'Juego de espías' se estrenó en 2020 y presentó al público una entrañable historia entre JJ, un agente de la CIA, y Sophie, una niña pequeña con un talento innato. Cuatro años después, el equipo regresa nuevamente encabezado por Dave Bautista y Chloe Coleman, que es ya una adolescente y una de las grandes estrellas emergentes. A los mandos de 'Juego de espías: La ciudad eterna' está otra vez el director Peter Segal.
En esta ocasión, además, la película tiene mucha más acción. "Ha sido genial. Y sigo diciéndolo, no quiero desacreditar la primera porque estoy muy orgulloso de ella, pero esta es simplemente más grande", asegura Bautista en una entrevista concedida a eCartelera. "Se siente más grande en todos los sentidos. Los personajes están más desarrollados y están sucediendo muchas más cosas", matiza.
"Hay una expansión orgánica con la acción, las dinámicas y la madurez. Hay crecimiento externo e interno", se une Ken Jeong. En lo referido a la acción, precisamente, sus compañeros alaban la gran implicación de Coleman. La actriz tenía 14 años en el momento del rodaje, pero estuvo preparándose muchísimos meses para poder realizar sus propias escenas de riesgo.
"Pasé más de un año preparándome, haciendo wushu, kickboxing y todo eso. Pude hacer cosas guays. Obtuve la certificación de buceo. Hice vuelo. Conduje por primera vez. Conduje una Vespa y ni siquiera he empezado a aprender a conducir todavía", rememora la intérprete. Bautista, por su parte, recuerda que pudo hacer una Bomba Batista, su movimiento estrella cuando era luchador de la WWE. Y Keong reconoce que se preparó el viaje a Italia comiendo mucha pasta.
Grabar en Roma
Para 'Juego de espías: La ciudad eterna', Segal llevó al equipo hasta Roma. Allí, pudieron grabar en algunos lugares de lo más emblemáticos como el Foro o el Coliseo. "Siempre teníamos que ir a estos grandes lugares antes de que llegara la multitud. Fuimos una de las cuatro películas en los últimos 25 años en entrar al Coliseo. Aparentemente es muy raro. Ese día tuvimos unos 18 minutos para grabar las tomas con Ken Jeong. Así que fuimos muy ágiles. Entramos y salimos antes de que llegara la muchedumbre", cuenta el cineasta.
Sin embargo, no todo fue tan solitario como esas escenas. "Una cosa que no pudimos evitar fue rodar frente al Vaticano con probablemente unas 200.000 personas en las calles. Hicimos una persecución con un papamóvil y Dave en una moto. Fue difícil", reconoce. Además, añade que ese día de rodaje amaneció lloviendo en Roma, lo que complicó aún más las cosas.
'Juego de espías: La ciudad eterna' ya está disponible en Amazon Prime Video.