La verdad detrás de la leyenda y otras 9 curiosidades de 'El proyecto de la bruja de Blair'

Según se ha podido saber con las numerosas entrevistas hechas al equipo de la película, los directores facilitaron unos walkie-talkies a los tres protagonistas para las escenas en las que se encuentran en lo más profundo del bosque, para que así no se perdiesen en el largo camino que tenían que realizar. Incluso con los walkies, los tres jóvenes se llegaron a perder en medio del bosque hasta tres veces. Una de ellas se pudo ver en el montaje final del film, en una escena en la que los tres estudiantes acaban en el mismo sitio después de haber estado caminando todo el día. Les pasó de verdad.

Daniel Myrick y Eduardo Sánchez son las mentes que están detrás del guion y la dirección de la película, así como obviamente, de la leyenda que rodea el argumento de la misma. Sin embargo, a los tres actores protagonistas que finalmente fueron elegidos, a pesar de que sabán que iban a hacer una película de ficción, se les hizo creer que la leyenda existía de verdad, cuando fue parte de la invención de la cinta. Solo cuando el rodaje finalizó se enteraron de que absolutamente todo era falso.

Muchos de los diálogos que hay entre los protagonistas no estaban en el guion, es más, el guion en sí constó de unas 35 páginas con claves e ideas de los directores sobre lo que querían plasmar, pero no era un guion en sí mismo. Por eso, gran parte de lo que los actores dicen y hablan entre ellos fue completamente improvisado.

También, una de las primeras escenas de la película consta de entrevistas a la gente del pueblo preguntándoles acerca de la leyenda. En dicha escena, una mujer relata una historia sobre la bruja. Aquella mujer ni siquiera era una actriz; Patricia DeCou vio un cartel en la universidad local en el que se pedía colaboración para ayudar en la película. Se acercó al rodaje y no solo interpretó a Mary Brown, sino que se inventó aquella anécdota de la bruja sobre la marcha.

Como os hemos contado, la cinta no contaba apenas con diálogos en su guion, y los actores, que tenían que improvisar continuamente decían lo primero que se les venía a la cabeza. Heather Donahue llama en una ocasión a Josh "Señor puntualidad", haciendo referencia a lo tarde que había llegado el actor aquel día al rodaje.

Esta sarcástica broma fue fruto de que entre Joshua Leonard y Heather Donahue se creó una relación de lo más tensa durante el rodaje, lo que derivó en que incluso se cambiara el guion para que los actores tuvieran que estar juntos el menor tiempo posible. A saber, Michael iba a morir antes que Josh, pero finalmente no fue así por esta razón.

Heather Donahue, Michael C. Williams y Joshua Leonard fueron a partes iguales (aproximadamente) los que grabaron la totalidad del material de la película. De ahí los walkies ya mencionados que los directores les cedieron para cualquier emergencia. Dicho en otras palabras, detrás de las cámaras no hubo un equipo técnico acompañando a los actores, que durante los momentos de filmación se encontraban completamente solos. Los directores decidieron que sería así para que la sugestión y el miedo se fuesen apoderando de ellos y que ambos factores se pudiesen apreciar al ver la película.

En esa primera escena entrevistando a la gente que vive en los aldeaños de los bosques de Maryland, se puede ver a la hermana de Eduardo Sánchez, el co-creador de la cinta. Sandra Sánchez hace de camarera, y en los pocos segundos que aparece en pantalla nos da a conocer de dónde viene el nombre que finalmente le pusieron a la bruja. 'Blair' era el nombre real del instituto al que iba la hermana del creador de esta historia de terror.

Al ser los propios actores los que literalmente grabaron el material que se ve en pantalla, en la sala de montaje a la hora de editar la película los directores se tuvieron que enfrentar a horas y horas de metraje. En un primer corte, lograron tener una primera versión de la película que duraba dos horas y media, sin embargo consiguieron reducirlo y presentar en el Festival de Sundance un largo de apenas 80 minutos.

Los directores y el equipo técnico de la película aprovechaban las largas noches que los actores pasaban en el bosque durmiendo en una tienda de campaña para asustarles y conseguir más material útil. Una de las noches, los realizadores pusieron por todo el bosque una grabación de niños jugando mientras los protagonistas se preparaban para ir a dormir (escena que se puede ver en la cinta)

Éste supuso el momento más aterrador para Michael, sin embargo Josh lo pasó aún peor cuando durante otra madrugada (también visible en la película) se decidió disfrazar a un miembro del equipo con un camisón blanco y pasamontañas, simulando ser la bruja de Blair (sin avisar a los actores, por supuesto). En la película, este hecho se refleja en el momento en el que Heather huyendo grita "¿Qué c*** es eso?" repetidas veces. Josh se asustó tanto que salió corriendo y no se grabó el momento, el cual se tenía previsto incluir en el montaje final.

La película de 1999 tuvo un presupuesto de 60.000 dólares. Con ese dinero y un total de tan solo 8 días de rodaje, la cinta recaudó 248,6 millones de dólares. Durante mucho tiempo, ostentó el récord Guinness de ser la película más rentable de la Historia del Cine. En proporción, la cinta obtuvo 10.931 dólares por cada dólar invertido. EL estudio que adquirió los derechos de la película lo hizo por solo 1 millón de dólares, y se gastó 25 en promoción y marketing (más de 1000 veces el presupuesto original)

En un primer momento, los actores cobraron 1.000 dólares por cada día de rodaje, de manera que por su trabajo obtuvieron tan solo 8.000 dólares cada uno, una cantidad pésima si se tiene en cuenta la recaudación de la cinta. A pesar de ello, se ha afirmado años después que los tres obtuvieron más beneficios como consecuencia del increíble éxito que supuso. Michael C. Williams afirmó haber ganado un total de 300.000 dólares por esta película.