 'El gigante de hierro' se recurrió al método tradicional de animación, pero se convirtió en la primera película elaborada a partir de ese proceso que contaba con un protagonista generado íntegramente por ordenador. Bird recurrió a esta mezcla de técnicas con un gran resultado, en el que no desentonaba la combinación.
Heredero
Hughes no sólo es el apellido de uno de los magnates más extravagantes de la historia, sino que otros genios vivieron con esa firma en el carnet de identidad. Entre ellos se encuentra Ted Hughes, autor de la novela que inspiró 'El gigante de hierro', publicada en 1968. Bird no se olvidó de la mente detrás de la historia, y Hogarth fue apellidado Hughes en su honor.
Aplicado
Bird no se dedicó a mirar por encima del hombro a sus animadores mientras dibujaban las secuencias del filme, sino que también se puso manos a la obra. De hecho, fue el responsable de la animación de la escena en la que Hogarth, a toda velocidad tras la ingesta de un café, le suelta una diatriba acelerada al dueño del desguace, Dean.
Extras
Tras batallar con Warner Bros. para sacar a la venta una edición en Blu-ray que fuera la más completa hasta el momento para el mercado doméstico, finalmente Bird consiguió vencer en 2016, cuando vio la luz material inédito de la película en la Signature Edition. Entre esas perlas incluidas en el disco se encontraban dos escenas nunca vistas, que en el dvd previo se podían vislumbrar como meros storyboards, pero que aquí ya se podían disfrutar en toda su plenitud.
Comodines
En los años noventa Warner Bros., y básicamente cualquier otra major, era conocida por tratar de meter a sus estrellas de turno en cualquier proyecto para inyectarle potencial comercial. Con 'El gigante de hierro' lo intentaron, pero no consiguieron meter a dos de las figuras del momento: John Travolta y Arnold Schwarzenegger. Querían que el primero doblara a Dean y el segundo al agente Kent Masley, pero esos roles fueron a parar a Christopher McDonald y Harry Connick Jr.
Proyección única
Si normalmente nos quejamos de la distribución cinematográfica en España por la tardanza en los estrenos con respecto a otros países equiparables al nuestro, con el re-estreno de 'El gigante de hierro' le dimos una lección a los demás. Con motivo del lanzamiento de la ya mencionada Signature Edition, los cines Phenomena, afincados en Barcelona, proyectaron esta nueva versión durante dos días para conmemorar una de las obras cumbre de la animación.
