Estrenada en 1981, 'San Valentín sangriento' pasaba a ser una de aquellas propuestas de terror que acabarían alzándose en los ochenta como las grandes representantes del slasher, la corriente que se había iniciado pocos años atrás gracias al éxito que habían supuesto las presentaciones al mundo de tipos como Michael Myers o Jason Voorhees.
Por su título, lograba dejar claro que aquello de los psychokillers y el terror, si tenía además asociada una fecha clave (ya fuesen las vacaciones en el campamento, la Navidad o Halloween), el tirón comercial sería mucho mejor. Así era como nacía el inefable Harry Warden, uno de los grandes e icónicos asesinos en serie del celuloide, quien con su mítico uniforme de minero sembró el terror a modo de venganza.
La venganza del minero
Su argumento nos llevaba hasta la localidad de Valentine Bluffs, la cual vive asediada por los fantasmas de su pasado debido a una brutal tragedia que tuvo lugar hace dos décadas: durante la celebración de San Valentín, hubo un fatal accidente en la mina del pueblo, debido a que los responsables de seguridad se encontraban de fiesta. Solo hubo un superviviente, un tipo llamado Harry Warden, quien acabó cometiendo canibalismo debido a los días que permaneció encerrado allí abajo. Como venganza, acabó con la vida de quienes fueron culpables de haberle hecho pasar tal horror, y prometió que si en algún momento los habitantes del lugar volvían a celebrar San Valentín, él regresaría.
Al loco de Warden no se le volvió a ver, y hubo quienes decían que había regresado al interior de las minas. Es por eso que, cuando los jóvenes del lugar decidan celebrar el 14 de febrero sin importar los avisos de los adultos, despertarán un horror que nadie quiere recordar, haciendo que el minero loco regrese, tal y como avisó en su momento.
Con un gore que muchos de los fans del género considerarán como delicatessen, a continuación hacemos un repaso a la gestación de 'San Valentín sangriento', título cuyo complicado rodaje no jugó a favor de la producción pero que, gracias al momento oportuno en el que se estrenó, acabó siendo uno de los grandes clásicos del slasher a los que darle amor.
Curiosidades de 'San Valentín sangriento'
El origen
El director George Mihalka había firmado un contrato para rodar un par de películas con una compañía independiente cuando se le propuso si estaría interesado en dirigir un slasher.
Era 1980 y en mayo se estrenaría 'Viernes 13', por lo que el realizador pensó que podía ser un buen momento para dirigir él otro, ya que parecía que aquello del cine de terror con asesino en serie, podría tener algún tipo de filón.
El primer título
Cuando el guionista John Beaird empezó a trabajar en él, en un primer momento el proyecto se conoció como 'The Secret', un nombre que desde la productora consideraron con poco gancho.
Queriendo aprovechar el filón que parecían tener los títulos que hacían referencia a alguna festividad o fecha concreta, como 'Navidades negras', 'La noche de Halloween' o 'Viernes 13', decidieron cambiar el título por el de 'San Valentín sangriento'.
Primera oleada slasher
Con 'La noche de Halloween' y 'Viernes 13' como las que hicieron que el slasher se pusiera de moda, la inminente oleada de títulos que llegaron a las pantallas en los años siguientes se vio abanderada por 'San Valentín sangriento', la cual acabó estrenada en 1981.
Dicha fecha podría ser irrelevante, salvo si tuviéramos en cuenta que en ese mismo año, será cuando se estrenen títulos como 'Cumpleaños mortal', 'El día de graduación', 'Pánico antes del amanecer', 'El asesino de la isla' de J.S. Cardone, 'La casa de los horrores' de Tobe Hooper, 'La quema', 'El asesino de Rosemary' o 'Viernes 13, 2ª parte', por citar algunas.
Localización real
Por aquello de que parte de la historia se desarrollaba en una mina, era descabellado recrear el espacio en un plató, por lo que la productora llevó el rodaje hasta Nueva Escocia, donde se encontraba una mina que había sido clausurada en 1975, la Princess Colliery Mine.
El director George Mihalka decidió que, pese a que el lugar era idóneo, el equipo de producción debía adecuar el lugar, siendo los habitantes de Sidney Mines (la localidad a la que perteneció la mina en el pasado), quienes echaron una mano arropando al equipo mientras duró el rodaje.
El peligro de rodar
Debido a que no se trataba de un rodaje al uso, antes de iniciarse se tuvieron que pasar por varios procesos que asegurasen la seguridad de todos.
Después de haber adecuado las viejas minas, las cuales llevaban cerradas un lustro, el equipo tuvo que ser consciente del uso que tenían que hacer del lugar, haciendo hincapié en los túneles y los ascensores debido al espacio reducido que suponían.
Además, el alto contenido en metano limitaría el uso de bombillas, por lo que la iluminación también tuvo que ser estudiada a fondo para que todo saliera según lo previsto.
Rodaje récord
Teniendo en cuenta que todo parecería ir en contra para que saliera adelante sin problemas, finalmente el rodaje de 'San Valentín sangriento' se llevó a cabo en dos meses.
La producción había tenido que invertir parte del tiempo en pintar casi todos los interiores, y si tenemos en cuenta que cada vez que tenían que rodar, había que bajar a 820 metros de profundidad, es casi un milagro que se tardase tan poco en tener listo el material.
Aun así, el productor John Dunning acabó declarando que se trató de un rodaje espantoso.
La censura
'San Valentín sangriento' consiguió una calificación X en Estados Unidos, pues la MPAA consideró que era demasiado violenta para que llegase a las salas sin ningún tipo de corte previo. Los productores se negaron a esto y, tras contemplar las opciones que tenían en el mercado con dicha calificación, tuvieron que pasar por el aro hasta conseguir la R, al menos así podría tener mayor recorrido comercial.
Mucho se ha escrito acerca de qué pasó con aquella versión sin censura, la cual parece ser que nunca llegó a verse y que, pese a las diferentes reediciones que se hicieron de ella, parece imposible recuperar en todo su esplendor.
Estreno y recepción
Habiendo costado un total de 2,3 millones de dólares, con su estreno internacional el film acabó haciendo en taquilla cerca de 5,7 millones, una cifra que si bien no se trataba de un éxito arrollador, al menos había servido para cubrir gastos y obtener algunos beneficios.
En el momento de su estreno, la crítica siempre la comparó con 'La noche de Halloween' y supo destacar la gran labor de fotografía que tenía detrás, pese a que se tratase de un simple título de asesino en serio más cercano al exploit que al terror.
El favorito de Tarantino
Como ya hemos dicho, el film vino a ser uno de los principales abanderados de la primera oleada de títulos slasher, al cual prosiguieron decenas de imitaciones.
Tal es su legado y la importancia que tuvo para el género, que incluso Quentin Tarantino la quiso ensalzar como merecía en su momento. Fue durante la promoción de 'Grindhouse: Death Proof', su slasher particular, cuando le preguntaron cuál era su favorito.
Tras responder que le gustaba mucho 'La noche de Halloween', afirmó que "'San Valentín sangriento' puede ser mi favorito".
El remake
Pese a haber descartado la idea para una secuela, pasaron los años y, en plena fiebre por la recuperación de los clásicos de los ochenta, Patrick Lussier fue escogido para dirigir 'San Valentín Sangriento 3D', estrenada en 2009.
Pese a tratarse de un título que respetaba la idea del original, y donde no escatimaron en gore ni en la brutalidad de las muertes, el principal problema al que se enfrentó la cinta protagonizada por Jensen Ackles y Jaime King, fue que la historia estaba más al servicio de un 3D absolutamente impostado que de otra cosa.
Curiosamente, en 2011 George Mihalka presentó un borrador de guion para una secuela, la cual nadie quiso alegando el fracaso en taquilla que había supuesto la anterior.
