Cuesta imaginarse a alguien que, viendo sus fotos y vídeos del instituto, no se sienta un poco avergonzado del look o directamente la actitud, pero es que ser adolescente no es cosa fácil y peor lo tienes si creces delante de las cámaras y toda tu evolución de niño a hombre queda grabado para la posteridad. Así parece que se siente Daniel Radcliffe, que comenzó a rodar la saga 'Harry Potter' con 11 años y acabó con 21, y confesó a Digital Spy sentirse "muy avergonzado por algunas de mis actuaciones. Pero sí, es como preguntar, «¿Cómo te sientes acerca de tu adolescencia?» Hay tanto ahí que es casi imposible distinguir un único sentimiento".
Pero aunque Radcliffe sienta un poco de pudor al ponerse las películas que lo lanzaron al estrellato, también está inmensamente agradecido de la experiencia que fue todo aquello: "Es difícil separar mi relación con Harry de mi relación con las películas en su conjunto. Estoy increíblemente agradecido por la experiencia. Me enseñó lo que quería hacer el resto de mi vida. Considero que es tener mucha suerte el poder descubrir desde el principio lo que realmente amas". Este verano, en julio, hará 10 años del estreno de 'Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte 2' y en noviembre 20 años del de 'Harry Potter y la piedra filosofal', por lo que la franquicia está de celebración y la revista Empire juntó por Zoom a Elijah Wood con Radcliffe para recordar los rodajes de 'Harry Potter' y 'El Señor de los Anillos' y homenajear esos papeles marcaron sus carreras.
No estás viendo doble
Aunque Radcliffe tiene ahora 31 años y Wood 40, y sus sagas son una cosa mágica, pero poco o nada tienen que ver, hace dos décadas ambos actores eran constantemente confundidos el uno con el otro y así lo contaron en su charla con Empire: "Una vez estaba en un ascensor, solo yo y otra persona y podía sentir que me miraban intensamente", dice Wood, "Justo antes de que se abriera la puerta, finalmente se armó de valor, me señaló y dijo: «¡Harry Potter!», le dije que no y me fui", cosa que Radcliffe también ha vivido, pero no entiende: "Aunque los dos somos bajitos, pálidos, de ojos azules y de cabello castaño, yo diría que no nos parecemos exactamente. Pero la idea que tienen de nosotros es exactamente la misma. Cuando la gente me dice: «'¡El Señor de los Anillos!» Literalmente solo digo, «Nop. El otro»".
