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CLÁSICO NOVENTERO

6 curiosidades de 'La Roca'

Rendimos homenaje a un clásico de la acción noventera que reunió a los mejores intérpretes del momento.

Por Guillem Saez Muñoz 8 de Agosto 2016 | 12:45

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Es cierto que, aunque no abunden, casi todos los años hay alguna película de acción que merece la pena visionar. Sin embargo, la década de los 90 fue una época prolífica para las cintas de este género, y aún tenemos en el recuerdo grandes obras de esos años. Una de ellas, sin duda, podría ser el film de 1996 llamado 'La Roca'.

La roca

En él, la antigua penitenciaría de Alcatraz es tomada por un alto mando del ejército que amenaza con lanzar varios misiles con gas mortífero sobre la bahía de San Francisco. Con la vida de millones de personas en juego, el gobierno decide enviar a un joven agente experto en armas químicas, a una misión casi suicida, acompañado por el único hombre que fue capaz de escapar de la prisión hace ya más de 20 años.

Fue una de las primeras películas dirigidas por el célebre Michael Bay, y logró juntar bajo un mismo proyecto cinematográfico a Sean Connery, Nicolas Cage y Ed Harris. La cinta, de gran éxito en su día, sigue entreteniéndonos en la actualidad, y nunca parece mal momento para revisionarla. Por ello, hemos querido homenajearla escribiendo sobre sus aspectos y anécdotas más curiosas.

Curiosidades de 'La Roca'

La cabaña de Sean

La cabaña de Sean

Hay muy poca gente que no conozca al gran Sean Connery. Se trata de un actor mítico que también cuenta con una personalidad peculiar. Para el rodaje de la película que nos ocupa, a Connery no le hacía ninguna gracia tener que viajar todos los días desde la ciudad hasta la isla de Alcatraz. Por ello, pidió que le construyeran una cabaña allí mismo. Naturalmente, acabaron aceptando.

Guiones de genios

Guiones de genios

'La Roca' no es un trabajo de un solo día, y es que hubieron muchas versiones del guion y bastantes retoques. Técnicamente, hay tres guionistas acreditados de forma oficial por su trabajo, pero ahí hubieron muchas más cabezas pensantes. Nombres realmente conocidos, como los de Quentin Tarantino, Jonathan Hensleigh o Aaron Sorkin fueron imprescindibles para moldear esta película.

Premiere carcelaria

Premiere carcelaria

Alcatraz, cuando se filmaba la película, aún estaba abierta al público. De hecho, todos los que visitaron las instalaciones en el momento pudieron ver las grabaciones del film si tenían suerte. Más tarde, fue cerrada de forma parcial, y los rodajes fueron a puerta cerrada. Como no podía ser de otra manera, la premiere mundial de 'La Roca' tuvo lugar en el patio de Alcatraz.

Improvisadores natos

Improvisadores natos

Según Michael Bay, que sigue estando realmente orgulloso de su película, el guion pretendía que fuese un film mucho más serio y directo que lo que pudimos ver en pantalla. Lo que pasó, siempre según el director, es que los actores improvisaron la mayoría de frases, consiguiendo así un producto mucho más desenfadado de lo que podría haber sido.

John Mason Schwarzenegger

John Mason Schwarzenegger

Aunque parezca difícil ahora imaginarse el rol de John Mason sin el rostro de Sean Connery, lo cierto es que no era el primer actor en el que pensaron los responsables de la cinta. El papel le fue ofrecido al gran Arnold Schwarzenegger, pero lo rechazó. En su defensa, el actor dijo que cuando le pasaron el guion solo tenía 80 páginas, "con un montón de anotaciones a mano y garabatos, y no parecía completamente horneado". Hoy en día, el bueno de Arnold dice que se arrepiente de no haber aceptado.

El extra y el perrito caliente

El extra y el perrito caliente

Aunque muchos no conozcan su nombre, sobre todo fuera de los Estados Unidos, lo cierto es que William Forsythe es un secundario de lujo, capaz de actuar en producciones de cualquier género. En 'La Roca', se ponía en la piel de Ernest Paxton, del FBI. Formaba parte del reparto principal, pero no parecía claro para todo el mundo, pues cuando se acercaba a la zona de catering a coger un perrito caliente una empleada le dijo que eso no era para los extras, y avisó a seguridad. Afortunadamente, ellos sí que parecían saber quién era el genial intérprete, y se solucionó el problema gastronómico.

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