Como si de un relato surgido de la mente de William Hope Hodson se tratase, en 1980 John Carpenter presentaba al mundo 'La niebla', título de terror que rememoraba las leyendas sobre marineros errantes, fantasmas vengativos, tesoros y barcos desaparecidos. Tratándose de su sexta película (la cuarta para el cine), el realizador ya había dejado claras sus intenciones en lo que fue su presente en el cine de terror: su marcada autoría y amor por la serie B convertían sus propuestas en el híbrido perfecto que venía a hacer tambalear al cine más comercial.
Habiendo sentado cátedra con 'Asalto en la comisaría del distrito 13' y 'La noche de Halloween', el cineasta se atrevió a competir con el género del momento, donde no podían faltar sangre y vísceras, para regalar un título de terror con aroma clásico, el cual tenía tanto de historia de terror que contar a la luz de una hoguera (lo que acabaría siendo su propio prólogo), como ejemplo de ejercicio idóneo sobre la utilización del misterio y lo tenebroso, del cual hacemos un repaso a su gestación y a algunas de las curiosidades que giraron en torno a su rodaje y estreno, hace ya 40 años
Reunión de talento
La acción de 'La niebla' nos llevaba hasta la localidad costera de Antonio Bay, donde la población vivirá en sus propias carnes el horror a medida que se acerque el siglo de existencia del lugar. Poco a poco, irán desvelándose ante ellos una serie de elementos que tienen que ver con una misteriosa niebla que se acerca de forma amenazante, y la cual parece traer a un grupo de marineros fantasma dispuestos a cobrarse una brutal venganza contra los lugareños.
Mucho se ha escrito acerca de su grandeza, la cual acabaría siendo corroborada al convertirse en uno de los títulos de culto en la filmografía de Carpenter (y de Debra Hill a quien el cine de terror le debe tanto y cuya figura como mujer dentro del mismo merece más reconocimiento), pero si hay algo que cabe destacar de ella es la reunión de talento que el director logró. Ya no solo por el hecho de querer contar con antiguos colaboradores de sus anteriores trabajos, sino por ser capaz de reunir en pantalla a tres míticas Scream Queens de la talla de Janet Leigh, Jamie Lee Curtis y Adrienne Barbeau, quienes estuvieron genuinamente acompañadas por Hal Holbrook y Tom Atkins.
Curiosidades de 'La niebla' de John Carpenter
Inspiración cósmica
La primera vez que John Carpenter empezó a pensar en la idea que daría forma a 'La niebla', fue después de haber visto 'The Trollenberg Terror', película de serie B de Quentin Lawrence estrenada en 1958.
En ella, una raza de aliens (con aspecto de ojos gigantes) que se esconde tras una nube radioactiva en los Alpes suizos, se desvela como la culpable del extraño comportamiento de los habitantes del lugar.
La niebla real
Fue en 1976, durante la promoción de 'Asalto en la comisaría del distrito 13', cuando Carpenter y Debra Hill visitaron Stonehenge. Por aquel entonces, además de compañeros de trabajo también eran pareja, y juntos decidieron que debían hacer una película con lo que el lugar les inspiró.
La principal inspiración llegó al contemplar una frondosa niebla alrededor del lugar. Para acabar de dar forma a su historia, el director tomó como referente el caso real del saqueo de un barco que tuvo lugar al sur de California en el sigo XIX.
Papel a medida
Adrienne Barbeau, quien por aquel entonces ya era la esposa de Carpenter, fue la escogida para interpretar a Stevie Wayne, la protagonista principal de 'La niebla'.
El director escribió el papel para ella, con quien ya había trabajado en 1978 en el telefilm 'Someone's Watching Me!', lo que supuso el debut de la actriz en la gran pantalla, siendo esta su primera película para cines.
La estrella del momento
Hacía tan solo dos años que Jamie Lee Curtis había debutado en el cine con su papel de Laurie Strode en 'La noche de Halloween', convirtiéndose en todo un icono para el cine de terror.
En 1980, la actriz estaría presente en 'El tren del terror' y 'Prom Night', lo que la convertiría en la Reina del Grito del momento. Para 'La niebla', Carpenter quiso que ella fuese la encargada de dar vida a Elizabeth Solley, la otra protagonista femenina de la historia. Curiosamente, ella y Adrienne Barbeau no coincidirían en ninguna de las escenas.
Los que no pudieron
Antes de que Hal Holbrook se metiese en la piel del Padre Malone, el papel le fue ofrecido a Christopher Lee, quien no pudo aceptar la oferta por problemas de agenda.
Otro actor que no consiguió estar fue Kurt Russell, con quien contactó el propio director pero que tampoco pudo aceptar la propuesta.
Los guiños
Los guiños al espectador no solo llegaron por la aparición en pantalla de Janet Leigh y Jamie Lee Curtis, madre e hija en la vida real, sino que fueron varios los nombres de los personajes de la película los que Carpenter utilizó para rendir tributo a algunos conocidos.
Mientras que Charles Cyphers daba vida a Dan O'Bannon (co-guionista de 'Dark Star'), George Flower era Tommy Wallace en referencia a Tommy Lee Wallace (colaborador del director en muchos de sus proyectos y director de 'Halloween III: El día de la bruja'). La señora Kobritz le debía su apellido a Richard Kobritz (productor de 'Someone's Watching Me!'), y Tom Atkins interpretaba a Nick Castle, el mismo nombre del actor que había encarnado a Michael Myers.
Otros nombres que podrán sonar al espectador son los del Dr. Phibes (en referencia al título de Vincent Price), Arkham (del universo de Lovecraft) y Bodega Bay, el lugar donde Hitchcock desató el horror con 'Los pájaros'.
Más terror
Una vez que la película estuvo terminada, Carpenter no quedó contento con el resultado, haciendo que parte del equipo volviese a ser convocado para añadir nuevas escenas.
El motivo era que el director consideró que no era lo suficientemente aterradora, por lo que se incluyeron las secuencias de los apuñalamientos, la del personaje de Jamie Lee Curtis en la morgue y el final en lo alto del faro con Adrienne Barbeau.
Historias de fantasmas
Otro de los añadidos por John Carpenter, fue el convertir la película en una historia de fantasmas contada por un narrador a la luz del fuego en mitad de la noche, labor que recayó sobre John Houseman con el papel de Mr. Machen.
Un año más tarde, el actor repetiría con un rol muy parecido en 'Historia macabra', el clásico de terror sobrenatural dirigido por John Irvin.
Gran rentabilidad
Sumando las secuencias que se rodaron una vez finalizado el rodaje (se calcula que, en total, un tercio de la película surgió de la segunda vez que Carpenter decidió filmar de nuevo), el coste de 'La niebla' llegó a la cifra de 1,1 millones de dólares, algo bastante considerable si tenemos en cuenta que se trataba de una película de bajo presupuesto.
Embassy Pictures, la compañía que se encargó de distribuir la película, optó por cambiar la fecha de estreno inicial (en la Navidad de 1979) por febrero de 1980, gastándose más de tres millones en promoción, los cuales incluían máquinas de niebla artificial en las entradas de algunos cines.
El resultado fue más que satisfactorio, pues la película acabó recaudando más de 21 millones solo en la taquilla de Estados Unidos.
Continuación frustrada
Pasada una década desde su estreno, John Carpenter anunció que estaba desarrollando un proyecto de serie en formato de antología, cuya acción estaría situada en Antonio Bay, donde la misteriosa niebla había servido como el principio para que en el lugar se empezasen a desatar toda una serie de elementos sobrenaturales.
Tristemente, la serie nunca se llegó a materializar y lo único que se hizo con el paso de los años fue un abominable remake, 'Terror en la niebla'. Estrenado en 2005, estuvo dirigido por Rupert Wainwright y protagonizado por Tom Welling, Maggie Grace y Selma Blair, quien acabaría siendo lo único salvable de la película como nueva encarnación de Stevie Wayne.