¿Cómo sería 'La maldición de Hill House' sin su maestría dramática, sus impactantes sobresaltos, su impecable colección de personajes y su talento delante y detrás de las cámaras? Respuesta directa: 'The Haunting (La guarida)'. Y es que, aunque partieran del mismo material literario, esa obra maestra firmada por Shirley Jackson, el director Jan de Bont, responsable de las espléndidas 'Speed' y 'Twister' y de las infumables 'Speed 2' y 'Lara Croft Tomb Raider 2: La cuna de la vida', entregó un producto marcado por el fallo mayúsculo.
A diferencia de la joya televisiva dirigida por Mike Flanagan, 'The Haunting (La guarida)' nunca termina de encontrar el tono que parece estar buscando, es decir, el del terror y el suspense clásico, ofreciendo poco más que una sucesión de sustos previsibles y escenas inconexas e incapaces de generar un mínimo de intensión. Un error al que, además, se suma el caótico guion escrito por David Self y la nula química existente entre sus distintos miembros del reparto.
Y ahí encontramos una virtud incontestable de la película, su habilidad para hacer que intérpretes de la talla de Lili Taylor, Liam Neeson, Catherine Zeta-Jones, Owen Wilson o Bruce Dern, entre otros, parezcan completamente perdidos de principio a fin. Un cúmulo de despropósitos que, sin embargo, no permiten la entrada al bostezo en ningún momento, manteniendo al espectador entretenido a lo largo de sus cerca de dos horas de duración. Aunque solamente sea por ese extraño poder que tiene observar en primera persona el derrumbamiento total de una superproducción de estas características. A falta de terror, buenos son los festivales del absurdo.
Curiosidades de 'La Guarida'
Buscando título
En un primer momento, los responsables de la película pensaron en titularla con el nombre original de la novela a la que adaptaba, es decir, 'The Haunting of Hill House'. Sin embargo, finalmente cambiaron de opinión y recortaron palabras hasta llegar a 'The Haunting', buscando así evitar posibles confusiones con otra cinta de terror estrenada ese mismo año, la (también) fallida 'House on Haunted Hill'.
Apodo animal
Durante su trabajo conjunto en 'The Haunting (La guarida)', Liam Neeson le adjudicó a Catherine Zeta-Jones el apodo de 'La gacela galesa'. ¿La razón principal? La espectacular velocidad que demostró tener la actriz durante todas y cada una de las carreras que tuvieron que rodar para le película.
Intentos King
El mismísimo Stephen King se encargó de escribir un primer borrador del guion de 'The Haunting (La guarida)'. Sin embargo, los responsables de la película decidieron rechazarlos, lo que provocó que el célebre escritor centrara todos sus esfuerzos en el libreto de la miniserie 'Rose Red'.
Terror real
La escena de 'The Haunting (La guarida)' en la que el personaje interpretado por Liam Neeson pasa un más que mal rato colgado en unas escaleras se convirtió en toda una pesadilla para el actor. Y es que, en la vida real, Neeson tiene miedo a las alturas, por lo que su aterrado comportamiento durante todo este tramo de la historia tiene poco de ficción.
Sin derecho
Pese a que Jan de Bont y su equipo sentían una admiración total por 'La mansión encantada', la brillante adaptación de la novela que Robert Wise dirigió a comienzos de la década de los sesenta, tenían totalmente prohibido llevar a cabo ningún tipo de homenaje o réplica a aquel pequeño gran clásico. Y es que, a pesar de intentarlo, los responsables de 'The Haunting (La guarida)' no consiguieron firmar los derechos para llevar a cabo un remake.
El enfado de Spielberg
Steven Spielberg fue uno de los principales productores ejecutivos de 'The Haunting (La guarida)', pero su reacción al ver el montaje final de la película fue tan negativa que exigió que su nombre no apareciera en los créditos. Casi mejor seguir sin preguntarle por ella.
Visión Craven
Durante algunos años, Wes Craven trabajó en un nuevo remake de 'The Haunting (La guarida)', pero finalmente decidió no llevarlo a cabo para dirigir uno de los grandes éxitos de su carrera, la espléndida 'Scream. Vigila quién llama'.
Rodaje accidentado
El rodaje de 'The Haunting (La guarida)' no resultó especialmente sencillo para ningún miembro de su reparto, pero, sin lugar a dudas, quien sufrió más fue Owen Wilson. Y es que, durante el rodaje de la escena en la que su personaje golpea uno de los cuadros de la casa con un candelabro, el actor recibió un golpe tan grande que tuvieron que ponerle puntos de sutura. Un accidente más dentro de la película.
Guarida universitaria
En la vida real, la casa usada para el rodaje de 'The Haunting (La guarida)' está ubicada en Inglaterra y es propiedad de la Universidad de Evansville (Indiana), quien la usa como residencia para jóvenes que estudian en el extranjero.
Buscando reacciones
Con la intención de obtener una reacción más real y convincente del reparto, Jan de Bont y su equipo decidieron que los distintos sonidos (supuestamente) aterradores que aparecen en la casa durante 'The Haunting (La guarida)' fueran grabados y reproducidos durante el mismo rodaje. No les terminó de salir bien, a la vista de los resultados finales de la película.