Unos años antes de convertirse en uno de los mitos del cine de terror clásico, Vincent Price debutaba en 1953 en el cine de terror con 'Los crímenes del museo de cera', título al que la Warner había dado el visto bueno después de que los productores fuesen convencidos por el que sería su director, André De Toth.
Basada en 'Los crímenes del museo', dirigida por Michael Curtiz en 1933, la película fue presentada al mundo en 3D con sonido estereofónico, algo totalmente novedoso para la época y el motivo por el que su estreno se convirtió en todo un evento generacional que nadie se quería perder. A más de sesenta años desde su irrupción en los cines, recordamos 'Los crímenes del museo de cera' como aquel hito que fue para el cine de género y fantástico, gracias al cual Price entraría de lleno en el terror, pasando a ser una figura clave para el mismo en los años que prosiguieron a su estreno.
El coleccionista
Su historia nos llevaba hasta el Nueva York de comienzos de 1900, donde el Profesor Henry Jarrod (Price) es un reputado escultor en un museo de cera, donde todos los visitantes se quedan anonadados con el absoluto realismo de sus figuras. Una noche, un incendio arrasará el lugar por culpa de uno de sus socios. Años más tarde, cuando Jarrod está intentando reflotar el negocio, empezarán a sucederse unos extraños asesinatos.
Nombres como los de Frank Lovejoy, Phyllis Kirk, Paul Picerni y Charles Bronson fueron los que estuvieron presentes en la cinta como secundarios, la cual pronto alcanzó cierto estatus de culto y llegaría a ser objeto de una nueva revisión en 2005, 'La casa de cera', el cual iba un poco por libre y prefería tomar la idea y fusionarla con las normas clásicas del cine slasher del cambio de siglo.
Curiosidades de 'Los crímenes del museo de cera'
Origen
El director André De Toth estaba buscando un nuevo proyecto para llevar a cabo, y en concreto se encontraba en proceso de búsqueda de un título que sirviese como una forma de lucimiento para Gary Cooper.
Fue entonces cuando redescubrió 'Los crímenes del museo' y logró convencer a los productores de que sería buena idea hacer una nueva versión en 3D.
Pionera
Habiendo costado un millón de dólares, 'Los crímenes del museo de cera' logró todo un récord al convertirse en la primera película en 3D y color de un gran estudio estrenada en cines.
Su estreno llegaba justo un par de días después de 'El hombre en las tinieblas', que se había convertido en el primer título de un gran estudio hecho en 3D, aunque en esta ocasión en blanco y negro.
Rodaje exprés
Tras haber convencido al productor Jack L. Warner para rodar la película, André De Toth consiguió un poco más de un millón de dólares para convertir en una realidad 'Los crímenes del museo de cera'.
Con 618.000 dólares (el resto sería utilizado para la campaña de promoción, incluyendo las gafas en 3D que se utilizarían), el director consiguió acabar el rodaje en tan solo un mes.
De incógnito
El propio Price llegó a confesar que, cada vez que podía, le gustaba asistir de incógnito a algún pase con público de la película, ya que las gafas 3D ocultaban su rostro y podía pasar como un espectador más. Tal era su inmersión en la experiencia que la peli creaba en el patio de butacas, que una vez aprovechó para asustar a unos jóvenes que tenía delante.
Promotor de lujo
La premiere de la película contó con un invitado estrella que pocos esperaban: Bela Lugosi.
El actor, que un año antes había estrenado la comedia 'Bela Lugosi contra el Gorila', se presentó en el Paramount Theater con su mítica capa del conde Drácula y acompañado por un actor disfrazado de gorila, en homenaje a su película.
Reestrenos
Considerada como una pieza clave del cine de terror desde el momento en el que se estrenó, pasaron los años hasta que 'Los crímenes del museo de cera' regresó a los cines gracias a su reestreno, el cual tuvo lugar en 1971, y para el que se utilizó una nueva impresión de las gafas originales de StereoVision 3-D. En los ochenta, tras el auge de otros títulos en tres dimensiones, la película se volvió a estrenar una vez más.
Cambiando adicciones
En la película original de 1933, el personaje del escultor era un adicto a la heroína, algo que los productores quisieron suavizar para esta nueva versión.
Así fue como, veinte años después del estreno de aquella, el ayudante del profesor Henry Jarrod, Leon, era presentado como un alcohólico interpretado por Nedrick Young, quien no estuvo acreditado en la película debido a que su nombre se había incluido en la lista negra durante el maccarthismo.
La guillotina
El actor Paul Picerni fue despedido del rodaje y, por órdenes directas de los productores, fue contratado de nuevo por André De Toth.
¿El motivo? La guillotina que se utilizaba en el rodaje era real y el intérprete no estaba dispuesto a jugarse la vida por una escena en la que alguien tenía que aguantar la cuchilla del aparato fuera de plano. Ante el monumental enfado del director, ambos tuvieron que llegar a un acuerdo para rodar la escena en cuestión, la cual se llevó a cabo en una sola toma y utilizando como cuchilla una plancha de metal que no estuviese afilada.
Fuego descontrolado
Vincent Price entró en pánico durante el rodaje de la secuencia del incendio, algo que el propio André De Toth ya había considerado y, por eso, había ordenado provocar tres focos de fuego diferentes poco antes de rodar.
Pronto, el fuego convergió en un mismo lugar y fue casi imposible de controlar, provocando un agujero en el techo y quemando las cejas del propio Price. Siendo consciente de la situación, y debido al alto coste de los maniquíes, el director no dejó de grabar cuando estos empezaron a derretirse, estando detrás de la cámara incluso cuando llegaron los equipos de bomberos para ayudar a extinguir el incendio.
Mal recuerdo
La actriz Phyllis Kirk, que interpretó a Sue Allen, llegó a confesar que haber trabajado junto a Charles Bronson fue una experiencia desagradable.
El actor, que estaba en los albores de su carrera, no fue todo lo buen compañero que al parecer esperaban el resto de intérpretes, quienes no guardan un buen recuerdo de haber compartido rodaje con Bronson.
