Andrew Stanton comenzó a desarrollar 'WALL-E' en 1995 junto a Pete Docter. Dos de los mayores talentos de Pixar unieron sus fuerzas para reflexionar sobre la sobreexplotación de los recursos naturales y el amansamiento de la humanidad ligado al avance de la tecnología. El proyecto quedó relegado a un segundo plano, pero los temas que pretendía abordar no dejaron de crecer. Años más tarde, la película se convirtió en realidad y se consolidó como uno de los títulos más maduros del estudio.
'WALL-E' se estrenó el 27 de junio de 2008 en Estados Unidos, envuelta en una burbuja de críticas muy favorables y con el riesgo inherente a su atrevimiento formal. El épico, bello y solitario prólogo puso a prueba a los espectadores, que quedaron fascinados por ese alarde de imaginación y fantasía. Las abrumadoras cifras de taquilla acompañaron a la grandeza del filme, que recaudó 533 millones de dólares alrededor del mundo.
No son los números más despampanantes de una película de Pixar, pero sí que fueron muy notables para ser un producto original. Además, 'WALL-E' se afianzó como la novena película más taquillera de 2008, un año dominado por los superhéroes y las secuelas. Al año siguiente, la película se alzó con el Oscar a la mejor película animada, formando parte de la mejor racha de Pixar en esa competitiva categoría. Casi una década después de su llegada a los cines, recordamos el aclamado título de Stanton con estas curiosidades:
Curiosidades de 'WALL-E'
Mirando a Europa
Los artistas de Pixar fijaron sus miradas en la zona oriental de Europa para ambientar el decadente estado del planeta. Los focos de su inspiración fueron Chernóbil, asolada por la catástrofe nuclear de 1986, y la ciudad de Sofía, capital de Bulgaria. De hecho, el director de arte, Anthony Christov, era oriundo de Bulgaria, por lo que conocía mejor que nadie las dificultades de su país para gestionar sus residuos.
Los mejores referentes
Ese memorable prólogo, carente de diálogos, fue un reto inmenso para los creadores de la cinta, ya que no sólo tuvieron que generar una atmósfera envolvente, sino que el personaje protagonista debía atrapar al público desde el principio con sus movimientos. Por eso Stanton y sus compañeros dedicaron buena parte de su tiempo a ver todas las películas de dos genios de la gesticulación ante la cámara: Buster Keaton y Charlie Chaplin. A la hora de la comida todos tenían que pasarse por la sala de proyección a ver los clásicos de ambos artistas.
Foley brillante
El magnífico sonido de 'WALL-E' fue todo un reto durante el proceso de post-producción. La sala de foley fue un espacio repleto de creatividad, ya que cada efecto sonoro emergió de diversas ideas que en principio poco tenían que ver con el resultado buscado, pero que terminaron encajando a la perfección. Por ejemplo, los ruidos de la cucaracha procedían de sonidos acelerados de mapaches y el contacto de los insectos con el suelo salieron del cierre de esposas. Ahí nació en buena parte la magia de la película.
Múltiple reconocimiento
El reconocimiento unánime por parte de la crítica fue acompañado de una portentosa presencia en la gala de los Oscar. Aunque solo se alzó con un galardón, la película estuvo nominada en otras cinco categorías (mezcla de sonido, edición de sonido, canción, banda sonora y guion original). En total, seis nominaciones que igualaron el récord de 'La bella y la bestia' de película animada con mayor número de nominaciones.
Desconocida
El reparto de voces de 'WALL-E' no está plagado de grandes estrellas, a excepción de Sigourney Weaver, sino que se buscó la mayor cercanía posible a unos personajes muy atípicos. En el caso de EVA, el estudio encontró a la persona adecuada dentro de sus propias oficinas, ya que la dobladora del dulce personaje femenino fue Elissa Knight, trabajadora de Pixar que nada tenía que ver con el mundo de la interpretación.
Comida para el recuerdo
Aunque tardó más de una década en cobrar forma, el concepto de 'WALL-E' nació en una comida en 1994. Además de Stanton, en aquella mesa estaban presentes sus colegas John Lasseter, Pete Docter y Joe Ranft, que seguían trabajando en el primer largometraje de Pixar, 'Toy Story'. Antes del estreno de aquella cinta, los creativos hablaron de los proyectos que tenían en mente, y así nacieron también 'Buscando a Nemo', 'Bichos, una aventura en miniatura' y 'Monstruos S.A.'. Pocas veces una comida de empresa dio para tanto.
Consejo fotográfico
La primera parte de la película destaca por su hiperrealismo, una característica que Pixar había tratado de evitar hasta el momento. El lamentable estado de la Tierra, organizada por los cubitos elaborados por WALL-E fue retratado con unas imágenes iluminadas como si fueran reales. Para alcanzar ese objetivo, los animadores contactaron con el afamado director de fotografía Roger Deakins, que cuenta con uno de los estilos visuales más distintivos de Hollywood, para preguntarle cómo rodaría las escenas si fueran en acción real y no de animación. De sus consejos emergieron los arreglos necesarios para fascinar al público.
Mascota grupal
Los animadores de Pixar pasaron más tiempo entre cucarachas del que se le recomienda a cualquier ser humano. Pero afortunadamente, el equipo de animación de la película creó a una cucaracha tan adorable que no generó rechazo en la sala de cine. Tal fue la relación con aquel animal dentro de las oficinas de Pixar que los animadores terminaron por bautizarla como Hal, tomando prestado el nombre del sistema operativo que aterrorizó en '2001: Una odisea en el espacio'.
Supervivientes
Por si a alguien le quedaba alguna duda de qué elementos sobrevivirían si aconteciera una debacle en la Tierra, las mentes pensantes de Pixar confirmaron las leyendas que ya hemos escuchado a menudo. Junto a 'WALL-E' siempre se encontraba su fiel mascota, una cucaracha muy dinámica, el único animal capaz de sobrevivir al fin del mundo. Al igual que la única comida que superó ese hundimiento terrestre fueron los Twinkies, aquellos ansiados dulces que valían su peso en oro en 'Bienvenidos a Zombieland'.
Multitasking
Era muy necesario contar con al menos una eminencia en el departamento de sonido, por lo que Stanton contactó con Ben Burtt, responsable de esas labores en franquicias colosales como 'Indiana Jones' y 'Star Wars'. Burtt elaboró alrededor de 2500 sonidos para 'WALL-E', ya que era necesario imprimir personalidades diferentes a los diversos robots y elementos de la cinta. Además, el propio Burtt fue acredita como voz de multitud de los personajes, incluido WALL-E, porque cumplió con las expectativas de Stanton, que cuando contactó con él le dijo: "Te necesito para que seas el 80% de mi reparto."
