A finales de los años noventa, el cine de superhéroes era algo que todavía no se había comenzado a explotar de la forma en la que lo conocemos ahora, es por eso que cuando recordamos títulos como el que Mark A.Z. Dippé dirigió en 1997, cabe pensar que estábamos ante un modelo de industria donde primaba más la llegada de nuevas ideas que la explotación de una fórmula ya asentada.
'Spawn', basada en el comic que había dado pie a la serie animada del mismo nombre, ambas creadas por Todd McFarlane, supuso uno de los pocos acercamientos del concepto del héroe y el antihéroe al cine de terror, debido a la naturaleza demoniaca que representaba su protagonista.
Terror y héroes
Con Michael Jai White como protagonista, el atormentado Al Simmons que acabará adquiriendo la forma de Spawn, y con Martin Sheen, D.B. Sweeney, Melinda Clarke, Theresa Randle y Nicol Williamson (en el que se sería su último trabajo en pantalla antes de morir) acompañándole en el reparto, la película pasó por las salas siendo bastante vapuleada, pero no por ello debemos olvidarla y siempre viene bien recordarla como se merece.
Más de veinte años después de su estreno, el legado de 'Spawn' ha hecho que la película se considere como una de esas propuestas que estuvieron a camino entre el trash y lo que algunos consideraron como una adelantada a su época. Sea como fuere, nadie se ha atrevido a volver a llevar a cabo una nueva adaptación del demoniaco antihéroe hasta que llegó Blumhouse y, con McFarlane como director, anunció que en 2020 volveríamos a ver al personaje en acción, el cual ha continuado vivo en el papel y el imaginario de los fans y que muchos nos estamos ya mordiendo las uñas esperando su regreso.
Curiosidades de 'Spawn'
Pionera
En 1997 no eran todavía muchos los superhéroes (o antihéroes) que habían llegado al cine, es por ello que hablar de representación racial era algo que podría sonar a ciencia ficción. Es por ello que 'Spawn' fue pionera a la hora de poner a un actor afroamericano como protagonista de un título de superhéroes, adelantándose un año a Wesley Snipes y 'Blade' y convirtiendo a Michael Jai White en un auténtico referente.
El actor fue quien acabó consiguiendo el papel por delante del propio Snipes, de Will Smith (que optó por hacer 'Men in Black (Hombres de negro)') y de Sylvester Stallone.
Control creativo
Después de no haber llegado a ningún acuerdo con Columbia Pictures, Todd McFarlane acabó cediendo los derechos del personaje a New Line con la intención de tener un total control creativo sobre la película, a lo que la productora accedió sin problemas.
¿El motivo? McFarlane vendió los derechos por la simbólica cifra de 1 dólar.
Buscando director
Dos de los primeros nombres que sonaron para dirigir la película fueron los de Tim Burton y Alex Proyas.
El primero, que por aquel entonces había estado inmerso en el proyecto de Superman protagonizado por Nicolas Cage, no aceptó la propuesta al ser algo que se alejaba de lo que hubiese planteado. El segundo optó por centrarse en 'Dark City', que estrenaría en 1998.
Finalmente el escogido para sentarse en la silla del director fue Mark A.Z. Dippé.
Efectos especiales
Mark A.Z. Dippé había llegado al proyecto como uno de los responsables de los efectos especiales junto a otros profesionales que habían trabajado en ILM, la compañía de George Lucas.
Después de considerar que estaba capacitado para dirigir la película y teniendo en cuenta que esta iba a necesitar muchos efectos visuales, el presupuesto inicial de 20 millones tuvo que ser incrementado hasta los 45 que llegó a costar.
Para el equipo, los aspectos más difíciles de tratar en postproducción, fueron la capa de Spawn y las transformaciones, incluyendo las de Violator en su forma reptiliana, de la cual se encargó Steve 'Spaz' Williams, quien había trabajado en la creación del T-Rex de 'Parque Jurásico'.
Leguizamo
John Leguizamo, a quien el papel de Violator le llegó después de que este hubiese sido pensado para Danny DeVito, y tras el rechazo de este y de Robert Carlyle, aseguró que para él fue bastante duro el rodaje.
Esto no solo se debía a las más de dos horas diarias que tenía que pasar para que le pusieran el maquillaje y todas las prótesis que el personaje requería, lo que le hacía sentir "como una polla dentro de un condón", sino que tuvo que hacer varias de sus escenas de rodillas, debido a la pequeña estatura del personaje.
Casting femenino
Para el personaje de Wanda Blake, interpretado por Theresa Randle, se pensó en Kate Capshaw, Drew Barrymore, Bridget Fonda y Nicole Kidman, pero todas rechazaron el papel.
Por su parte, Melinda Clarke (la estrella de aquella joya trash llamada 'La lengua asesina') no fue la primera opción para ser Jessica Priest, pues Kelly McGillis y Linda Hamilton habían sido las actrices a las que se les había ofrecido dicho rol, el cual fue creado expresamente para la película.
Blanqueamiento de secundarios
Una de las principales diferencias con el cómic fue que el personaje de Terry Fitzgerald también era afroamericano en el papel, pero el estudio prefirió volverlo blanco al considerar que teniendo a un protagonista negro ya era suficiente.
El personaje, interpretado por D.B. Sweeney, llegó a manos del actor después de que fuesen considerados para el mismo nombres de la talla de Kevin Costner, Tom Hanks, Edward Norton, Rupert Everett, Kevin Kline y Billy Crystal.
Sheen, autorreferencial
Martin Sheen, quien interpretó a Jason Wynn, rol para el que se había tentado a Anthony Hopkins, Warren Beatty y Sean Connery, se permitió el lujo de autorreferenciarse a sí mismo recordando un título clave en su filmografía como 'Apocalypse Now'.
En 'Spawn', el personaje de Violator le dirá "me encanta el olor a asfalto por la mañana", en referencia a "me encanta el olor a napalm por la mañana" de la película de Francis Ford Coppola
Reduciendo la violencia
Pese a que McFarlane había conseguido tener total libertad para plantear la película como él quiso desde el primer momento, hubo algo contra lo que no pudo hacer nada: la censura.
Concebida como un título que iba a obtener la calificación R, desde New Line pensaron que al tratarse de una cinta de superhéroes deberían tener como público potencial al adolescente, siendo entonces cuando varias de las escenas se cortaron para reducir el nivel de violencia. Así fue como 'Spawn' logró la calificación PG-13.
El revés de la crítica
En el momento de su estreno, y pese a que el propio protagonista ya dijese que se trataba de una película horrible y que nunca pensó que estaba trabajando en una buena película, fueron muchos los críticos que alabaron parte del trabajo del equipo de efectos visuales, la gran mayoría de los cuales no fueron sorprendentes para la época.
Sin embargo, la respuesta general fue bastante negativa, algo que no detuvo al film en su recorrido comercial, consiguiendo recaudar en taquilla más del doble de lo que llegó a costar.