Terrence Malick se ha ganado por derecho propio que le consideremos como una de las figuras clave del cine contemporáneo. Aunque conocido por sus manías y por su forma de llevar a cabo el rodaje de sus películas (o por lo que queda del material grabado en ellas), el cineasta de Illinois ha alcanzado tal popularidad gracias a su enorme e inagotable talento.
Dada la diferencia temporal entre sus dos primeros largometrajes y el resto, podemos diferenciar su carrera en dos fases, separadas por el punto de inflexión que supuso 'La delgada línea roja', probablemente su mejor película, su más evidente y consensuada obra maestra. Hablamos de punto de inflexión porque mantiene la esencia de 'Malas tierras' y 'Días del cielo', pero con una importancia mucho mayor del montaje.
Pasaron siete años hasta que estrenó 'El nuevo mundo', su siguiente película, y otros seis hasta que pudimos ver 'El árbol de la vida', una genialidad con la que ganó su primera (y de momento única) Palma de Oro. Desde ese momento, el director se ha puesto las pilas y ya ha estrenado tres trabajos más, aunque a nuestro país únicamente ha llegado 'To the Wonder'. Además, tiene previsto el estreno de otras dos películas en 2017 y 2018, 'Weightless' y 'Radegund'.
Como bucear en la filmografía y la vida personal del autor supone un placer para todo cinéfilo, hemos elaborado un listado con 9 curiosidades relacionadas con su persona, sus películas y las peculiaridades de sus rodajes y montajes. Para bien o para mal, nos encontramos ante uno de los directores más relevantes de la actualidad, que no sigue haciendo el cine que desea mientras la crítica aumenta su dureza en cada cinta que se presenta en los festivales.
Curiosidades de Terrence Malick
Solución rápida
Uno de los actores de 'Malas tierras' no apareció por el rodaje, así que el propio Terrence Malick decidió interpretar el pequeño papel que tenía asignado. Es bastante curioso este dato, pues hoy en día es realmente complicado fotografiarle incluso en sus rodajes. En la película interpretó al hombre trajeado de la casa del hombre rico en la que se esconde Martin Sheen. En principio el material fue grabado para salir del paso, pero acabó formando parte del metraje definitivo.
No hay prisa
Malick dirigió su segunda película, 'Días del cielo', en el año 1978. Desde entonces, y aunque tenía una serie de proyectos entre menos, pasaron nada menos que veinte años hasta que llegó a los cines 'La delgada línea roja'. Por lo general, el cineasta estadounidense le ha dedicado mucho tiempo a la escritura y a la puesta en imágenes de sus películas, algo que ha comenzado a cambiar en los últimos años.
Un ser invisible
Es bien sabido por todos que el director americano es muy tímido y que no concede entrevistas desde el año 1979. Además, parece que tiene una enorme capacidad para pasar desapercibido, pues se dice que ha vivido unos cuantos años en París recluido y pasando de incógnito. Sin embargo, algunos confiesan recordarle sentado diariamente en la primera fila de la Filmoteca parisina.
Cuestión de gustos
Si tenemos en cuenta el tipo de cine que hace y le obsesiona, lo lógico sería pensar que los gustos de Malick coincidan en mayor o menor medida con su propia obra. Así, cuando uno espera que sus películas favoritas sean complejas y desprendan cierta intelectualidad, sorprende muchísimo escuchar que una de sus cintas preferidas es 'Zoolander (Un descerebrado de moda)'. Por otra parte, Ben Stiller, director de la película, es uno de los actores que más le gustan.
Cabreo monumental
Según Emmanuel Lubezki, podría haberse hecho una película solo con las escenas filmadas en las que sale Sean Penn y que no fueron incluidas en el montaje final de 'El árbol de la vida'. Por eso mismo, una de las voces más críticas con la película fue de la del propio actor, que confesó no entender absolutamente nada de lo que hizo Malick con el material, y sentirse estafado por no corresponderse con lo que, según él, era el guion más magnífico que había leído jamás. No obstante, el resultado es tan excelente que casi nos alegramos por la decisión del cineasta.
Las tijeras de Malick
Lo ocurrido con Sean Penn en 'El árbol de la vida' no sería la primera ni la última vez que sucediera en la filmografía del cineasta. El reparto de 'La delgada línea roja' estaba repleto de estrellas, y prácticamente todos los actores rodaron muchas más escenas de las que pudieron verse en cines. Algunos de los afectados fueron George Clooney, John Travolta y Sean Penn. Otros no tuvieron tanta suerte y ni siquiera llegaron a aparecer en la película, como fue el caso de Adrien Brody, Mickey Rourke, Lukas Haas, Gary Oldman y Bill Pullman. Posteriormente, en 'To the Wonder', se pensaba que Jessica Chastain y Rachel Weisz iban a interpretar papeles protagonistas (ellas mismas lo pensaban), pero finalmente ni siquiera tuvieron la suerte de aparecer en un solo plano a modo de cameo.
Luz natural
A Terrence Malick le obsesiona llevar a cabo el rodaje de sus películas en la denominada "hora mágica", es decir, cuando está amaneciendo o atardeciendo. Esta es una de sus proezas técnicas y narrativas más sorprendentes, el hecho de jugar de forma impresionante con la luz natural, tanto cuando la acción transcurre en exteriores como cuando lo hace en interiores.
Tintes autobiográficos
Desde 'El árbol de la vida', la importancia de la vida privada del cineasta en su obra es vital. Coincidiendo con una radicalización en sus formas, Malick integró en la película detalles que han marcado su propia vida, como la muerte de uno de sus hermanos a los 19 años tras suicidarse. A partir de ahí, la existencia del cineasta ha estado marcada por su contacto con la naturaleza, lo que explica algunas de sus obsesiones visuales y narrativas. El transcurso de la trama familiar de la cinta tiene mucho de su experiencia como ser humano, pues se crió en Texas junto a sus dos hermanos.
Experiencia a repetir
El cómico Thomas Lennon entró a formar parte del reparto de 'Knight of Cups' sin saber nada sobre la película y sin haber visto una sola película de Terrence Malick. Cuando vio la forma que tenía de dirigir a los actores se quedó alucinado; pero lo más llamativo fue cuando, en plena discusión real con su mujer por teléfono, se dio cuenta de que estaba filmándolo todo con la cámara a pocos centímetros de su cara. "Al principio sentí una violación de mi privacidad, pero luego me dio igual. Lo digo honestamente: fue una puta locura de día. Pero si surgiera la oportunidad, volvería a hacerlo de inmediato", declaró el actor.