La secuela de 'Cincuenta sombras de Grey' estaba más que garantizada desde el mismo fin de semana de su estreno, cuando arrasó en la taquilla estadounidense y en la de todo el mundo. A pesar de que este fenómeno se ha desinflado rápidamente, Universal ha abastecido sus arcas con el gran éxito cosechado por la película.
El desgaste del film ha sido notable a medida que pasaba el tiempo, pero eso no ha impedido que su recaudación por el momento sea de más de 528 millones de dólares, un negocio redondo para el estudio, teniendo en cuenta su reducido presupuesto de 40 millones. Y a pesar de ese bombazo, Universal no quiere que el presupuesto de las secuelas se les vaya de las manos, pero sus dos protagonistas podrían poner en peligro esas intenciones.
Según informa The Hollywood Reporter, Dakota Johnson y Jamie Dornan tratarán de renegociar sus salarios para las futuras secuelas. Cada uno cobró 250.000 dólares por su trabajo en 'Cincuenta sombras de Grey', un sueldo que puede sonar algo ridículo ahora. También recibieron un bonus por el gran rendimiento en taquilla de la película, pero no tenían ningún acuerdo de beneficios vinculado a la recaudación, por lo que sus ingresos finales no están a la altura, en proporción, de lo recaudado. Los dos intérpretes habrían firmado un contrato por participar en las tres entregas pero tratarán de mejorar su condición salarial, pasando a sueldos de siete cifras.
El efecto Katniss
Uno de los claros ejemplos de estos aumentos salariales es el que protagonizó Jennifer Lawrence entre la primera y la segunda película de 'Los Juegos del Hambre', ya que pasó de 500.000 dólares a 10 millones, un cambio considerable, propiciado por los grandes números obtenidos por la franquicia. Por lo que Jamie Dornan y Dakota Johnson tratarán de marcarse un Jennifer Lawrence y conseguir unos sueldos más equiparables al fenómeno de fans que han protagonizado, y cuya secuela -entre búsqueda de guionista, contentar a la autora original y más situaciones- no tiene prevista su llegada al menos hasta 2017.