Desde su prólogo, abrumador de pura contundencia cinematográfica, 'En tierra hostil' desprende un nervio especial, un pulso deslumbrante, una contundencia a ras de arena, sudor y tensión. La intriga es, claro, una cuenta atrás, pero también el terror, la incertidumbre y la mano temblorosa bajo un cielo abrasador. No existe lugar pare el mínimo fallo. ¿Un error? Adiós. En esa fina línea que separa el todo de la nada es el lugar exacto en el que la película de Kathryn Bigelow se mueve. Y en el que explota.
Además de ser una de las ganadores del Oscar a Mejor película más sorprendentes de los últimos años, un logro que tiene mucho de histórico, esta cinta bélica de músculo férreo, mirada perdida y heridas sin cicatrizar, sirve para ejemplificar, por enésima vez, el talento de una directora tan incombustible como apasionante. Su manera de rodar, intensa, arrebatadora, impulsiva y equilibrada a la vez, es el gran atractivo de una cinta que se sufre desde la mirada.
Bigelow activa las virtudes de su mejor cine en una de esas cintas que, con el paso de los visionados, van creciendo en alcance cinematográfico y emocional. 'En tierra hostil' es una propuesta pequeña en forma, austera y humilde en sus recursos, pero ha sabido ganarse su lugar de privilegio en la historia del cine. Empezando por una cuenta atrás que no se cansa de estallar en mil pedazos.
Curiosidades de 'En tierra hostil'
Todo sirve
Según afirmó la propia Kathryn Bigelow, todas y cada una de las escenas que se rodaron para 'En tierra hostil' terminaron dentro del montaje final y definitivo. Sin excepción.
Consejo de Cameron
En un primer momento, Kathryn Bigelow no tenía nada claro si afrontar el reto de dirigir 'En tierra hostil', ya que andaba dando vueltas a otro proyecto. Sin embargo, fue su exmarido, el mismísimo James Cameron, la persona que le convenció para que se pusiera al frente de la película al leer el guion de la misma.Acertó. Acertaron.
Triunfos históricos
Gracias a su imponente labor en 'En tierra hostil', Kathryn Bigelow se convirtió en la primera mujer en ganar el Oscar, el BAFTA y el DGA correspondiente a mejor dirección. Además, estamos ante la primera cinta dirigida por una mujer que consigue el Oscar a Mejor película. Y sigue siendo la única.
Casting ideal
Kathryn Bigelow tuvo claro desde el principio que quería contar en el reparto de 'En tierra hostil' con Jeremy Renner, Anthony Mackie y Brian Geraghty. ¿Sus razones? Tres: 'Dahmer, el carnicero de Milwaukee', 'Half Nelson' y 'Jarhead - El infierno espera', respectivamente.
Inicio problemático
Durante la primera semana de rodaje en Jordania, el equipo de 'En tierra hostil' se encontró con una terrible ola de calor. Una situación que provocó la baja médico de muchos profesionales, incluyendo al director de fotografía de la película, Barry Ackroyd.
Multicultural
Para el rodaje de 'En tierra hostil', Kathryn Bigelow contó con la inestimable ayuda de profesionales, tomamos aire, estadounidenses, jordanos, libaneses, ingleses, irlandeses, alemanes, marroquíes, daneses, tunecinos, canadienses, sudafricanos, libios, circasianos, palestinos, armenios, suecos, australianos y neozelandeses. Casi nada.
La última goleada
A día de hoy, 'En tierra hostil' sigue siendo la última ganadora del Oscar a Mejor película que ha conseguido un número alto de estatuillas, sumando un total de seis. Desde entonces, y teniendo en cuenta que la Academia instauró justo después el aumento de nominadas en la categoría reina, ninguna película ha conseguido redondear un triunfo tan abultado.
Tiempo justo
Menos de diez minutos. Ese es el tiempo que están en pantalla los dos intérpretes que, en aquel momento, más se podían parecer a estrellas de Hollywood: Ralph Fiennes y Guy Pearce.
Acceso denegado
En un primer momento, Kathryn Bigelow y su equipo tenían planteado rodar parte de la película en una base militar estadounidense ubicada en Kuwait. Sin embargo, en el último momento les fue denegado el acceso a las instalaciones.
Rodaje seguro
Aunque algunos miembros del equipo de 'En tierra hostil' no recibieron la noticia de rodar en Jordania con mucha alegría, lo cierto es que la experiencia resultó de lo más gratificante. Y segura. Y es que, a pesar de lo que pretendía el estudio en este sentido, ninguno de los actores quiso tener un guardaespaldas durante el proceso de elaboración de la película.