Tan solo cinco años después de haberse dado a conocer al mundo gracias a Wes Craven y 'Pesadilla en Elm Street', Freddy Krueger ya se había convertido por méritos propios en una leyenda del cine de terror, alcanzando una cota de icono pop como pocas veces vista en un villano cuya principal baza fue el carisma con el que Robert Englund impregnó al personaje.
Estrenada en agosto de 1989, 'Pesadilla en Elm Street 5: El niño de los sueños' fue uno de los último slasher ochenteros en llegar al cine, coincidiendo ese mismo año con otras secuelas de sus franquicias hermanadas: 'Viernes 13 parte 8: Jason vuelve... para siempre' y 'Halloween 5: la venganza de Michael Myers'. En esta ocasión, y con el incombustible Robert Shaye continuando al mando como productor, el encargado de tomar las riendas de la película fue Stephen Hopkins, quien firmó el que muchos consideran como el título más oscuro de la saga.
El nuevo regreso de Freddy
Tras haber acabado (aparentemente) con Freddy en 'Pesadilla en Elm Street 4', Alice (Lisa Wilcox) y Dan (Danny Hassel) viven en tranquilidad. Hasta que ella se queda embarazada y es entonces cuando Krueger regresará con la intención de apoderarse del alma de su hijo, teniendo que volver a enfrentarse a él en una batalla donde jugará un papel importante la figura de Amanda, la madre del asesino del guante de cuchillas. Tras cuatro películas, la saga empezaba a dar síntomas de agotamiento, algunos de los cuales fueron el reflejo de una labor de edición que no le hizo justicia al material filmado, algo que recordamos en el presente especial junto a otras curiosidades de la película.
Con un presupuesto de 6 millones de dólares, 'Pesadilla en Elm Street 5: El niño de los sueños' no solo tuvo que hacer frente a las malas críticas, sino que lidió con el hecho de convertirse en la película menos taquillera de la franquicia. Habiendo conseguido poco más de 22,1 millones en todo el mundo, la cifra quedaba muy lejos de los 49,3 alcanzados solo un año antes con la cuarta entrega (a día de hoy, es la penúltima menos rentable, seguida por 'La nueva pesadilla de Wes Craven'). Tal sería el malestar que provocó en New Line, que los productores decidieron que Freddy tenía que volver por todo lo alto, siendo así como se pusieron manos a la obra con un título que debía tener el gancho suficiente como para atraer a los espectadores. Y así fue como en 1991 llegó 'Pesadilla final: La muerte de Freddy', pero eso es ya otra historia.
Curiosidades de 'Pesadilla en Elm Street 5: El niño de los sueños'
Llamando a las estrellas
Después del estreno de 'Pesadilla en Elm Street 4' en 1988, New Line ya empezó a pensar en una continuación de la exitosa franquicia, y para ello apuntaron alto intentando fichar a dos profesionales de renombre.
El productor Robert Shaye quiso que Stephen King se encargase del guion, pero el escritor rechazó la propuesta. Por otro lado, la silla de director se le ofreció a Frank Miller, quien acababa de publicar 'Batman: Año Uno', quien tampoco lo aceptó y no sería hasta 1990 cuando debutase en Hollywood como guionista de 'Robocop 2'.
El director
Después de que Chuck Russell (que había dirigido 'Pesadilla en Elm Street 3, guerreros de los sueños') y Renny Harlin (director de 'Pesadilla en Elm Street 4') también se negasen a dirigirla, New Line contrató a Stephen Hopkins, que acababa de estrenar 'Juego peligroso' en 1988.
Hopkins había empezado en la industria como asistente de Russell Mulcahy en 'Los inmortales', motivo por el que el nombre de Mulcahy aparecería en la lista de agradecimientos de los títulos de crédito de 'Pesadilla en Elm Street 5'.
Rodaje acelerado
Con la intención de estrenarla en agosto de 1989 ('Pesadilla en Elm Street 4' se estrenó en agosto de 1988) y teniendo que ajustarse a un presupuesto de 6 millones de dólares, New Line le presentó a Stephen Hopkins un plan de rodaje bastante ajustado.
El director solo tuvo cuatro semanas para poder rodar y otras cuatro para que la película pasase por el proceso de edición, cumpliendo a rajatabla el calendario. Vista su eficiencia, la 20th Century Fox no dudó en ficharle para que se encargase de 'Depredador 2', ya que Hopkins demostró su valía como realizador durante 'Pesadilla en Elm Street 5', aprovechando el tiempo al máximo y teniendo que rodar mientras el equipo de producción iba montando sets.
Destripada en la sala montaje
Pese a que la labor de Stephen Hopkins fuese merecedora de todas las alabanzas posibles, una vez finalizado el rodaje y pasando la película a la sala de montaje, el director ya no tuvo nada que ver durante el proceso de edición.
Este corrió a cargo de Chuck Weiss (montador de la franquicia desde la tercera parte) y Brent A. Schoenfeld, quienes trabajaron día y noche sometidos a cierta presión por el hecho de tener que hacerlo en cuatro semanas. Eso les llevó a realizar varios cortes en el montaje que hicieron que hubiese cierta falta de continuidad, eliminando varias líneas de diálogo entre los protagonistas y otras secuencias completas, como un rap interpretado por Lisa Wilcox, Erika Anderson y Kelly Jo Minter.
El enfado del director
Uno de los principales motivos por los que 'Pesadilla en Elm Street 5' sufrió recortes en la edición, fue por culpa de la censura de la MPAA y de la propia New Line.
Considerando que había entregado un buen material, al ver que habían prescindido de gran parte de las secuencias que él consideraba como mejor logradas, Stephen Hopkins llegó a declarar que sentía vergüenza por el resultado final de su película, la cual solo vio una vez y aseguró que no lo volvería a hacer más.
El capítulo más oscuro
Los censores decidieron que la película traspasaba ciertos límites, y teniendo en cuenta que ya se trataba de una saga completamente mainstream, había que reducir el nivel de violencia gráfica.
Es por eso que en el montaje final se optó por recortar la escena de la muerte de Dan (Danny Hassel) y no incluir imágenes en primer plano de sus heridas. Tampoco quisieron arriesgarse a la hora de mostrar a Freddy dándole de comer sus propios intestinos a Greta (Erika Anderson), aunque sí que se dejase la frase que le dice él durante tan bizarro momento: "Eres lo que comes".
Fueron muchas las voces que se alzaron reclamando el descontento con algunas de las muertes, pero pese a ello consiguió ser considerada como una de las secuelas más oscuras de la saga.
Amanda Krueger
Pese a que ya habíamos conocido a Amanda Krueger en 'Pesadilla en Elm Street 3, guerreros de los sueños', donde estuvo interpretada por Nan Martin, en esta quinta entrega el personaje regresaba aunque interpretado por Beatrice Boepple.
Memorable fue la escena que mostraba a Amanda, una joven novicia, siendo violada por una horda de maníacos en el hospital psiquiátrico en el que trabajaba, quedándose embarazada del que sería el prolífico asesino de Springwood. A modo de cameo, el propio Robert Englund aparece, sin el maquillaje de Freddy, como uno de los locos.
En un primer momento, se consideró la idea de seguir ahondando en las raíces de Freddy y mostrar algo de su infancia durante la película, algo que finalmente se obvió y que se llevaría a cabo en 'Pesadilla final: La muerte de Freddy'.
La palabra clave
El propio Robert Englund había improvisado en 'Pesadilla en Elm Street 3, guerreros de los sueños' una frase que se convirtió en mítica: "Welcome to prime time, bitch!".
Los guionistas de esta quinta entrega, intentando repetir la fórmula de aquel éxito, hicieron que Krueger fuese un poco más malhablado que en anteriores entregas, haciendo que el personaje dijese en varias ocasiones el término "bitch".
La MPAA no lo consideró ofensivo, algo raro si tenemos en cuenta que sí se censuró una frase que le dice Freddy a Alice cuando ella se despierta en el manicomio: "There's no such thing as safe sex".
Peligro por picadura
Durante una entrevista, Stephen Hopkins confesó que trajeron unas 200 tarántulas para una de las escenas en las que tenían que aparecer tras dejar caer una pared.
Hasta aquí, parecía que todo estuvo controlado por las personas responsables, pero el director aseguró que nadie se encargó de recuperar a los artrópodos uno a uno y que continuaron rodando en otro de los sets. "No creo que nadie las encontrase", dijo. Al menos, y por prevención, se vacunó al equipo para que no hubiese ningún imprevisto por culpa de las hipotéticas picaduras.
Premios y vapuleos
Pese a haber obtenido el premio de la crítica en el Fantasporto de 1990, 'Pesadilla en Elm Street 5' tuvo que lidiar con varias sombras en su aparto musical.
Los Razzie le otorgaron dos nominaciones, una de las cuales, la de peor canción, ganó Bruce Dickinson (el líder de Iron Maiden) por 'Bring Your Daughter to The Slaughter'. La banda sonora, que en anteriores entregas se había caracterizado por estilos que iban desde el pop al heavy metal, contando con nombres como los de Blondie o Dokken y la mítica 'Dream Warriors', estuvo dividida en dos: la primera cara era de hard rock y heavy metal, mientras que la segunda era hip hop, algo que los fans recibieron con cierto recelo.
