Si hay un clásico Disney que destaca sobre el resto, ese es 'La bella durmiente'. Tanto a nivel visual, como narrativo, como musical, el clásico número 16 de la factoría del ratón es único, logrando emular a los retratos medievales y creando un auténtico lienzo en movimiento, algo que ningún otro largometraje animado Disney ha podido hacer hasta el momento.
Basada en la versión del cuento popular de Charles Perrault, 'La bella durmiente' narra cómo el rey Estéfano y la reina Lea logran concebir un heredero al trono, una dulce y delicada niña a la que nombran Aurora. Para celebrar el nacimiento de la princesa heredera, todo el reino organiza una celebración para rendir pleitesía a la muchacha. Entre los invitados están las Tres Ilustres Hadas, que le otorgan dones.
Cuando la última de ellas va a regarle su don, aparece la malvada Maléfica, la cual no fue invitada. Ofendida, lanza un maleficio a la princesita: Cuando cumpla los 16 años, antes de que el sol se ponga, se pinchará el dedo con el huso de una rueca y morirá. El hada que quedaba por darle su don, logra revertir la maldición, logrando que, en lugar de morir, la princesa quedé dormida en un profundo sueño del que solo despertará al calor del primer beso de amor.
El gran clásico artesanal de Disney, el fin de una era
'La bella durmiente' fue el último clásico Disney en adaptar un cuento de hadas hasta la llegada de 'La sirenita' en 1989, como también Aurora fue la última princesa Disney hasta la llegada de Ariel. El filme está dentro del arco llamado Segunda Edad Dorada de Disney o Era de Plata.
Considerado un largometraje de vanguardia, cuyo estilo visual lo ha convertido en una auténtica obra maestra de la historia del cine, es momento de hacer un breve repaso por la historia de 'La bella durmiente', el elegante y grácil lienzo en movimiento de Walt Disney.
'La bella durmiente', el lienzo en movimiento de Disney
Estuvo nueve años en producción
En los meses previos al estreno de 'Cenicienta' en 1950, Walt Disney registró el título de 'La bella durmiente' en sus posibles siguientes clásicos. Aunque la viabilidad del estudio de animación dependía de la hermosa doncella que debía volver a la medianoche antes de romper el hechizo, Disney intuía que el estudio iba a seguir en activo. No se equivocó, ya que 'Cenicienta' fue un éxito y dio inicio a la Segunda Era Dorada de Disney o Época de Plata.
Sin embargo, 'La bella durmiente' no se estrenó hasta 1959, nueve años después. Originalmente, el proyecto estaba previsto para estrenarse en 1955, pero surgieron varios imprevistos que provocaron que la fecha de estreno se aplazase hasta 1957. Finalmente, se estrenó dos años más tarde, en 1959, y fue debido a la búsqueda de la perfección absoluta por parte de Disney, para crear un gran largometraje que fue también el fin de una forma artesanal de hacer animación.
'La bella durmiente' rompe con el estilo de animación tradicional marcado que pudo verse en 'Cenicienta' (1950), 'Alicia en el país de las maravillas' (1951), 'Peter Pan' (1953) y 'La dama y el vagabundo' (1955), convirtiéndose en un clásico Disney con un estilo visual único, vanguardista y que fue el referente para los siguientes largometrajes más inmediatos, '101 dálmatas' (1961), 'Merlín, el encantador' (1963) y 'El libro de la selva' (1967), en lo que solo se refiere a personajes angulosos, los últimos de la Época de Plata de Disney. 'Los aristogatos' (1970), que fue el primer filme del estudio tras la muerte de Disney, marcó un estilo diferente para la siguiente generación.
Oficialmente es la adaptación de la versión de Charles Perrault
Según consta en los créditos iniciales de la película, 'La bella durmiente' está basada en la versión que hizo Charles Perrault, 'La bella del bosque durmiente', que estaba dentro de la recopilación de cuentos de hadas 'Cuentos de Mamá Ganso', que publicó el autor en 1697. No obstante, realmente la película entremezcla elementos de la versión de Perrault con la de los Hermanos Grimm -'La bella durmiente del bosque', que apareció dentro de la recopilación 'Cuentos para la infancia y el hogar' que se publicó en 1812- y también toma referencias del ballet de Piotr Ilich Chaikovski, estrenado en el Teatro Mariinski de San Petersburgo en enero de 1890.
En la versión de Perrault, la princesa carece de nombre propio, siendo Aurora su hija. El nombre de Aurora fue utilizado para la princesa protagonista, por primera vez, en el ballet de Chaikosvki, motivo por el que Disney decidió utilizar el mismo nombre. No obstante, el nombre que utilizaron las Hadas para llamar a la princesa durante su vida como campesina, Rosa, proviene del nombre que tenía la heroína en la versión de los Hermanos Grimm.
La versión de Perrault narra también lo que ocurrió después del beso del príncipe, su boda y los que hijos que tuvo con él antes de su llegada al palacio donde vive la madre del príncipe, que es mitad ogro. La suegra de la bella durmiente, en la versión de Perrault, ejerce el papel de auténtica villana, deseando asesinar a su nuera y sus nietos para comérselos, algo que no apareció en la versión de los Hermanos Grimm, que terminaba con la boda de los protagonistas tras el beso de amor y que fue el final que eligió Disney.
Existe una versión anterior a la de Perrault, 'Sol, Luna y Talía', publicada por el italiano Giambattista Basile en su libro de cuentos, el Pentamerón, en 1634, que es una versión aún más perversa que la de Perrault, siendo la joven princesa violada por un rey que cazaba cerca, aprovechándose de su eterno letargo. De hecho, la princesa, nombrada Talía en esta versión, llega a tener dos hijos frutos de las violaciones. En esta versión, el villano es la esposa del rey, que al enterarse de la infidelidad de su marido, ordena asesinar a Talía y sus hijos, Sol y Luna, y dárselos de comer al rey. En ningún momento, Disney utilizó esta versión para su adaptación, en contra de la creencia de cierto sector del público que, debido a publicaciones incorrectas, llegó a pensar que el productor "censuró" y "dulcificó" elementos del cuento original.
Tuvo que readaptarse al lenguaje cinematográfico
Según narra Charles Solomon en 'Los archivos de Walt Disney: Sus películas de animación 1921- 1968' (ISBN: 978-3836563659), la versión cinematográfica de 'La bella durmiente' tuvo, además, que adaptarse al lenguaje audiovisual. Primero fue la reducción de los 100 años en los que la princesa y todo el reino quedaban en letargo por solo una noche. También entra en escena el príncipe, que en la película no es un desconocido, sino un joven apuesto del que se enamoró la protagonista previamente y con el que ella estaba prometida desde su nacimiento, algo muy lógico y normal durante la Edad Media.
Los creadores de Disney quisieron incluir el elemento amoroso, ya que una boda entre un príncipe desconocido y una princesa que, en realidad, es 80 años mayor que su futuro marido no era un retrato muy romántico. Eso sí, se recuperaron ideas descartadas tanto de 'Blancanieves y los siete enanitos' como de 'Cenicienta'. De la primera se tomó la escena en la que el príncipe debe enfrentarse a un dragón, de la segunda, se recicló la idea de ver a la pareja de enamorados bailando el vals sobre una nube.
También tuvo que reducirse el número de hadas que asistían a la celebración del nacimiento de la princesa Aurora, pasando de 12 o 7 hadas, según la versión, a solamente tres. Evidentemente, el mayor protagonismo de Maléfica fue hecho para la película, ya que en el cuento era un hada vieja a la que no se le invitó a la boda porque todo el mundo pensaba que había muerto.
El lienzo en movimiento, la ilustración que emocione
La producción de 'La bella durmiente' fue muy diferente a la de los anteriores clásicos Disney. Según comentó Michael Giaimo, director artístico de 'Pocahontas', en el Cómo se hizo de 'La bella durmiente', disponible en el DVD y blu-ray de su edición especial 50º aniversario, el guion estaba completamente listo en 1952, no hubo apenas modificaciones, algo diferente al del resto de producciones animadas, que sí sufrieron cambios de guion durante el proceso de producción.
Entonces, ¿cuál fue el motivo por el que fueron nueve años los que estuvo 'La bella durmiente' en producción? La respuesta es sencilla: su animación. Brian Sibley, historiador de animación y experto en la historia de Disney, comentó que, debido a que 'Blancanieves y los siete enanitos', 'Cenicienta' y 'La bella durmiente', tienen tramas muy similares, la mejor forma de otorgarles esencia propia era innovando en cada una. En el caso de Aurora, fue su animación, completamente diferente a lo que se había visto anteriormente en los clásicos Disney y que no volvería a verse nunca más en posteriores producciones.
Eric Larson, codirector de 'La bella durmiente', comentó en una entrevista, recogida en el libro 'Once Upon a Dream: From Perrault's Sleeping Beauty to Disney's Maleficent' de Charles Solomon y publicado en 2014, que Walt Disney buscaba la animación perfecta, "un tapiz en movimiento": "Lo que buscamos aquí es una ilustración que emocione. No me importa cuánto se tarde".
Efectivamente, el estilo de animación de 'La bella durmiente' rompe en el estilo inspirado en las ilustraciones de cuentos del siglo XIX que se vio en 'Blancanieves y los siete enanitos', 'Pinocho' y 'Bambi', con el estilo rococó de 'Cenicienta', con el psicodélico de 'Alicia en el país de las maravillas', con el fantasioso de 'Peter Pan' o con el más conservador y tradicional de 'La dama y el vagabundo', entremezclando inspiración de los retratos de la Edad Media, con el estilo visual del Renacimiento y cierta influencia del Art Deco, muy popular entre 1910 y 1939, que tuvo también inspiración en la animación de vanguardia que empezó a hacer en los años 40 el estudio de animación UPA.
"Durante muchos años he contratado a artistas como Mary Blair para diseñar el estilo de una película y, cuando se ha terminado, apenas queda rastro del estilo original. ¡Eso con 'La bella durmiente' no va a pasar!", declaró Disney. Para ello, Disney dio más importancia a la dirección artística, que a de los animadores, recayendo en Eyvin Earle la responsabilidad de crear una animación excepcional.
Eyvin Earle, inspirándose en el Renacimiento
Eyvin Earle, que se había unido a Walt Disney Productions en 1951, fue el elegido para la labor de la dirección artística. Según comentó en una entrevista que quedó recogida en 'Hollywood Cartoons: American Animation in Its Golden Age' de Michael Barrier y publicada por la Universidad de Oxford, el artista se sintió "totalmente libre" para poner su propio estilo visual.
Earle se inspiró, inicialmente, en los bocetos del animador John Hench, que propuso a Disney utilizar de referencia los tapices con motivos de unicornios que pueden verse en The Cloisters, museo perteneciente al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York que es una reconstrucción de la década de los 30 de varias abadías medievales europeas y que guarda una amplia colección de arte del Medievo.
Posteriormente, Earle tomó de referencia el arte del Renacimiento europeo, inspirándose en obra de Alberto Durero, Pieter Brueghel el Viejo, Nicolaas van Eyck y Sandro Botticelli. En 'Los archivos de Walt Disney', aparece una declaración de Earle en la que desvela una influencia esencial para la estética de 'La bella durmiente': "Me influyó mucho 'Las muy ricas horas del duque de Berry' y otros manuscritos y tapices franceses".
Dicha obra es un libro de horas iniciado por Herman y Jean Limbourg en 1413, cuya estética recuerda mucho a la de 'La bella durmiente'. "Los fondos presentan un enfoque perfecto, a diferencia de películas animadas anteriores. Opté por emular el estilo de Van Eyck, en el que un detalle en primer plano y un árbol 16 kilómetros al fondo se representan con la misma nitidez", explicó Earle. Además, también se inspiró, en menor grado, en miniaturas del antiguo arte persa y en grabados japoneses.
El príncipe Felipe, el primer gran héroe
En la mirada actual, se ha criticado fuertemente el papel de los príncipes en los cuentos de hadas. Sin embargo, el príncipe Felipe es, realmente, el único que lucha por el amor de su amada. De hecho, Felipe es el primer heredero a la Corona en tener nombre propio, ya que el amor de Blancanieves carece de nombre, como también el futuro esposo de Cenicienta. Los guionistas de la película, Erdman Penner, Milt Banta, Winston Hibler, Bill Peet, Joe Rinaldi, Ted Sears y Ralph Wright, querían que el príncipe tuviese un papel más destacado, más dinámico, diferente al de los héroes "acartonados" de las anteriores princesas.
Por ello, primero tuvo nombre propio, llamado Felipe debido a la gran popularidad del nombre en la década de los 50, en gran parte por el cónyuge de la reina Isabel II del Reino Unido, Felipe, duque de Edimburgo. Después, se le dio mucho protagonismo en la segunda mitad de la película, enfrentándose a la temible Maléfica para rescatar a su amada y al reino sumido en un eterno letargo. Además, se le dio especial importancia a que el beso a la princesa, fuese "el primer beso de amor", lo que conllevaba a que el héroe amase de verdad a la doncella dormida y que la joven correspondiese a sus sentimientos.
Felipe fue animado por Milt Kahl, al que no le hizo mucha gracia tener que animarlo. De hecho, originalmente no siguió las directrices de seguir la imagen real para crear un tapiz en movimiento. Fue después de una acalorada discusión con Walt Disney, cuando cedió.
De hecho, el príncipe Felipe formó parte de la fallida franquicia Disney Heroes, que pretendía ser la contraparte masculina de las Princesas Disney, en la que estaban también Peter Pan, Hércules, el rey Arturo con el Mago Merlín o Tarzán.
Maléfica y las Tres Hadas, dos formas diferentes de usar la magia
Al igual que al príncipe Felipe, el diseño de Maléfica y las Tres Tías Hadas fue complicado. Primero estuvo la villana, que fue animada por Marc Davis, que también se encargó de animar a la princesa Aurora. Crear a Maléfica fue muy complejo, ya que es una villana muy poderosa que demuestra su fuerza a través de sus efectivos parlamentos, lo que implicaba que apenas se moviese.
Para Maléfica, Davis se inspiró en un cuadro renacentista en el que aparece una mujer con un tocado encornado. Posteriormente, el animador le añadió su largo y negro vestido. Además, se cambió la perspectiva de hada vieja por la de un hada maligna, a la que no se invitó a la boda por temor a su reacción. "Maléfica era un problema. Básicamente pronunciaba discursos. Estaba ahí de pie y hablaba directamente a los personajes. Eso es muy difícil de trasladar. Le dimos una forma similar a un gran murciélago, con un vestido largo para intensificar el dramatismo", declaró.
También las Tres Tías Hadas tuvieron un diseño difícil. En su libro 'Disney Animation: The Illusion of Life', Frank Thomas y Ollie Johnston comentaron: "Probablemente nuestros personajes más exasperantes y complicados de hacer en nuestra carrera fueron las tres hadas de 'La bella durmiente', comprometidas a hacer siempre el bien; no tenían ninguna debilidad o rareza aparente que pudiéramos explotar".
Sin querer, fueron "el alivio cómico" de una obra que, en sí, es muy dramática. A diferencia del resto de personajes, los diseños de Flora, Fauna y Primavera podían ser más redondeados, contrastando con las angulosas formas de Felipe, Aurora, Maléfica, el rey Estéfano y la reina Lea. Esto permitió algo más de libertad a unos animadores poco acostumbrados a estar bajo las órdenes del diseñador artístico, cuya decisión imperaba.
Aurora, la doncella en sueños
El personaje más difícil de animar fue, sin duda, la heroína del filme: la princesa Aurora. Según narra Solomon en 'Los archivos de Walt Disney', su diseño era tan preciso y exigente, que a los asistentes de animación solo se les pedía que acabaran ocho dibujos de ella al día, o sea, una tercera parte de un segundo de tiempo de pantalla. Quizás, por ello, la protagonista de la cinta solo aparece 15 minutos a lo largo del metraje.
Ron Dias, asistente de Marc Davis durante el proceso de animación, comentó: "Maléfica se dividía en formas más sencillas; Aurora era más complicada. El cabello nos trajo por el camino de la amargura. Las medidas tenían que ser exactas: la punta de la nariz estaba alineada con la parte inferior de la oreja. Flora, Fauna y Primavera eran personajes más redondeados, con ellos tienes mucho más margen que con una forma angulosa. Pero acabé conociendo bien a Aurora y llegué a tenerle mucha estima".
Sus ondulados cabellos tuvieron influencia del Art Nouveau, mientras que su fisionomía tuvo de referencia a la actriz Audrey Hepburn. Mary Costa fue quien dobló a la princesa, cuya carrera estuvo más enfocada en la ópera, siendo soprano lírica. Costa, en una entrevista, declaró: "Walt Disney me dio uno de los mejores consejos que ha tenido en mi vida. Me dijo que dejase que la riqueza de los colores en mi mente se plasme en mi paleta vocal, que pintase con mi voz. Apliqué aquel regalo creativo durante toda mi carrera como soprano".
Curiosamente, actualmente es una de las princesas Disney menos queridas de la franquicia. Pese a tener un cuidado visual excepcional, superando incluso a Blancanieves, Cenicienta y las posteriores Ariel y Bella, su perfil más pasivo ha hecho que sea blanco fácil de críticas de un público que no ha sabido contemporizar el momento en que fue realizado el filme, 1959, y que adaptaba un cuento de hadas del siglo XVII.
Se rodó una versión en imagen real
Para crear ese cuidado tapiz en movimiento, los animadores tomaron de referencia imágenes reales, como sucedió anteriormente con los otros clásicos Disney desde 'Blancanieves y los siete enanitos' en 1937. Por ello, se rodó una versión en imagen real con actores disfrazados como los personajes del filme. "Quiero que sean los más reales posible, casi de carne y hueso", declaró Disney. A este método se opuso Milt Kahl, que diseñó al príncipe Felipe, aunque finalmente cedió cuando Disney declaró que le encomendó tal tarea al ser "uno de los mejores animadores del estudio".
Helene Stanley, quien ya había sido el modelo para dibujar a Cenicienta, hizo de modelo para ser Aurora, mientras que Ed Kemmer fue el príncipe Felipe.
Curiosamente, Eleanor Audley, que puso su voz a Maléfica, también sirvió de modelo en la versión en imagen real, siendo el único caso de la película. Audley ya tenía experiencia poniendo su voz a una villana Disney, pues había doblado a Lady Tremaine en 'Cenicienta'.
La escena del dragón, una obra maestra
La escena en la que el príncipe Felipe, ayudado por las hadas Flora, Fauna y Primavera, derrota a Maléfica convertida en dragón es una de las más épicas y recordadas de un clásico animado de Disney. Según Solomon en 'Los archivos de Walt Disney', la apariencia del dragón y su movimiento con un peso y una fuerza extraordinaria, que recuerda más a un dinosaurio, no se vería de nuevo en el cine con esa potencia hasta el estreno de 'Parque Jurásico (Jurassic Park)' en 1993.
"Tenía que moverse con suavidad para crear sensación de volumen. Pero también tenía que poder mover la cabeza con rapidez: seguí el patrón del movimiento del ataque de una serpiente de cascabel y parecer ser que funcionó muy bien", comentó el animador Eric Cleworth. "El diseño de aquel dragón sigue siendo el mejor de la historia [...] Una auténtica obra maestra", comentó John Lasseter, exdirector de Pixar.
El cuidado por el detalle provocó un presupuesto por las nubes
Si hay un motivo de peso por el que Disney no volvió a hacer un filme tan épico y con una animación vanguardista y excepcional fue uno muy simple: el dinero. Las horas de trabajo para que el diseño fuese perfecto, que el arte de Eyvind Earle imperase sobre una animación que hubiera podido ser más convencional, el cuidado y el detalle en cada secuencia, algo que en la actualidad solo ha hecho Studio Ghibli con películas suyas como 'La princesa Mononoke' o 'El cuento de la princesa Kaguya', hizo que el coste del filme fuese desorbitado.
La producción de 'La bella durmiente' costó seis millones de dólares, una cifra récord para el momento en que se estrenó. Eso sin contar el presupuesto de publicidad y distribución mundial. Esto provocó que el hermano de Walt, Roy Disney, empezase a meter presión a unos animadores que tenían ya un reto titánico. "Esta película está costando demasiado dinero. Se está haciendo eterna. Hay que terminarla ya", comentó según dijo Floyd Norman, animador que trabajó en 'La bella durmiente'.
El máximo cuidado por el detalle ha hecho que esté a un nivel visual similar al de 'Fantasía' y al del resto de los clásicos de la primera Era Dorada de los largometrajes Disney (1937 - 1942). Como dijo Mary Costa, voz original de Aurora, en el Cómo se hizo de 'La bella durmiente' disponible en su edición 50º aniversario en DVD y blu-ray: "Creo que mientras hacíamos la película, no éramos conscientes de lo revolucionaria que iba a ser".
La danza del ballet de Chaikovski
Tal fue el deseo de Disney de crear una auténtica pieza de arte, que ordenó que la música utilizada fuese una versión para la película del ballet de Piotr Ilich Chaikovski. Es más, como se ha comentado antes, el nombre de Aurora viene del ballet. George Bruns fue el compositor que adaptó la composición de Chaikovski al clásico Disney, esto incluyó adaptar piezas del ballet, como el icónico vals, en canciones con letra.
"Hubiera sido más fácil escribir una partitura original, pero el ballet es rico en melodía, al igual que Chaikovski, así que era cuestión de decidir qué melodías utilizar", declaró. Sammy Fain y Jack Lawrence fueron los encargados de escribir la letra de la mítica canción 'Eres tú (Once Upon a Dream)'.
Curiosamente, la utilización del ballet y el nombre de la princesa se han convertido en motivo de polémica en la actualidad. Walt Disney Company logró en 2012 que en Estados Unidos el nombre "Princesa Aurora" fuese marca suya. Esto provocaría que todo lo relacionado con el nombre, excepto las obras literarias de ficción o no ficción, fuese de su propiedad. Esto, claro, choca con la utilización del nombre de la princesa en el ballet, provocando la paradoja que el ballet "tuviese que pagar derechos" para utilizar un nombre que el propio Chaikovski usó antes.
Primer filme de animación en Super Technirama 70mm
'La bella durmiente' se convirtió en la primera película de animación en utilizar el proceso de fotografía Super Technirama 70mm y también en tener una banda sonora estereofónica de seis canales. Fue el segundo largometraje de Disney en filmarse en pantalla panorámica anamórfica, siguiendo la estela de 'La dama y el vagabundo' (1955).
El Super Techinarama 70mm no volvió a utilizarse en Disney hasta el estreno de 'Taron y el caldero mágico' en 1985. Curiosamente, ambas cintas fueron estrepitosos fracasos de taquilla.
Una joya incomprendida
Efectivamente, 'La bella durmiente' se estrenó el 29 de enero de 1959 y fue un estrepitoso fracaso comercial. Estrenada originalmente con el corto documental 'Grand Canyon', ganador de un Oscar, la película recaudó 5,3 millones de dólares en su lanzamiento original. Con un coste de seis millones de dólares, el filme fue un fiasco de taquilla. Su coste fue muy elevado, costando el doble que 'Alicia en el país de las maravillas', 'Peter Pan' y 'La dama y el vagabundo'.
Fue tan cara, que esto provocó que la compañía publicase su primer año de pérdidas en una década, respecto al año fiscal de 1960. El fracaso provocó despidos masivos de animadores en el estudio, según escribió Floyd Norman en 'Toon Tuesday: Here's to the real survivors'. Lo curioso es que evidenciaba que, cada vez que Disney quería innovar y ofrecer un estilo visual diferente a lo que se esperaba de su estudio, el público lo rechazaba, el fracaso de 'La bella durmiente' se sumó al de filmes adultos y diferentes como 'Fantasía', 'Los tres caballeros' y 'Alicia en el país de las maravillas'. Eso sin contar los malos datos de 'Pinocho' y 'Bambi', que tampoco tuvieron éxito por haber sido estrenados durante la Segunda Guerra Mundial.
Las críticas no fueron unánimes en su estreno original. La mayoría apoyó la calidad del filme. Bosley Crowther, del New York Times, escribió: "Este primer largometraje animado desde 'La dama y el vagabundo', que salió de los estudios Disney en 1955, recuerda mucho a su primer largometraje animado, y quizá el más notable de todos ellos, 'Blancanieves y los siete enanitos'". Sin embargo, esa comparación no fue positiva en The Hollywood Reporter, que la criticaron, justamente, por parecerse a la película de 1937.
Pese a la mala recepción en taquilla y a una crítica algo tibia, 'La bella durmiente' fue nominada al Oscar a la mejor banda sonora de una obra musical y a un premio Grammy a la mejor banda sonora, perdiendo en ambos galardones frente a 'Porgy y Bess'.
Revalorizada gracias a los reestrenos
Como sucedió con 'Fantasía', 'Los tres caballeros' y 'Alicia en el país de las maravillas', 'La bella durmiente' gozó de éxito posteriormente, cuando logró revalorizarse gracias al paso del tiempo. Eso sí, no fue reestrenada en cines hasta después de la muerte de Disney.
Su primer relanzamiento fue en 1970, estrenándose en un formato estándar de 35mm. La película logró 3,8 millones de taquilla. En 1979, dos décadas después de su estreno original, volvió a pasar por cines, estrenándose tanto en formato de 35mm como en 70mm. Regresó a la gran pantalla en 1986 y 1995. Gracias a sus continuos reestrenos, tuvo una recaudación final de 51,6 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo filme de 1959 más taquillero solo por detrás de 'Ben-Hur'.
Teniendo en cuenta la inflación, 'La bella durmiente' llevaría recaudados 656.264.800 dólares, según datos de Box Office Mojo, estando entre las 40 películas más taquilleras de la historia en Estados Unidos.
La Transición de Disney: El fin de una era
El fracaso de 'La bella durmiente' supuso el fin de una forma de entender la animación artesanal. Disney tuvo que innovar para reducir el coste de sus siguientes largometrajes. De hecho, hay un claro cambio estético y visual entre 'La bella durmiente' y el siguiente clásico de la factoría, '101 dálmatas', estrenado dos años después, en el que se introdujo la técnica de la xerografía.
Andreas Deja, exanimador jefe de Walt Disney Studios, dijo: "Los animadores de las siguientes generaciones sentimos una gran admiración por 'La bella durmiente'. Es un arte y una habilidad de un nivel difícil de encontrar hoy en día". John Canemaker, historiador especializado en animación, declaró: "Creo que fue el fin de una era. El fin de una clase de animación que no volverá a verse, de una opulencia, una suntuosidad y una meticulosidad que ya ha desaparecido".
Es cierto, Disney no ha vuelto a realizar un trabajo tan minucioso hasta el momento, pese que en los años 90, largometrajes como 'La bella y la bestia', 'El rey león', 'Mulan' o 'Tarzán' fueron auténticas maravillas visuales y que, posteriormente, filmes como 'Enredados', 'Zootrópolis' o 'Vaiana' lograron llevar a la animación digital la excelencia. Pero, en lo referente al cuidado visual y al trabajo artesanal, Disney no lo ha vuelto hacer, siendo, curiosamente, el Studio Ghibli el que más se ha acercado a esa visión de la animación.
El problema con su doblaje al español
Tristemente, el doblaje al español de 'La bella durmiente' da para demasiadas anécdotas. En 2001, la soprano Lupita Pérez Arias interpuso una demanda a Disney, exigiéndole las regalías por los doblajes de 'La bella durmiente' y 'Blancanieves y los siete enanitos', en los cuales prestó su voz a ambas princesas para las partes cantadas. Esta demanda vino impulsada por la que puso en 1997 la actriz Evangelina Elizondo, la voz original en español de 'Cenicienta'.
Según la demanda, Disney le debía dinero por los discos vendidos con sus diálogos y canciones grabadas por ella en América y España, además de la emisión del doblaje en televisión y su posterior venta en formato doméstico. Disney, como hizo con Elizondo, utilizó su voz en varias reproducciones sin ni siquiera acreditarla. La compañía se negó a pagar lo exigido y en 2001 hizo nuevos doblajes tanto para 'La bella durmiente' como para 'Blancanieves y los siete enanitos'.
Dado el rechazo que causó el redoblaje de 'Blancanieves' hecho en España, se optó por distribuir en el país ibérico el redoblaje latinoamericano en lugar de hacer otra versión con voces españolas.
A diferencia de Elizondo, Pérez Arias decidió retirar la demanda pocos meses antes de su fallecimiento, en febrero de 2005. Con lo cual, Disney podría utilizar los doblajes dirigidos por Edmundo Santos en los que participó Pérez Arias, algo que no ha hecho pese que el público desea recuperar los doblajes originales mexicanos.