Después de revolucionar la mismísima historia del cine con sus dos primeras entregas, la trilogía clásica de 'Star Wars' se enfrentaba a la siempre temible y compleja misión de poner punto final a su historia. La pregunta, clara y evidente, era saber si George Lucas y compañía continuarían con la oscuridad e intensidad que marcaba la excelsa 'Star Wars Episodio V - El imperio contraataca'. Y la respuesta, en el mismo instante en el que aparecía un Ewok en pantalla, era tan contundente como (pelín) dolorosa.
'Star Wars Episodio VI: El retorno del Jedi' quería ser adulta e infantil, quería helar la sangre e hincharse a vender muñequitos encantadores, quería ser todo y terminaba convertida en una simple, trepidante y disfrutable aventura para gozar junto a toda la familia. Que no es poco, ni muchísimo menos, pero la ubicaba de manera contundente por debajo de sus ilustres predecesoras.
La magia que hizo y sigue haciendo grande a la saga galáctica aparece en este tercer capítulo en momentos muy contados y la resolución de algunas de sus tramas se acerca demasiado a lo absurdo, pero, haciendo cuentas, este primer final de la franquicia galáctica podría haber sido mucho peor. Y mejor.
10 curiosidades de 'El retorno del Jedi'
Guiones falsos
Tras examinar en profundidad a todos y cada uno de los miembros del reparto de la película para descubrir el nivel de cotilleo correspondiente, el equipo detrás de 'Star Wars: Episodio VI - El retorno del Jedi' les entregó a los 'ganadores' unos guiones falsos para que, en el caso de que filtraran algo a los medios de comunicación, no fuera la trama real. En estos libretos, por ejemplo, Lando se convertía en aquella última esperanza de los Jedi a la que hacían referencia los personajes Obi-Wan y Yoda en la anterior entrega galáctica.
Las personas dentro de Jabba
Fueron necesarias varias personas para poder manejar al muñeco animatrónico que daba forma al legendario Jabba. La organización era la siguiente: dos manejaban los brazos, la cabeza y la lengua, otra se encargaba de la cola, otra estaba moviendo la boca y sus costados y, por último, dos operadores de radio controlaban todos los movimientos de los ojos. Además, otro miembro del equipo de la película tenía que estar untando a la criatura con gel constantemente para darle el aspecto más viscoso posible.
Silla en movimiento
En un primer momento, la silla del Emperador estaba mecanizada para que pudiera girar siempre que la escena lo necesitara. Sin embargo, el invento nunca terminó de funcionar bien, así que el pobre Ian McDiarmid estuvo arrastrándola todo el rodaje con sus propios pies, guiándose por una cinta adhesiva en el suelo que le señalaba el punto exacto en el que tenía que pararse para que la cámara no le pillara. La magia del cine.
Frase icónica
La celebradísima expresión de "It's a trap!" que pronuncia el maravilloso personaje cuya fotografía acompaña a este texto iba a ser originalmente "It's a trick!", pero la terminaron cambiando durante la fase de postproducción. Un cambio para la historia.
Danza de títulos
El primer título que se barajó para la película fue 'La venganza del Jedi', llegando incluso a preparar varios elementos de promoción. Sin embargo, todo cambió cuando los responsables de la cinta pensaron en que la venganza no era un concepto que se relacionara con el código ético de los caballeros Jedi, así que se transformó en 'El retorno del Jedi'.
Amistad rota
Antes de que diera comienzo la producción de la película, George Lucas despidió a Gary Kurtz, amigo y productor de las dos entregas previas, debido a los múltiples conflictos que habían tenido durante el rodaje de 'Star Wars: Episodio V - El imperio contraataca', especialmente motivados por temas presupuestarios.
Apostando por Yoda
Aunque en la primera versión del guion no aparecía, Yoda terminó formando parte de la historia de 'Star Wars: Episodio VI - El retorno del Jedi'. ¿La razón? George Luces entendió que no había ningún personaje mejor para explicarle al público la relación familiar entre Luke y Darth Vader. Acertó.
Final a lo Leone
Según explicó el citado (y despedido) Gary Kurtz, el primer tratamiento de guion de la película finalizaba con Luke Skywalker andando en solitario y cansado hacia el desierto de Tatooine, buscando generar así una especie de homenaje a los inolvidables personajes que poblaron el género del spaghetti western. Lástima que George Lucas optara por un desenlace feliz para lograr ventas más altas de merchandising.
Directores
Tres nombres absolutamente increíbles estuvieron muy cerca de dirigir 'Star Wars: Episodio VI - El retorno del Jedi': David Cronenberg, quien prefirió rodar la impresionante 'Videodrome', un David Lynch que salió pitando conforme le enseñaron los diseños de los Ewoks, comprensible, y el mismísimo Steven Spielberg.
De hecho, el Rey Midas de Hollywood sonó bastante como principal candidato, pero tuvo que rechazar la propuesta al ser miembro del DGA (Sindicato de Directores de Estados Unidos), organización con la que George Lucas tuvo numerosísimos conflictos debido a los créditos de la saga galáctica.
El deseo no cumplido de Ford
Harrison Ford pensaba que Han Solo había dado todo lo que podía dar a la saga y que terminar con un final feliz junto a Leia no pegaba nada con su forma de ser, así que le propuso a George Lucas que matara al personaje en esta entrega. Por supuesto, el creador de 'Star Wars' rechazó por completo esta idea.
